¿Amor o Capricho?

Heart❤Kreuz (2)

-¿Me llamaste..?

-Si, necesito tu ayuda.

-Vaya​ vaya... ¿Tu pidiéndome ayuda a mi? Debes estar muy desesperado... -rió una mujer entre las sombras.

-No estoy para bromas, ¿Me ayudarás o no? -contestó con un tono molesto.

-Claro claro, te escucho -sonrió maliciosamente.

-Necesito que mantengas vigilado a una persona, a Jellal Fernández.

-¿Al nuevo? ¿Que ocurre, revolucionó las hormonas femeninas de las estudiantes y bajó el listón de la Universidad por la decaída de notas? -volvió a reir la mujer.

-¡Es serio, no te lo tomes a broma! Necesito que lo vigiles de cerca sin que se percate y me mantengas al tanto de todo lo que hace y con quien se junta.

-¿También cuando va al baño? -un chico entre las sombras junto a la mujer rió junto a ella.

-¡Ya basta!

-Che, a mi no me grites si no quieres problemas... Simón...

Simón francio el ceño enojado pero calló.

-Está bien, seremos serios, pero... ¿Que es lo que gano yo con esto?

-¿Que te parece el titulo de presidenta del consejo estudiantil?

-Um... -miró al chico a su lado y sonrieron ambos- ¿Acaso Erza va a dejar el puesto vacante?

-No, pero conseguiré que lo haga, tan solo darme tiempo he información sobre Jellal.

-No haré nada hasta que me pagues algo por adelantado.

-¿Que quieres?

-Quiero 250 Jeweels.

-¿¡250 Jeweels!?

-¿Tienes algún problema?

-¿¡Para que necesitas tu ese dinero!?

-¿Acaso yo te pregunté por que quieres información personal de un estudiante de Fairy Tail?

Simón quedó callado, tragó saliva enrabiado por el coste pero aceptó el trato.

-Quiero el dinero esta noche, en el bosque de la Universidad, ven solo...

Los dos individuos desaparecieron y Simón se marchó del lugar.

«¡Me las pagarás, Fernández!»

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-0-
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Los ojos de la mujer de cabellos escarlatas comenzaron a cristalizarse.

-Jellal...

Irene se acercó al chico temblorosa y le puso la mano en su mejilla tatuada.
Jellal, ante el contacto, cerró los ojos y acarició la mano de la mujer con la suya y aceptó gustoso la caricia en su mejilla.

-Como has crecido... -susurró cariñosa.

-Tu sigues igual de guapa que siempre... -le susurró en el mismo tono ya abriendo los ojos.

Jellal quitó la mano de la mujer de su mejilla, se acercó a una de las mejillas de Irene y se la besó, ésta suspiró disfrutando de aquella caricia y dejando libre las lágrimas que se acumularon en sus ojos.

-¡Ya estoy aqui!

Irene y Jellal se alejaron rápidamente, la mujer se secó las lágrimas he intentó disimular.