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Marinette y Adrien alzaron la cabeza con brusquedad cuando escucharon el grito. El aula completa comenzó a revoltearse. El primero en salir fue Kim, con Alix pisándole los talones. La siguiente fue Juleka, mientras Rose se escondía debajo de su pupitre con Myléne. Nino se levantó con el celular en manos.

—¡Esta podría ser la nueva "It" de nuestros tiempos! —dijo.

—¡Nino, espera! —le llamó Adrien, pero su amigo no le prestó atención y también salió.

—¡Puede ser un villano! —dijo Alya, siguiendo a Nino, también con su celular en manos.

—¡Alya! —la llamó Marinette, siendo ignorada por igual.

Varios más salieron. En el aula sólo quedaron Iván —que consolaba a Myléne y daba palmaditas en la espalda a Rose—, Chloé, que había estado pintándose las uñas, Sabrina que se debatía entre ir a ver o quedarse con su amiga. Lila, que escuchaba atenta los murmullos fuera, y Adrien y Marinette, que se esforzaban por no mirarse. Nathaniel había debatido entre salir o no. Miró a Marinette, luego a Chloé, y muchas burlas de ella hacia él le llegaron a la mente, por lo que decidió ir a ver lo que sucedía fuera.

Lila la tenía fácil, pensó. Marinette y Chloé seguían en la misma habitación. Todo estaba bien siempre y cuando no la abandonaran. Sin embargo, ella también quería saber qué rayos pasaba allá afuera, por qué tanta conmoción. Quizás alguna chica se había resbalado, o quién sabe, se habría asustado con su propia sombra.

Lila miró a su alrededor. Nada por lo que preocuparse, a menos que cierta azabache quisiera hacer su aparición estelar. Eso le hizo apretar los dientes.

Myléne y Rose seguían lloriqueando en los brazos de Iván, algo que le pareció patético. Chloé sacudía sus manos de lado a lado, como si eso pudiera hacer que sus uñas se secaran más rápido. Marinette y Adrien observaban la puerta, esperando que cualquiera entrara y les dijera lo que había ocurrido. Pero Lila notó al menor de los Agreste tratando de verla de reojo. Marinette parecía no darse cuenta, estaba inmersa en su propia angustia. Lila lo consideró inoportuno. Si Marinette aún siguiera sintiendo algo por Adrien, sería más fácil mantenerla controlada.

Luego se puso a analizar mejor la situación... ¿Qué mantenía a Adrien en esa habitación, cuando su amigo estaba fuera? Marinette, era algo obvio. Pero, ¿qué mantenía a Marinette allí? Alya estaba fuera también. No podía ser ninguno otro más que Adrien. ¿De qué se estaba perdiendo?

Decidió que no importaba. Chloé y Marinette estaban a salvo, problema resuelto.

Se volvió a recostar en la mesa, pero echó una mirada a los papeles revueltos de Nathaniel. Los tomó en manos. Todos eran bocetos de Marinette. TODOS. Ugh, Lila no entendía cómo era posible que todos amaran a esa chica. Bueno, sí, sí lo entendía, pero era tan injusto. Ella había dicho unas cuantas mentiras y de repente todos la odiaban. Marinette mentía siempre y todos la amaban. ¿Qué lógica había en eso? Luego los encontró. Dibujos diferentes. Estaban justo al final de la pila desastrosa de Nath.

Había uno de Rose en un jardín, vestida de princesa, sujetando la mano de un príncipe sin rostro. Uno de Juleka en una de las cornisas de Notre Dame, con una gárgola de compañera. Uno de Alix y Kim, haciendo una carrera en carrozas romanas. Uno de Max como un cyborg. Sabrina, como una marioneta. Iván como un zombie. Myléne como una mimo. Alya, como una detective. Chloé como una carta de Q, la parte de arriba molesta, la de abajo triste. Nino, con lentes de cámaras como ojos y una tira de film en su cuello. Adrien, triturando un corazón como si estuviera hecho de ceniza, con una mirada perdida, como si lo disfrutase. Lila, como un... ¿harlequín?

La cabeza comenzó a darle vueltas, acompañada de un dolor infernal. Varias cosas pasaron por su mente. Risas, muchas risas. Una pistola sin balas, maquillaje corrido de unos ojos avellana, un montón de pañoletas, un tutú roído y una cara sonriente con sangre seca en la comisura de la boca.

¿Quién es Chat Noir? [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora