¡No-androide detectado! (AU Fnaf)

Ira

Pov Dude

Al cabo de varias horas me despierto con Scott acariciándome el cuello y las mejillas.
Scott: ¿Cómo te encuentras?
Yo: Mejor… ¿Qué hora es?
Scott: Es algo tarde. No te preocupes, tú descansa. Voy a traerte algo para desayunar.

Se va, vuelve al rato con unas galletas y me las da.
Yo: Gracias…

Empiezo a comer mientras Scott me revisa las heridas.
Scott: Bien… Así a la luz del día no se ven tan mal… El ojo no está muy hinchado y los cortes se ven bien. Genial… Por favor… No me vuelvas a asustar así…

Vincent y Kevin entran a la habitación.
Vincent: ¿Qué tal ha dormido nuestra princesa?
Yo: Bien…

Vincent se gira hacia Scott.
Vincent: ¿Y nuestra todavía más princesa?

Scott realiza un gesto de indignación y Kevin se sienta a mi lado.
Kevin: ¿Qué tal estás?
Yo: Mejor que anoche…
Kevin: ¡Menos mal!
Vincent: Me pregunto cómo llegaron esas cosas hasta acá…

Scott me lanza una mirada acusadora.
Scott: Oh, sí, me pregunto cómo nos encontrarían… ¿verdad, Dude?
Yo: Er, bueno, sería casualidad, como a todos…
Scott: Chicos, si nos lo permitís, me gustaría hablar a solas con Dude…
Kevin: Oh, por supuesto.

Vincent me mira de forma pervertida.
Vincent: Uh, ¿a solas?
Scott: Calla y vete.
Vincent: Okey…

Vincent se va de la habitación con Kevin. Tengo miedo de que Scott me regañe o algo…
Yo: Esto, yo…

Scott cierra la puerta intentando no dar un portazo, y se dirige hacia mí apretando los puños bajo sus bolsillos.
Scott: Así que… Te siguieron hasta aquí…
Yo: Scott, yo…
Scott: Te avisé que era peligroso, que no quería perderte… Y aún así…

No sé qué responderle.
Scott: Voy a salir un momento…

Él sale de la habitación y yo me levanto.
Yo: ¡Scott!

Me quedo un momento enfrente de la puerta, hasta que comienzo a oír gritos y salgo.
Scott: ¡No quiero que me digas nada!
Vincent: ¿Y yo qué te he dicho ahorita?
Scott: ¡De todo!
Yo: ¿Y ahora por qué discutís?
Scott: ¡Cállate! ¡No te acerques ni un milímetro más!
Yo: Pero…
Kevin: ¿Qué ha pasado aquí?
Scott: ¡Cállate, robot de m*erda!

Kevin se queda paralizado.
Vincent: ¡Hey, eso es pasarse!
Scott: ¡Cállate tú también! ¡Tú sólo sabes estropearlo todo! ¡Te odio! ¡Os odio a todos!

Scott sale fuera de la casa con un portazo, llorando y dando gritos.
Yo: ¡Scott!
Vincent: ¡Eso es casi un suicidio!
Yo: ¡¿Pero qué ha pasado?!
Vincent: Y yo qué sé. Cuando salió de la habitación sólo le pregunté que de qué habíais estado hablando y se puso a gritarme así porque sí. Para una vez que no hago nada…
Yo: Arg, voy a por él…

Salgo de la casa. ¿Y ahora por dónde se habrá metido? ¿Habrá corrido lo más lejos y rápido posible? ¿Y hacia qué dirección?

En medio de estas preguntas escucho unos llantos muy familiares. Miro por detrás de la casa. Y ahí está Scott, sentado en el suelo, hecho bolita y llorando. Doy un suspiro de alivio y me acerco a él.
Yo: ¿Scott?

Scott llora y da unos gritos más fuertes.
Yo: Ay, Scott…

Me siento junto a él, a lo que Scott se aleja unos centímetros y me grita:
Scott: ¡¿Qué quieres?! ¡¿Me ves como un completo cobarde por no alejarme más de dos metros de la casa?! ¡Perdona, pero no todos somos unos imprudentes como tú!
Yo: Scott…
Scott: ¡Scott, Scott! ¡¿Es que no sabes decir otra cosa?!
Yo: Tranquilízate. No estás pensando con claridad…
Scott: ¡¿Para qué?! ¡¿Después de lo que he dicho os vais a volver a acercar a mí?! ¡¿A dirigirme la palabra acaso?! ¡Lo dudo mucho! ¡Y no pienso parar ahora! ¡Tengo mi orgullo!
Yo: Sólo escúchate lo que estás diciendo… Mira, no te vamos a odiar por esto, te disculpas y punto.
Scott: ¡Ja! ¡¿De qué sirve eso?! Decir unas palabras… Lo siento, lo siento… ¡¿Y qué más?! Esperar a que te respondan con otras palabras… Te perdono, te perdono. ¡¿Y con eso basta?! Sí, muy lógico todo…
Yo: Sirve para que vean que estás arrepentido y que no quisiste decir eso. Ahora dime… ¿Realmente es eso lo que opinas de nosotros?