Recuerdos del pasado

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Pov Dude

Cuando Scott y yo entramos en la habitación lo siento en la cama y cierro la puerta.
Yo: Bueno… ¿ya te encuentras mejor?

Asiente.
Scott: No sé qué me ha pasado…
Yo: Te lo has estado guardando mucho tiempo, en algún momento tenías que explotar…
Scott: Sí… Supongo que habrá sido eso…
Yo: Bueno… Si en algún momento necesitas desahogarte ya sabes que siempre me tienes a mí.
Scott: No quiero molestarte…
Yo: Oh, no es ninguna molestia…

Scott se tumba y apoya su cabeza en mi regazo.
Scott: Acaríciame, por favor…
Yo: Oh, por supuesto… ¿Algo más que te preocupe que me quieras contar?

Scott se queda en silencio unos segundos.
Scott: Hay algo que no deja de perseguirme…
Yo: Uh, ¿el qué?
Scott: Pues mira…

Pov Scott

Eran ya altas horas de la noche. Llevaba tiempo (horas, días, semanas, meses, prácticamente el año entero) estudiando frente al escritorio, lleno de papeles desordenados y una taza de café que había rellenado ya unas cinco o seis veces en esa misma noche. El sueño empezaba a vencerme cuando me sobresaltó el ruido de Vincent saliendo de su habitación.
Vincent: ¿Aún sigues despierto?
Yo: ¡Je! ¿Y tú? ¿Qué haces despierto?
Vincent: Tengo que salir un momento, er, me siento un poco mareado e iba a ir a tomar el fresco…
Yo: ¿Quieres que te acompañe?
Vincent: Oh, no, no hace falta, creo que puedo yo solo. Tú quédate estudiando. Si tardo no te preocupes…
Yo: Si te encuentras peor me llamas o algo.
Vincent: Vale. Adiós.
Yo: Adiós…

Seguí estudiando. Estaba frustrado. Daba puñetazos en la mesa. No sé si lo comenté, poco antes de que Dude, Vincent y yo comenzáramos la universidad, había oportunidad de repetir los exámenes. Pero, con los avances tecnológicos y las automatizaciones de casi todo, se redujeron el número de trabajos y aumentaron las demandas de empleo.

Hubo uno al que se le ocurrió que la solución sería, para estar seguro de que se escogiesen a los trabajadores mejor preparados, que en la universidad se hicieran pequeñas pruebas a lo largo del año, para ir eliminando a los que no aprobasen o los que sacaran notas bajas. Y al final de cada año habría un gran examen final donde sólo se escogerían a los mejores. En ese año solamente cinco, incluyéndonos a Dude y a mí, habíamos llegado a ese terror de los exámenes.

Vincent se había perdido por el camino hacía un par de pruebas, junto a muchos otros. Los que no aprobaran o no se presentaran no obtendrían la titulación o se les entregaría una de mucha menor importancia. Todo esto sin posibilidad de repetición ni de escoger otra carrera. No importaba si estabas enfermo, si se te moría un familiar o cualquier situación que no te permitiera asistir o que afectara a tu nota, no había más oportunidades. En el mundo del mañana no había cabida para gente débil que se enferma, ni para personas que pudieran tener un mal día, ni para personas que vean en otras situaciones algo más importante que el trabajo o los estudios. En definitiva, en el mundo del mañana no había cabida para los seres humanos.

Estaba a punto ya de darme de cabezazos con lo primero que me encontrara cuando oí abrirse la puerta de la habitación de Dude.
Dude: ¿Qué haces despierto y haciendo tanto ruido?
Yo: Estudiando. Ya sabes que mañana es el examen final…
Dude: Oh, lo harás bien, como siempre…
Yo: ¡Pero es que no se me queda nada!
Dude: ¿Tú? ¿Nada de nada? ¿En serio? No me lo creo.
Yo: Bueno, algo me sé, pero seguro que no lo pregunta…
Dude: Ay, Scott, siempre igual… ¿Quieres que te examine?
Yo: Sí, venga…

Tras un buen rato preguntándome las respondía todas correctamente y de forma completa, con incluso más contenido del incluido en los apuntes (los extensos, no los esquemas), hasta que fallé una suelta y de poca importancia…
Dude: Hmm… Me temo que esa no es la respuesta…
Yo: ¡¿No?!

Dude me enseñó los apuntes.
Dude: Mira… Creo que te ha fallado el signo menos.
Yo: ¡Lo sabía, no sirvo para nada! ¡Me van a suspender!
Dude: Wow, tampoco exageres, lo has respondido todo correctamente…
Yo: ¡Claro, aquí tranquilo y con los apuntes recién leídos! ¡A ver en el examen! ¡Me bloquearé antes de leer el primer enunciado, lo estoy viendo venir!
Dude: Estás exagerando… No tienes que saberte absolutamente todo.
Yo: ¡Claro! ¡Porque te conformas con sacar un 6 o un 7!

Lo cogí de los hombros y lo sacudí con fuerza.
Yo: ¡No te enteras! ¡Estos exámenes son serios! ¡Estos exámenes nos dirán nuestro futuro!

Dude me miró con lástima y se giró hacia el reloj. Las cuatro de la mañana.
Dude: Deberías irte a dormir. Si no, entonces sí que sacarás una nota baja…
Yo: ¡Ah, gracias por animarme! ¡¿Y ahora qué hago?! ¡¿Duermo o estudio?! ¡¿Estudio o duermo?!
Dude: Duermes, estudias cinco minutos antes del examen y punto.

Se oyeron agudos chillidos en la calle, acompañados de una grave pero alta risa.
Yo: ¡¿Quién demonios está dando esos gritos en la calle?!
Dude: ¡Y yo qué sé!
Yo: ¡¿Y quién se ríe así?!
Dude: Me recuerda a Vincent…
Yo: Ah, sí, me dijo hace un momento que salía, que se sentía mareado o algo así… Esa risa no me gusta nada. Y esos gritos… Voy a preguntarle…

Cogí el móvil y le mandé un mensaje: "Vincent, estás tardando, estás bien?"
Dude: ¿Y bien?
Yo: Escribiendo… Escribiendo… Escribiendo… "Estoy bien, en nada subo" Punto y coma, cierra paréntesis.
Dude: Menos mal…

Alguien llamó a la puerta de forma apresurada.
Yo: ¿Sí?
Vincent: Soy yo, Vincent. Abre.

Abrí. Vincent entró corriendo y se encerró en su cuarto.
Dude: ¡¿Vincent?! Ya me imagino que estarás deseando dormir, pero esta manera de entrar…

Vincent respondió riendo nerviosamente.
Vincent: Si alguien pregunta no estoy.

Se volvieron a oír toques en la puerta.
Yo: ¿Sí?

Se oyó una voz femenina al otro lado.
Mujer policía: La policía, ábranos.

Abrí.
Yo: Buenas noches, ¿qué les trae por aquí?
Hombre policía: Menos saludos, chaval. ¿Acaba de entrar aquí un hombre de piel morada?
Yo: Er, sí… ¿Por qué lo preguntan?
Mujer policía: Se ha producido un asesinato de cuatro niños en esta misma calle y él es el principal sospechoso. ¿Dónde se encuentra?
Dude: Er, se metió en la habitación corriendo…

Se oyeron gritos desde la habitación de Vincent.
Vincent: ¡Dude! ¡Scott! ¡Traidores!

El hombre policía entró en la habitación, y se empezaron a oír gritos y ruidos de pelea.
Yo: ¡Vincent!

Intenté dirigirme a la habitación, pero la mujer me agarró del brazo.
Mujer policía: No se acerque, puede resultar herido.
Yo: Pero…

En ese momento los ruidos pararon; y Vincent salió de la habitación esposado, manchado de sangre y dando gritos.
Vincent: ¡Traidores! ¡Malditos traidores!
Yo: Vincent, pero… ¿Por qué…?
Vincent: ¡No te importa!

Me intentó escupir y falló.
Mujer policía: ¿Tienen alguna relación de parentesco con este hombre?
Yo: Er, sí, soy su hermano…
Mujer policía: Pues tendrá que venir a los juzgados por la mañana, a las ocho.
Yo: ¡No! Pero… ¡Tengo los exámenes finales!
Hombre policía: La ley y la seguridad son más importantes que eso.
Yo: ¿Pero qué les voy a decir a los de la univers-?
Hombre policía: Eso haberlo pensado antes de dejar a su hermano por ahí sin vigilancia. Y ni se le ocurra faltar, si no quiere pudrirse en una celda junto a su hermano. Buenas noches.

Se fueron con Vincent. Me quedé en silencio, con un nudo en la garganta y otro en el estómago.
Dude: Scott…

Sin querer escuchar a nadie tiré con ira todo lo que había encima del escritorio.
Yo: Me voy a dormir, buenas noches.

Vincent fue condenado a ir a la cárcel, no recuerdo por cuánto tiempo, pero meses más tarde hubo un ataque de robots en la prisión, fue uno de los primeros. Vincent se vio obligado a escapar, tuvo que pedirme ayuda a mí por lo del refugio y la comida, y no fui capaz de negársela… Aún no sé si me arrepiento de ello…

¡No-androide detectado! (AU Fnaf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora