¿Amor o Capricho?

El Jardín

Sigo dandole vueltas a todas las cosas tan extrañas que pasan por mi cabeza con tan solo estar aqui, en Rosemary.
Tal vez... ¿Tal vez son recuerdos...?
Hace 10 años tuve un accidente en el cual, perdí mi memoria, toda mi infancia fue borrada de un plumazo.
Tal vez... ¿Empiezo a recordar partes de mi infancia..? Y si es así... ¿Por que aqui...? Ya me resultaba raro de por si, de que Jellal me invitara a ir con él de viaje de fin de semana. ¿Y si lo hizo a posta...? ¿Y si sabe de lo que me pasó de pequeña..? ¿Y si me trajo aqui por alguna razón? Tendría algo de sentido, ya que mi madre no es de coger cariño a las personas rápidamente y en cambio... A Jellal lo aceptó como si lo conociese de toda la vida... Además, los medicos le dijeron a mi madre que no podían forzarme a recordar, debía recordar cosas por mi misma, tal vez las recordase un año después, dos, tres... Tal vez solo recuerde la mitad de mi infancia... O quizá nada... Creo que empiezo a delirar pero... ¿Me estoy perdiendo algo...?

Erza miró al chico sentado junto a ella, en el bordillo de la fuente de la plaza, y lo observó fijamente comerse el helado de chocolate. Lo miraba como si esperase leerle la mente o ver a través de él y eso, al chico empezaba a incomodarle.

-Erza, se que soy muy guapo, pero no hace falta que me mires tanto -comentó sin mirarla mientras tomaba el helado.

Erza se sonrojó y apartó la mirada hacia su helado de fresa, que comenzaba a derretirse y le dió varias lamidas.

-A ver... ¿Que quieres? -dejó un poco su dulce de lado y la miró, en ese momento, Erza dejó de tomarse el suyo y quedó pensativa mientras lo miraba.

-Jellal... ¿Hay algo que no me hayas contado...?

El chico no supo exactamente a que se refería con "algo", asi que volvió a comer.

-No, ¿Por?

-No lo se... Siento... Siento que me ocultas algo...

Jellal paró de lamer y la miró de reojo.

-¿Por que me has traido aqui? ¿Que es realmente lo que esperas con esto?

-E-em... No entiendo la pregunta, es decir, no te traje por algun motivo en especial... -se rascó la nuca- Solo por pasar un fin de semana juntos...

-¿Eso significa que te gusto? -lo miró a los ojos esperando ver si mentía o no con la respuesta que le fuese a dar, pero no se esperó lo que pasó.

-Tu helado se derrite... -Erza se miró la falda y puso cara de espanto al ver un gran manchurrón rosa.

-¡Ay dios! -se levantó y sacó unos pañuelos de su bolso, pero la mancha no se quitaba- ¡Mierda!

Jellal sonrió y se terminó su helado en tanto se levantaba.

-Vamos al hostal y te cambias -rió y Erza hinchó los mofletes.

-Si, mejor... -dijo avergonzada y emprendieron la vuelta al hostal- Oye... No contestaste...

-¿El que?

-La pregunta.

-¿Que pregunta?

-N-nada... Dejalo... -dijo algo tristona y el chico lo notó, miró hacia el lado, le puso la zancadilla y cuando Erza se vió con la cara en el suelo, Jellal la agarró antes de caer y se la pegó al pecho, sonrojandola- ¿Estas bien?

-S-si... ¿Por que has hecho eso?

-¿El que?

-Ponerme la zancadilla -lo miró molesta.