Cuando los hermanos Pevensie abandonaron Narnia por primera vez, después de haber reinado durante años, dejaron atrás a muchos seres queridos. Entre ellos, al Sr. y Sra. Castor, al señor Tumnus e incluso al propio Gran Aslan. Sin embargo, Peter dejó...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
────────────❀
Querido Peter:
Hoy hacen trece mil ochocientos setenta días de que tus hermanos y tú desaparecisteis.
Hoy hacen treinta y ocho años desde entonces.
¿Eres consciente, Peter? Ya soy básicamente una anciana. Tengo sesenta y siete años, aunque quizás no aparento tanto debido a que soy una elfa, pero sé que ya soy bastante mayor. Siempre pensé y esperé que cuando llegase a esta edad, tú estarías a mi lado y ambos les contaríamos batallitas de nuestros días de juventud a nuestros nietos. Lástima que no haya sido así.
Han sucedido muchas cosas en los últimos años.
Como supondrás, la situación de los narnianos no ha mejorado nada. Quizás incluso haya ido a peor, no lo sé, no estoy segura. Ya no sé cuantos han perdido la vida.
La señora Castor nos abandonó hace unos días, fue sumamente triste y desconsolador para todos, pero al menos fue por causas naturales, por vejez y no por ser asesinada como su marido e hijo. Con el señor Tumnus sucedió lo mismo. Sí, él también se nos ha ido. Hace justo dos años. Murió tranquilamente, sin dolor, con una sonrisa mientras que nos contaba por enésima vez como conoció a la reina Lucy.
Incluso si todavía hay mucha gente viviendo en mi cabaña, cada día que pasa se siente más vacía y apagada. Todos sabemos cuál es nuestro destino y es morir en la tristeza y la agonía, porque nuestra libertad se nos ha sido arrebatada de nuevo y nuestros seres queridos se nos están yendo uno tras otro. Me preocupa ser la última en morir, me aterra tener que despedirme para siempre de todos ellos, mientras que yo me quedo aquí totalmente sola.
Cada día que pasa es más doloroso y triste que el anterior. Cada día se me hace más difícil levantarme por las mañanas y no solo por la vejez. Cada día me cuesta más enfrentarme a este dichoso mundo que parece habernos abandonado a nuestra suerte. Y yo me pregunto: ¿Por qué Aslan no acudió a ayudarnos? ¿Por qué nos dejó ser condenados y privados de nuestra libertad? Supongo que él también nos ha abandonado. Supongo que creyó que no había forma de ayudarnos.
Al final, me despedí de mis dragones. Los dejé ir hace unos diez años, es decir, tres años después de escribirte la última carta. Fue horrible, fue lo más difícil que he hecho nunca, pero tenía que hacerlo, pues no quería perder a ninguno más, pues quería que al menos ellos fueran libres. Ahora deben estar perdidos en una de las islas más lejanas del ancho mar de Narnia. Quizás estén hasta en las ruinas de Adaris, porque aunque ahora solo sea tierra estéril sigue siendo un lugar muy seguro. Nadie va a allí desde hace siglos, así que no serán encontrados.
Me propusieron ir con ellos y realmente quería acompañarlos, pero no lo hice. Como ya te dije en la anterior carta, no puedo abandonar a los demás, no puedo abandonar a los pocos amigos que todavía me quedan. Así que se marcharon solos y todavía siento su ausencia. Me asomo por la ventana trasera de la cabaña y se me hace raro, a la vez que se me parte el corazón, cuando no veo a ninguno de ellos dormido sobre la hierba. A veces los llamo sin darme cuenta y cuando recuerdo que ya no están a mi lado, las lágrimas caen. Los echo muchísimo de menos, pero me reconforta saber que al menos están a salvo.
Dime, Peter, ¿cuándo crees que empezó a ir todo mal? Cuando lo pienso, cuando rebobino, me doy cuenta de que todo se torció cuando vosotros desaparecisteis aquel día. Las desgracias persiguieron mi vida y a Narnia sin descanso desde entonces. ¿Por qué os tuvisteis que ir? Sé que si sucedió, fue porque así debía ser. Pero, ¿quién decidió que así debía ser? ¿Qué ser egoísta decidió que lo mejor era separaros de vuestros seres queridos? ¿Qué ser egoísta decidió que lo mejor era quitároslo todo y haceros abandonar vuestro hogar? ¿Qué ser egoísta decidió que lo mejor era que yo sufriera hasta mi muerte vuestra ausencia? ¿Qué ser egoísta fue? Si conociese a ese ser y lo tuviese delante, lo mataría con las pocas fuerzas que me quedan.
Espero que esta tortura termine pronto y si por casualidad los fallecidos de tu mundo, van al mismo lugar que los del mío, espero que nos reunamos allí algún día.
Como hasta ahora, te estaré esperando, Peter, mi rey.
