Conversación con Kevin

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Pov Dude

Vuelvo con Vincent a la sala.
Yo: Hala. Voy a hablar con Kevin.

Señalo a Vincent.
Yo: Lo quiero de una pieza cuando vuelva.

Me acerco a Vincent y le susurro.
Yo: Si te hacen algo pegas un grito.

Vincent asiente. Me acerco a Kevin y lo dirijo donde el laboratorio. Me siento en la camilla.
Yo: Siéntate.
Kevin: No... No, gracias.

Me encojo de hombros.
Yo: Como prefieras.

Nos quedamos en silencio unos segundos. No sé cómo comenzar la conversación, así que prefiero esperar a que Kevin empiece.
Kevin: Aún... Aún no me puedo creer que Vincent...
Yo: ¿Ajam?
Kevin: No me puedo creer que él... Y que no me lo haya dicho...
Yo: Mira, te lo explico. A nosotros nos conoce desde hace más tiempo, y no nos lo ha dicho hasta ahora. De hecho, a mí me lo contó esta mañana. Me pidió que no se lo dijera a nadie, pero decidí obligarlo.
Kevin: Bien hiciste.
Yo: No. Mala idea. Él no quería que se lo dijese a nadie porque os lo quería contar por él mismo. Y se me ocurrió que sería buena idea cuando estaba recién levantado. Vincent tiene razón, nunca se deben de tomar decisiones cuando te acabas de despertar.
Kevin: Pero... ¿Por qué él...?
Yo: Te lo resumo. Los detalles te los puede contar él. Básicamente lo echaron de la universidad por no llegar a la nota necesaria.
Kevin: ¿Pero eso no hay más oportunidades o...?
Yo: Tú no has ido a la universidad, ¿verdad?
Kevin: No.
Yo: ¿Qué querías estudiar?
Kevin: Filología hispánica.
Yo: Ah, eres de letras. Dicen que esas asignaturas son las más fáciles, aunque a mí lo único que me hicieron fue bajarme la media. En fin, esa universidad donde hay más oportunidades era la de hace años, de la que te hablarían tus padres. Pero hubo un gracioso de allá arriba que decidió que era buena idea que solamente se sacaran los títulos las personas que aprobaran a la primera, sin posibilidad de repetir o de escoger otra carrera. Los que eran eliminados tenían que buscarse la vida trabajando en bares o similares, empleos cuyas vacantes se agotaron rápidamente desde que se puso en práctica esta ley.
Kevin: ¿Eso es legal acaso?
Yo: Lo que deciden los que ponen las leyes es siempre legal. Hay personas ahí arriba que no deberían estar allí.
Kevin: ¿Y cómo que te echan? Yo es que nunca fui, mis padres estaban intentando ahorrar para que yo fuera hasta que llegó lo de los robots.
Yo: Para empezar, tienes que tener el dinero y la nota de corte, con la que, por cierto, tuvieron otra de sus "genialísimas" ideas de que todos los años se mantuviera o subiera, pero que nunca bajara. Eso eran unos veinte por clase, los mejores años. Luego, como una vez al mes, te hacían una "pequeña" prueba de varios temas, eliminando a las personas suspensas. Que no se te ocurriera jamás copiar, a menos que tuvieras a un amigo para distraer al profesor pidiendo sacar una hoja. En fin, y para rematar, estaba el gran examen final. En ese solamente yo pasé el examen, de cinco personas que había y cuatro que se presentaron. Y Vincent cayó en una de esas "pequeñas" pruebas anteriores. Es verdad, lo olvidaba, el faltar a una prueba, con motivo justificado o no, es causa también de expulsión que, aunque no viene a cuento, fue por eso por lo que expulsaron a Scott.
Kevin: ¿Se puso enfermo, le dio un ataque de nervios de los suyos, o cómo va la cosa?
Yo: No. Fue obligado a ir al juicio por el crimen de Vincent, el cual cometió el día antes del gran examen final. Scott debería haber pasado la prueba, y es por eso que se la pasa recordándole a Vincent que le ha j*dido la vida. En fin, creo que me estoy yendo por las ramas.
Kevin: Asesinatos, j*derle el examen a Scott, los robots... Cuánto daño ha hecho Vincent, ¿no?
Yo: En una sola noche. Y su única intención era la de asesinar. El resto fueron daños colaterales.
Kevin: Ya, "daños colaterales"...
Yo: Continúo. El caso es que, después de que lo echaran de la universidad, intentó buscar trabajo por las casas, ofreciendo sus habilidades como programador. Pero nadie lo aceptó, por no tener título universitario. Algunos hasta lo amenazaron de muerte.
Kevin: ¿Cómo de muerte?
Yo: Algunas personas portaban armas. Lo amenazaron con cuchillos y escopetas.
Kevin: Están enfermos.
Yo: No lo niego. El caso es que la noche antes de nuestro examen final, Vincent tuvo pesadillas que le hicieron decidir que tendría su venganza. Pero al saber que esas personas estaban armadas decidió ir a por los niños.
Kevin: Pero tu hermana…
Yo: Mi padre también lo rechazó, aunque amablemente. Supongo que en su ira lo incluyó también a él. Ojo, que tampoco estoy diciendo que lo que hizo Vincent estuviera bien, ni mucho menos.
Kevin: Eso espero. Aún así…

Me levanto, me acerco a Kevin y le coloco una mano en el hombro.
Yo: Me quedan aún dos personas con las que hablar. La última decisión de lo que harás con Vincent la tienes tú.

Y salgo del laboratorio.

¡No-androide detectado! (AU Fnaf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora