Capitulo 2. Welcome back

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Nueve meses después del accidente de Max llegue al Aeroport Nice Cote d'Azur, tome el helicóptero y en menos de 10 minutos estaba en el helipuerto de la ciudad.

-Am!-, llamo Max levantando la mano apenas baje del helicóptero. Me apresuré a llegar hasta el y me abrazo.

-Gracias por hacer esto Am!-, me susurró al oído cuando aún estábamos abrazados.

-Ni lo menciones campeón!-, le di una ligera palmada en el pecho. Max caminaba con un bastón y eso me partió el alma. El siempre disfruto de correr, hacer ejercicio, conducir... ese día me prometí que haría lo que fuera por que saliera de esto.

-Y donde está Bianca?-, lo mire de refilón elevando las cejas.

-No se sentía bien-, frunció el ceño y desvío la vista... siempre que hacía eso yo sabía que estaba mintiendo.

-Que anda mal Maxi?-, lo mire directo a los ojos. Estábamos en la puerta esperando el auto.

-El tratamiento no funcionó... otra vez!-, se notaba bastante desanimado.

-Oye!, esos tratamientos toman su tiempo, ya verás que todo saldrá bien-, le di un golpecito con mi hombro y subimos al auto.

Llegamos a la casa de Max que es tan grande como un palacio. Tiene cinco habitaciones con baño privado, una cocina enorme, zona húmeda y una piscina bastante grande. En el garaje caben cinco autos perfectamente y lo mejor de todo, una hermosa vista al mar.

Max me llevó a la que sería mi habitación y realmente fue más de lo que esperaba. El piso es en mármol color beige y las paredes de color palo de rosa. La cama es doble con un colchón súper suave y un tendido acolchado color púrpura, a ambos lados de la cama había una mesa de noche en madera oscura y sobre ellas dos hermosas lámparas en cerámica a juego.

El ventanal de la habitación colindaba con un pequeño balcón con vista al exterior donde se podían ver el mar y los veleros que iban transitando. Pero lo más impresionante de todo fue el vestier, casi de la mitad del tamaño de la habitación, con percheros y cajoneras a cada lado y un espejo de techo a suelo en la pared frente a la puerta.

***

Revise la rodilla de Max y las imágenes de la resonancia, la rodilla no respondería bien a la rehabilitación porque se había formado una fibrosis, así que decidimos hablar con los ortopedistas encargados del caso de Max, juntos decidimos que lo mejor sería una tercera cirugia, una artroscopia para liberar la fibrosis, eso no le gustó para nada a Max.

-Estas bromeando Am?-, frunció el ceño y el tono de su vos era de disgusto.

-lamentablemente no Maxi, tenemos que liberar la fibrosis para empezar de nuevo la rehabilitación, tratar de ejercitar así sería hacerte más daño-, le dije mirándole a los ojos.

-Estas segura Am?-, demonios!, esa frase me traía recuerdos. Asentí.

-Es una cirugia pequeña Max, en tres días podrías volver a rehabilitación-, le dije sonriendo y tomando su mano.

-Está bien Am!, confió en ti-, pasó su brazo por mi hombro, me atrajo a el y me dio un beso en la cien.

***

La cirugia se programó en menos de una semana, la cuestión fue que ese mismo día le harían otra in vitro a Bianca y esas cosas no se pueden programar, solo hay un momento ideal para hacerlo y hay que aprovecharlo... lo malo fue que ella no se lo tomó para nada bien.

-Bromeas Max!, es el día de la in vitro!-, dijo Bianca en tono de vos elevado cuando Max le dio la fecha de su cirugia.

-Lo se Bianca, pero es la fecha que dieron los doctores, no puedo organizar su agenda y esto es importante-, contra atacó Max.

ALQUILE MI VIENTRE y vendí mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora