¿Quién es Chat Noir? [#2]

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Chloé no entendía qué estaba pasando en ese momento, pero decidió que si Lila Rossi pensaba sacrificar su vida por la de ella, ese no era su problema. No podía avanzar hacia lo que había quedado de la puerta, Style Queen estaba en medio del camino. La única escapatoria era a través de la ventana, pero... No estaba tan loca como para saltar.

ㅡPequeña mocosa ㅡdijo Style Queen a Lilaㅡ. Debes aprender a postrarte ante tu reina. ㅡapuntó su cetro hacia Lila, esparciendo ese extraño brillo dorado en su dirección; Lila fue más rápida y la evitó, saltando hacia el escritorio de Madame Bustier. La escarcha iba en dirección hacia Chloé ya que su escudo humano no estaba. Ella gritó, pero al atreverse a abrir nuevamente los ojos, se encontró en el suelo. Alguien la había quitado de enmedio. Pensó cientos de gracias que podría darle a Ladybug o a Chat Noir. No era ninguno de ellos.

El brazo de Nathaniel Kurtzberg la rodeaba. Él seguía pálido y visiblemente débil, pero había sacado fuerzas para hacerla a un lado. Chloé lo miró confundida. ¿Por qué lo hacía, si él, junto con otros más, fueron sus blancos de burla desde siempre?

El brillo dorado impactó contra las ventanas, rompiéndolas. Chloé se levantó de golpe, asustada por el impacto, mientras que Nathaniel se ponía en pie a duras penas. Lila saltó en el aire y golpeó a Style Queen en la cara con una prepotente patada. La reina la miró, achicando los ojos, mientras apuntaba el cetro de nuevo hacia ella. Nathaniel puso sus manos sobre los hombros de Chloe.

ㅡDebes salir de aquí ㅡle dijo él, acercándola a la ventana.

ㅡ¡No pienso saltar! ㅡchilló ella, antes de que él lo insinuara.

ㅡ¿Confías en mí? ㅡpreguntó él.

Chloé miró los ojos turquesas del pelirrojo. Por esa fracción de segundo trató de descifrarlos. ¿Por qué la ayudaba? ¿Por qué no la entregaba a la dama dorada? ¿Por qué se preocupaba?

ㅡ¡No! ㅡgritó Chloé.

ㅡDeberías ㅡdijo Nathaniel, antes de empujarla hacia afuera.

Chloé gritó mientras descendía, mas nunca llegó a impactar el suelo. Cayó sobre el toldo que cubría la entrada principal del edificio. Cayó encima de su brazo izquierdo, que ahora palpitaba de dolor, pero no era nada grave. En otras circunstancias, como cuando un villano la atacaba, Chloé nunca estaba verdaderamente preocupada, al menos no como en ese momento. Ella sabía que los villanos podrían volver a sus patéticas vidas, pero aquella no era una villana normal. Había sido producto de pesadillas durante años, persiguiéndola, atormentándola, como un fantasma que buscaba lanzarle una maldición. No era justo que, cuando al fin dejaba de pensar en ello, pasara algo como aquello.

Logró deslizarse al suelo sujetándose con fuerza de la columna, pero a un metro del suelo se resbaló y cayó encima del brazo derecho. Ahora, le dolían ambos costados, genial. No podía ver bien con la lluvia ocasionando que los mechones sueltos de su pelo se le pegaran en la cara, pero pudo vislumbrar una silueta a pocos metros de ella.

ㅡ¡¿Chloé?! ㅡla llamó. Ella sintió escalofríos y se apartó el pelo de la cara, y a duras penas pudo observar a su hermana Ámber.

¿Qué hacía ella ahí? Se suponía que estaba en Londres. Ámber había vuelto a París y no se había osado a contactarla, lo que significaba que su padre tampoco lo sabía. Chloé observó la ropa seca de su hermana, su cabello impecable, y sobre ella una fina capa de polvo, haciendo una barrera sobre ella, protegiéndola.

ㅡVen conmigo. ㅡÁmber extendió su mano hacia ella.

Chloé dio un paso hacia atrás. No dejaría que ninguna de ellas la atraparan, nadie. Ahí fue cuando notó otra silueta. Baja y oculta tras una gabardina.