Encerrados

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Pov Vincent

Me despierto con la poca luz que el Sol logra hacer pasar por el humo y a través de una rendija entre las tablas de la ventana de mi habitación.

Me levanto de la cama y, al cabo de unos segundos, mi hermano Scott se despierta, me agarra del brazo y me dice:
Scott: No me dejes solo. Espérame.
Yo: ¡Ains! ¿Es que ni aquí te sientes seguro?
Scott: No. Porfi, no te vayas, espera a que me levante…
Yo: Vaaale, pero date prisita.

Scott se levanta rápidamente y se viene conmigo a buscar el desayuno. Cojo una bolsa de frutos secos casi vacía y la acabamos entre los dos.
Yo: Es lo único que quedaba. Voy a salir a por más. ¿Quieres ven-?

Scott hace gestos de miedo y negación.
Yo: ¡Arg! Yo ya no sé ni para qué pregunto.
Scott: No me volveré a acercar a esas cosas…
Yo: Vale. Tú ten bien cuidado el sitio.

Scott busca el táser que encontró hace varias semanas en un coche de policía, el cual ha sufrido unas "pequeñas"… Modificaciones por mi parte.
Scott: Va-vale…

Cojo el cuchillo y me lo ato al cinturón
Yo: ¡Hasta cuando sea!
Scott: A-adiós…

Cojo el cuchillo y me lo ato al cinturónYo: ¡Hasta cuando sea!Scott: A-adiós…

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Salgo de la casa y emprendo mi búsqueda. Decido pasear cerca de la fábrica, dado que esas zonas están  poco investigadas por el peligro. Mientras esté siempre alerta a todas direcciones no deberían de ser capaces de encontrarme.

Cuando estoy cerca de dicha fábrica, escucho unos gritos y me escondo.

Veo, a unos veinte metros de mi escondite, a unos robots llevando a un hombre semi-inconsciente hacia la fábrica.

Este tipo, después de unos segundos se espabila y empieza a dar gritos y a intentar escapar de ellos. Esas cosas metálicas, al escuchar sus chillidos, lo golpean, lo vuelven a dejar inconsciente y entran en la fábrica…

No sé si debería acercarme a ayudar, pero somos dos contra uno y yo estoy únicamente armado con un cuchillo… Además, debería escapar con el cuerpo inconsciente del otro… Mejor sigo mi camino y aseguro mi vida y la de Scott. Una pena por ese hombre…

???: ¡Intruso! ¡Intruso! ¡Intruso!
???: ¡Eliminar! ¡Eliminar! ¡Eliminar!

El Karma. Me giro y unos androides me golpean y me dejan sin sentido…

Pov Kevin

Me despierto y estamos a punto de llegar a la fábrica. Empiezo a moverme y a gritar en busca de ayuda (¿Para qué? ¿Quién se iba a acercar por ahí?). Los que sí se dan cuenta son los humanoides, quienes, a base de tortas, vuelven a dejarme sin conocimiento…

Cuando me vuelvo a despertar estoy en una especie de celda, con mi mochila al lado. Miro a mi alrededor, aturdido.

Hay más personas atrapadas. Una mujer y su hijo abrazados, una pareja de ancianos llorando, un hombre dando golpes con un cuchillo en el suelo (tiene la piel morada, qué extraño)…

Entra un hombre rubio canoso, de ojos azules, cara de desquiciado con tics incluidos, llevando una bata parecida a la que usa Dude para sus experimentos. A este lo acompañan un par de robots.
Hombre de la bata: A ver… Necesito un hombre adulto sano para el siguiente experimento… Hmm, el niño es joven, la mujer se va a librar porque necesito un hombre, esos dos son muy viejos, chico, ese color morado no me gusta…

En ese momento fija su mirada en mí, el "elegido", el único que cumple con sus exigencias.
Hombre de la bata: ¡Hombre! ¡¿Pero qué tenemos aquí?! Creo que cumples con todos los requisitos que necesito…

Murmuro por lo bajo.
Yo: ¿Por qué yo?
Hombre de la bata: Ven aquí, si no va a ser casi nada…

Me muevo al rincón más lejano a él, y ese enfermo les da una orden a los humanoides, la orden que más temía.
Hombre de la bata: ¡Chicos, a por éste!
Yo: ¡No!

Abren la celda e inmediatamente me agarran para llevarme a una extraña sala…

Pov Vincent
Despierto detrás de unos barrotes. Observo a mis alrededores. Hay más gente en las demás celdas. Ahí veo al hombre de hace un rato, aún inconsciente.

Empiezo a golpear los barrotes uno por uno, por si hay alguno falso, hueco o algo. Maldita sea, son todos resistentes.

Saco el cuchillo con ira y lo clavo en el suelo. Espera, ¿se ha quedado clavado en el suelo? ¡Ja! Se ve que se lo gastaron todo en los barrotes. El suelo no es totalmente arena, pero parece una especie de tierra con una consistencia media-blanda. Comienzo a dar golpes en el suelo con el utensilio.

Para cuando tengo un agujero igual de ancho que yo y de unos veinte centímetros de profundidad, entra un hombre con cara de loco y vestido como un científico, con dos androides detrás de él. Me coloco delante del hoyo para que no se note mi plan de escape.
El científico loco: A ver… Necesito un hombre adulto sano para el siguiente experimento… Hmm, el niño es joven, la mujer se va a librar porque necesito un hombre, esos dos son muy viejos, chico, ese color morado no me gusta…

Menos mal, al fin eso me salvó de algo. El científico loco mira al hombre que estaba inconsciente, que se acaba de despertar.
El científico loco: ¡Hombre! ¡¿Pero qué tenemos aquí?! Creo que cumples con todos los requisitos que necesito…

El hombre susurra algo que no consigo oír.
El científico loco: Ven aquí, si no va a ser casi nada…

El hombre se mueve hacia la pared que está más lejos de ese desquiciado, mientras este último le ordena a los robots:
El científico loco: ¡Chicos, a por él!
El hombre: ¡No!

El científico loco abre la puerta y los humanoides se llevan al tipo…

No, no hay tiempo para distraerse, él ya no tiene solución, tengo que acabar de hacer el hoyo para salir de este maldito lugar…

¡No-androide detectado! (AU Fnaf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora