Le Blanc logró golpear a Chat Noir y éste rodó tejado abajo. Ladybug gritó su nombre. Pero... él no cayó del edificio, sosteniéndose de la cornisa. Él pareció examinar su alrededor, en busca de ella.
—¡No lo llames! —le dijo Le Blanc con reproche a Ladybug—. El Caos ve a través de sus ojos, pero no lo controla con totalidad. Chat Noir sigue luchando. No quiere que el Caos te encuentre por medios de él, pero si le llamas... él no evitará girar a verte y si él te mira...
—El Caos también —murmuró Ladybug.
—Que bueno que lo entiendas.
Ladybug miró a Le Blanc durante unos segundos. Le molestó aquello que dijo, como si ella fuera una tonta que no entendería lo obvio de la situación. Aunque ella no era como los hermanos Agreste, super aplicados, o como Bridgette que entendía con facilidad... Quizás sí era una tonta.
—Oh, por favor, deja de compadecerte de ti misma y empieza a moverte. Tenemos que aislarlo antes de que nos mate o se mate él mismo.
—¡Eso no es de mucha ayuda!
—Lo es. ¡Corre!
Pero ella era incapaz de moverse. Chat Noir colgaba de un edificio, ¿cómo se suponía que...? ¡Zaz! Chat Noir logró tocar la cornisa con su otra mano e impulsarse de nuevo hacia el techo, aunque tras hacerlo el cataclismo impactó con el curtido yeso y lo destruyó.
—Princesa... —le llamó él, poniéndose en pie.
Ladybug comenzó a correr mientras Le Blanc la miraba con reprobación, aunque ella no se daba cuenta de esto.
—Cinco vidas —dijo Ladybug—. Le quedan cinco vidas.
—Tú sólo tienes una y si no corres la vas a perder. ¡Apresúrate!
—¡VIDA! —gruñó Chat Noir tras ellas.
Le Blanc tomó la mano de Ladybug y antes de que ella pudiera notarlo, alzaron vuelo. Ladybug se aferró al cuerpo de aquella mujer, pensando qué demonios estaba mal con ella. Le Blanc, simplemente, le parecía extraña. Sus ojos de un azul muy claro no demostraban expresión alguna y su cara no era un caso aparte. Sus comentarios eran mordaces.
—¡Me recuerdas a alguien a quien conozco! —dijo Ladybug a contraviento.
Ella no respondió. Ladybug no dijo nada más hasta que vio cuál era su lugar de destino: la torre Eiffel. Estaba desierta. Había pequeños rastros de polvillo lo que le dio un indicio de porqué no había nadie allí. Le Blanc la soltó y Ladybug cayó haciendo un golpe sordo.
—No podemos evitarlo por siempre —dijo Ladybug—. Tendremos que esperar a que se le pase la...
—No —le dijo Le Blanc sin verla, estaba inspeccionando el alrededor para asegurarse de que habían aventajado a Chat Noir—. Lo encerraremos.
—¿Qué?
—Míralo como ponerlo en cuarentena. Es muy peligroso. Lo hemos dejado solo. Espero que no se tope con ningún civil.
—De nuevo, ¿qué?
Le Blanc frunció el ceño y tomó a Ladybug de los hombros, obligándola a sentarse.
—Usó el cataclismo y sigue estable. No ha colapsado o se ha transformado. Significa que el Caos lo tiene bien inmovilizado y, si sigue suelto, gastará todas las fuerzas de tu compañero. Y si se queda sin fuerzas... —Le Blanc carraspeó, no queriendo entrar en detalles tras ver los ojos brillosos de Ladybug—. Además de que si Chat Noir utiliza el cataclismo en una persona... debe pagar un precio. Un precio peor que la muerte.
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¿Quién es Chat Noir? [#2]
Fanfiction«-Pero, ¿entonces quién es Chat Noir? -le preguntó Marinette, exasperada. -Sea quien sea, sabe que tú eres Ladybug -dijo Tikki.» Historia terminada el 17 de marzo del 2018. Editada el 31 de agosto del 2022.