Félix prestó atención a todas las canciones que sonaban a través del auricular. Bridgette escuchaba cosas en varios idiomas, y tenía el gusto muy variado. Había escuchado de todos los géneros, o al menos eso creía, él no sabía mucho de música. De vez en cuando Bridgette se sacudía en su asiento, asustada por los truenos, y cada vez que pasaba Félix se sentía desarmado, pero no hacía nada al respecto. Evitaba mirarla y trataba de concentrarse en la música, y al pasar el tiempo la cosa se invirtió y terminó notando detalles en Bridgette.
Tenía la coleta floja ―en ese momento se dio cuenta de que ella no había vuelto a hacerse sus dos características coletas, como las de Marinette―, su flequillo había crecido más y respiraba un poco extraño, casi como si le doliera respirar. De vez en cuando soltaba algún jadeo y su boca estaba entreabierta... Por amor a Emily Brontё, ¿estaba babeando? Félix se echó a reír, primero bajito y luego con ganas. Agradeció que la chica estaba dormida. Luego se calló de golpe y se le quedó viendo. ¿Hacía cuánto tiempo que no reía así? No lo sabía, sólo que Bridgette lo había conseguido... y lo peor era que lo había conseguido estando dormida.
Él tragó saliva y apartó el cabello de la cara de la muchacha. Ella tenía pestañas largas y le daban un aspecto delicado. Demasiado. En ese momento ella se vio demasiado frágil, haciendo que le diera miedo tocarla; un estúpido miedo irracional de que pudiera romperla como a una muñeca de porcelana, o como si fuera una muñeca de trapo y un hilo se le enredara en el dedo, terminando descociéndola. Era una lástima. Contradictoriamente sintió la necesidad de pasar las yemas de sus dedos por sus mejillas y ver si eran tan suaves como parecían.
Acercó la mano con lentitud, cuando la puerta se abrió estrepitosamente. Notó que el sujeto que lo había hecho le había dado una patada y avanzaba con enojo por el aula. Los rayos centelleaban afuera, dándole ligeros vistazos a Félix de quién era ese fulano, pero no lo identificaba. Sin embargo, él volteó a verlos y se acercó. Félix se puso tenso.
―¿Bridgette? ―dijo el desconocido, sacudiendo a la muchacha.
Félix trató de calmarse, él conocía a la chica, pero la calma nunca llegó. Había algo en este muchacho que no le cuadraba.
Bridgette se desperezó y lo primero que vio al abrir los ojos fueron los ojos de Henry, iluminados con la luz parpadeante que proporcionaba la tormenta. Ella se sobresaltó y Félix la sostuvo del hombro. Bridgette no lo admitiría, ni siquiera lo mencionaría, pero cuando sintió la mano de Félix sostenerla fue como si todo se hubiera estabilizado. No estaba sola. Henry de verdad le había dado un buen susto.
En ese momento sonaba a través de los auriculares Can't Help Falling In Love y Félix tuvo ganas de tomar el aparato y lanzarlo lejos. Conociendo a Bridgette habría tomado eso como una señal del destino de que tenía que estar con el tipo ese.
Take my hand, take my whole life, too
For I can't help falling in love with you(*)
Félix apretó su mano, olvidando que estaba en el hombro de la muchacha. Bridgette se la sacudió de encima.
―Henry, ¿qué haces aquí? ―preguntó ella.
Así que el fulano se llamaba Henry...
―Se supone que tengo detención ―confesó él.
―Pues llegas tarde.
―La lluvia, tesoro ―¿la había llamado cómo?―. Vivo en el edificio 14, está bien lejos de éste.
―Oh...
―De todas formas, no creo que venga el señor Fitz. Vive cerca de Notre Dame y la lluvia se ha puesto peor. Yo digo que exploremos éste edificio mientras. ―él le sonrió.
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¿Quién es Chat Noir? [#2]
Fanfiction«-Pero, ¿entonces quién es Chat Noir? -le preguntó Marinette, exasperada. -Sea quien sea, sabe que tú eres Ladybug -dijo Tikki.» Historia terminada el 17 de marzo del 2018. Editada el 31 de agosto del 2022.