¡No-androide detectado! (AU Fnaf)

Melancolía

Pov Vincent

Tras contarle todo, tanto Dude como yo nos quedamos en un incómodo silencio, el cual rompo tras unos minutos.
Yo: Dude, lo…

Me quedo incapaz de terminar la oración. Dude suspira y me responde, con la voz rota y sin mirarme a los ojos.
Dude: No… No importa. Es cosa del pasado, supongo.

La barbilla le tiembla, como si fuera a llorar. Me acerco a abrazarlo, pero me aparta. Es la primera vez que Dude le rechaza un abrazo a alguien.
Dude: No… No te acerques a mí. Por favor, vete, necesito estar solo.
Yo: No le vas a decir nada a Scott ni a Kevin, ¿verdad?

Dude duda por unos segundos.
Yo: Por favor. Quiero decírselo yo mismo.
Dude: Si es por eso vale, no se lo diré a ellos. ¿Y a mi padre?
Yo: Tampoco. Te prometo que pronto se lo contaré a todos.
Dude: Está bien. Déjame solo, por favor…
Yo: Ok…

Salgo de la habitación, cierro la puerta, y entro donde Kevin y Scott, los cuales siguen sentados en la cama.
Kevin: ¿Qué tal la herida?

Les respondo con un hilo de voz.
Yo: Bien. Perdón que no quiera hablar, creo que necesito dormir un poco más.

Me tumbo en la cama.
Scott: ¿Y Dude?
Yo: Dijo que él también necesitaba dormir. Y que no lo molestaseis.
Scott: Está bien. En ese caso vamos saliendo de aquí.
Kevin: Sí. Que duermas bien.

Kevin me da un beso en la mejilla que me hace sentir una completa escoria.

Pov Scott

Salgo de la habitación con Kevin, me tumbo boca arriba en un sofá mientras él se sienta en este. Nos quedamos en silencio unos segundos hasta que decido sacar tema de conversación.
Yo: Bueno, ¿qué tal te va con mi hermano?
Kevin: ¿Uh? No entiendo.
Yo: Oh, vamos, no disimules, se os nota a kilómetros de distancia. Me enorgullece que seas mi cuñado.

Kevin se sonroja y ríe.
Kevin: Ah, bueno, empezamos hace unos días, tampoco es para tanto. Y a ti, ¿qué tal te va con Dude?
Yo: Ah, bien. Nosotros también llevamos como una semana juntos. ¿Tanto se nos nota?
Kevin: Bastante, pero sobre todo es por los comentarios de Vincent.
Yo: Lleva con esa coña desde la universidad.

Continuamos la conversación durante cerca de un par de horas, contando anécdotas del pasado. Kevin me dijo que antes del ataque de los robots su familia estaba ahorrando para que fuera a la universidad, que quería estudiar no sé qué cosa de letras.

Miro el reloj y noto cómo ha volado el tiempo. Me levanto del sofá y me dirijo a mi habitación.
Yo: Voy a ver a Dude.
Kevin: ¿Seguro? Vincent dijo que-
Yo: Nah, da igual, no creo que se vaya a despertar porque entre unos segundos.
Kevin: Así que te gusta verlo dormido. No sé qué tan siniestro se puede considerar eso.
Yo: Acabas de parecer Vincent. Como sea.

Entro en la habitación y cierro la puerta, pero el sonido de la puerta despierta a Dude. Abre los ojos, enrojecidos y con los párpados ligeramente hinchados. Le acaricio la mejilla. Está ardiendo. Él vuelve a cerrar los ojos y respira con calma.
Yo: ¿Has estado llorando?

Dude me responde, musitando.
Dude: Nada, sólo… Un mal sueño…
Yo: ¿Qué ocurría?
Dude: Mi hermana…

Le paso la mano por el cabello y bajo por su espalda hasta su cintura. Dude se incorpora con torpeza, se sienta y se apoya (o más bien se deja caer) en mí, sin fuerzas. Nunca lo he visto así de desanimado, ni siquiera cuando sacó un 5,01 en uno de los exámenes de la universidad. De hecho, lo noto más decaído ahora que cuando le dieron la noticia de la muerte de su hermana en su momento.
Yo: ¿Tan malo era ese sueño?

Dude asiente. Le pongo una mano en el hombro. Él se gira y me abraza, sollozando en mi hombro.
Dude: S-Scott…

Lo abrazo de vuelta, dándole palmadas en la espalda.
Yo: Ya está… Sólo ha sido un sueño… Ya está…

Al cabo de un rato Dude se tranquiliza y respira con más lentitud.
Yo: ¿Quieres contarme el sueño? Igual te sientes mejor. Ya sabes, los sueños no parecen para tanto cuando se los cuentas a alguien.
Dude: No… No importa. Se me pasará en un rato, supongo.

Se oye un ruido en la puerta y Kevin entra. Dude y yo nos separamos del abrazo.
Kevin: Sabía que lo despertarías.
Dude: No importa, ya estaba despierto.
Kevin: No me lo creo. Por cierto, ¿te ha pasado algo? Tienes los ojos rojos.
Dude: Nada, una pesadilla.
Kevin: Ajá… ¿Quieres cont-?
Dude: No.
Yo: ¿Vincent sigue dormido?
Dude: Vincent…
Kevin: Sí. Me aburría y decidí entrar aquí.
Dude: Vincent…
Kevin: Sí, Vincent, ¿qué ocurre con él?

Dude parece recuperar todas sus energías en un segundo. Se limpia las lágrimas y se levanta de un salto, con expresión firme y decidida.
Dude: Vamos a despertarlo.
Kevin: Pero-
Dude: Ni peros ni peras. Nos vamos a su habitación ahora, y vosotros no os separéis de mí en ningún momento. ¿Entendido soldados?
Kevin: Sí-sí…
Dude: He dicho: ¿entendido soldados?
Yo: ¡Sí, mi general!
Dude: Perfecto. Seguidme.

Seguimos a Dude hasta la habitación de Vincent. Dude abre la puerta con vehemencia y agita con fuerza a Vincent para despertarlo, sujetándole por…
Kevin: ¡Pero no lo sujetes por-! La herida…
Dude: ¡Me la pela! ¡Recluta, a levantarse!
Vincent: Pero… ¡Ay! ¡Por la herida del hombro no!
Dude: ¡El dolor físico se puede ignorar, recluta! ¡Ahora levántese! ¡Tiene cinco minutos para preparar sus cosas y arreglarse!
Vincent: ¿Y este rollo militar ahora? ¿Se te ha fundido un chip o algo?
Dude: ¡Recluta, le quedan cuatro minutos para preparar sus cosas!

Vincent se rehace la coleta y va a por su cuchillo.
Dude: Oh, no, no, no, a donde vamos no va a necesitar eso, recluta.
Vincent: ¿Y a dónde se supone que vamos?
Dude: Disculpe, recluta, creo que no lo he oído bien.

Vincent rueda los ojos y suspira.
Vincent: ¿A dónde se supone que vamos, mi general?
Dude: A ver a mi padre.