¿Amor o Capricho?

Familia Adinerada

Corría por el pasillo casi a ciegas, no se paraba a pensar hacia donde corría, su mente estaba demasiado ocupada barajando las posibilidades de lo que estaba ocurriendo y como se la encontraría.

«Esto es una pesadilla... Esto es una pesadilla...»

Finalmente llegó a la puerta de la enfermería, pero cuando la fue a abrir, Erza lo abrazó fuerte y lo alejó de la puerta.

-¡Erza, debo verla! -forcejeaba nervioso ante el agarre de la chica.

-¡Tranquilízate por favor! -con la cabeza apoyada en su pecho y con los ojos cerrados con fuerza.

Llegaron los demás y vieron la angustia en la cara del peliazul, el cual solo forcejeaba para llegar a la puerta.

-¡Si entras así va a ser peor Jellal, calmate te digo!

Gray y Gajeel ayudaron a sostener al peliazul y alejarlo de la puerta.
Lucy lloraba en silencio ante tales desesperaciones.

-N-no hagamos mas ruido, estamos molestando... -dijo con la voz entrecortada Levy.

-¡Es mi prima, necesito verla! -lo pegaron a la pared y Gray y Gajeel lo soltaron al verle reaccionar por fin al abrazo de Erza.

-Calmate y podrás entrar...

Jellal la miró aferrada a su torso y le devolvió el abrazo.

-Perdón... -se deslizó por la pared hasta quedar sentados sin dejar de abrazarse.

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-¡¡IDIOTAS, NO SE OS PUEDE MANDAR A HACER NADA!!

-¡Perdonenos, nos pusimos nerviosos y le dimos muy fuerte!

-P-pero ella está bien, Acuario estaba cerca cuando golpeamos a la Lockser, se la llevaron a la enfermería en poco tiempo...

-¡¡Os di la orden de que le atacaseis y le dieseis un mensaje, no que le abrieseis la cabeza, par de salvajes!!

-¡¡Perdonenos!! -hablaron ambos chicos a la vez.

-Esta bien, no importa, seguiremos con el plan, pero claro... Habrá que cambiar la táctica, ya que no le disteis el mensaje de aviso a Juvia... -se sobó la barbilla- Hablaré con Simón sobre lo ocurrido y ya veremos que hacemos, podeis retiraros -les mandó una cara de asco mientras volvía su atención al móvil y llamaba a Simón.

Ambos chicos salieron cabizbajos de la clase en la que se encontraban a solas con la mujer.

-Me siento muy mal por lo que estamos haciendo. ¿Tu no?

-La verdad es que si...

-¿Y si nos acercamos a la enfermería y le pedimos perdón...?

-¿¡Estas loco, tu quieres que Jellal nos mate!?

-Debemos hacerlo tio... La señorita y Simón se están pasando con este encargo.

-¿De que hablan...? -se acercó una chica a la conversación.

-Contigo queriamos hablar, tu eres su mano derecha, ¿No crees que la señorita se está pasando...?

-La verdad es que si... Nunca la había visto tan implicada en un caso...

-¡Nos vamos a comer un marrón de los grandes como no les paremos los pies ahora! -habló nervioso uno de los chicos.