Heart❤Kreuz

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Sonó el timbre, el bendito timbre de última hora, ese hermoso sonido que te dice "acabaron las clases, tira los libros de texto por la ventana, ya si eso los coges mañana" pero este era distinto, no haría falta recogerlos a la mañana siguiente, era viernes...

Todos salían de sus clases mas que contentos pensando en lo que les depararía el fin de semana, cine, quedadas, party hard... (:3)

Ya no había casi nadie por los pasillos cuando Erza y Mirajane salieron de clase tras ordenar un poco.

-Hey Erzy, ¿Que tienes pensado ponerte para la fiesta de los Sakura? Es el sábado de la semana que viene y entre clases y tener que estudiar, será mas complicado comprar un Kimono bonito, ¿Que tal si vamos las dos este fin de semana?

-¡Me parece una idea estupenda! pero... Tengo que ayudar a mi madre en el bar, asi que bueno... Intentaré sacar tiempo.

-Si quieres puedo ir al bar y ayudarte.

-No no, no te molestes -le dijo agitando las manos- Total, estoy acostumbrada. Ya sacaré tiempo Mira, te lo prometo.

-Como quieras, voy a recoger a Lisanna y a Elfman y me voy a casa. ¡Nos vemos! -salió corriendo la albina y Erza la despidió con la mano y una sonrisa.

La pelirroja recogió sus cosas y caminó por los pasillos en dirección a la salida, pero por el rabillo del ojo, en uno de los pasillos por los que menos solía pasar la gente, vio a un estudiante sentado en el suelo apoyado en la pared. Erza paró en seco sorprendida y dio marcha atrás hasta aquel cruce que llevaba al pasillo nombrado.
Erza quedó mirando al estudiante que escondía la cabeza entre sus brazos cruzados encima de las rodillas, un estudiante que ella reconocía muy bien, Jellal Fernández.

-¿Jellal...?

El nombrado dio un pequeño respingo pero siguió en la misma posición.
Algo en el suelo llamó la atención de la pelirroja, era...

-¿S-sangre?

Erza dejó caer su mochila y el sonido de los libros chocando, resonó en aquellos pasillos tan silenciosos.
La chica corrió hasta quedar de rodillas delante de él y con un movimiento que el peliazul no se esperó, le levantó y giró la cabeza hasta poder ver la herida en la ceja, la cual seguía levemente sangrando.

-¿¡Ay dios, pero que has hecho!?

-Yo...

Erza sacó un pañuelo y le limpio la herida un poco, sacando un gruñido de dolor del chico, el cual le dio un leve empujón y la tiró al suelo.

-Dejame Scarlet... Estoy bien -se incorporó lentamente mientras se apoyaba en la pared, pero el golpe en la barriga que le dio Simón le obligó a curvarse y posar su mano en el abdomen.

-No estás bien, tienes una herida en la ceja y otra en el labio y... ¿Estabas llorando...?

Jellal abrió los ojos de par en par.

-No -respondió con un gruñido mientras se alejaba.

¿Amor o Capricho?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora