¡No-androide detectado! (AU Fnaf)

Confesión

Pov Vincent

Dude y yo nos dirigimos a las habitación de él y Scott, mientras voy reflexionando sobre lo que estoy a punto de decirle.
Dude: ¿Y bien?
Yo: Bueno, no he podido evitar pensar en esto cuando estabas hablando sobre lo de la muerte de tu hermana y... Creo que es momento de decirlo ya.
Dude: ¿Ajá?
Yo: Me tienes que prometer que no se lo vas a contar ni a Kevin ni a Scott. Al menos por ahora.
Dude: Er... ¿Prometido?
Yo: Júralo.
Dude: Está bien, juro que no diré ni palabra a ninguno de los dos.
Yo: Bien. Respecto a lo del "accidente" del laboratorio de tu padre...
Dude: ¿Ajá?
Yo: Bueno... Puede que no fuera tan accidente...

Dude da un respingo y se aleja un paso de mí.
Dude: Vincent, no me j*das ahora.
Yo: Después de que me echaran de la universidad por ese 4,87 que saqué en el examen decidí seguir practicando la reprogramación de robots... Por mi cuenta. Intenté buscar trabajo en cinco sitios, pero en todos me rechazaron por no tener el título. El primero de esos sitios fue el laboratorio de tu padre. Él me dijo que me habría dejado trabajar con él, pero que se metería en un lío por ello. Al menos él fue amable, no se merecía lo que le hice. En el resto de sitios me echaron a patadas. Había gente con armas y todo. Estamos locos, aunque no los culpo, puesto que aquí el rey de los locos soy yo. Cuando ya me habían echado del quinto sitio...

Flashback

Yo: Mire, señor, de verdad que necesito el trabajo, se me da bien programar, le puedo hacer una demostración gratis y-
Señor: Cállese. Haga el favor de salir de mi vista y váyase a buscar trabajo en un bar, como todos.
Yo: ¡Los puestos en los bares están todos ocupados!
Señor: Entonces hágale un favor a este mundo y mátese, como todos.

En ese momento me cerró la puerta en las narices. Eran cerca de las nueve y estaba anocheciendo. Me dirigí al piso donde vivía con Dude y Scott. Al entrar me encontré a Dude tumbado en el sofá, echándole un vistazo a los apuntes con desinterés. Mientras, Scott estaba sentado en un desordenado escritorio, cuya superficie se encontraba oculta bajo montones de apuntes, papeles, y una taza de café. Me coloqué a su lado y le señalé la oscura bebida.
Yo: Scott, no son ni las nueve.
Scott: Me da igual. Es sólo por si acaso.
Yo: ¿Cómo lo llevas?
Scott: Fatal. No me entra nada.

Dude apartó la vista de los apuntes.
Dude: Anda, exagerado. Llevas estudiando desde que acabamos el anterior examen, antes de que diéramos temario.
Scott: Y no es suficiente. Debería de haber estudiado en vez de haber salido con vosotros.
Dude: Fue una vez, a tomar algo un par de horas para celebrar que habíamos aprobado aquella prueba.
Scott: Si tu 8,67 te parece motivo de celebración...
Dude: ¿Tu 9,2 no te lo parece?
Scott: 9,18. Y no, no me lo parece. Aquí no se celebra nada hasta que no nos den el título. Si nos lo dan.

Scott le dio la vuelta a una de sus millones de hojas y leyó su contenido.
Scott: ¡J*der, ¿qué c*rajo es esto?! ¡¿Esto cuándo lo dimos?!
Dude: A ver.

Scott le pasó la hoja a Dude, y él la miró por encima.
Dude: Lo dimos hace dos días.
Scott: ¡Venga ya, no hay quien estudie si dan las cosas hasta el último día!

Se me ocurrió hacer una pequeña prueba.
Yo: Scott, ¿me dejas tus apuntes?
Scott: ¡Ni de coña, que me los estropeas!
Yo: En fin, Dude, ¿me dejas los tuyos?
Dude: ¿Para qué?
Yo: Para ver qué estáis dando.
Dude: Ahí tienes.

Observé uno de los gráficos en uno de los papeles. Cogí una hoja en blanco y lo garabateé, cometiendo errores a posta. Deslicé la hoja por encima de los apuntes de Scott, quien la cogió y me miró furioso. Luego se giró hacia Dude, con la misma expresión.
Scott: Dude, ¿estos son tus apuntes?