-He sido un verdadero imbecil Am!, hace mucho que mi matrimonio con Bianca no funcionaba y yo lo sabía, ella pasaba más tiempo fuera y haciendo sus cosas que conmigo, y yo no la extrañaba. No sé porque seguía empeñado en continuar casado con ella cuando ya sabía que no la quería, al menos no como antes...- dijo mirando a la nada, luego se llevó un trozo del estofado que mamá preparo a la boca.
Lola nos había traído de comer hasta el balcón de la habitación, yo la verdad sentía un nudo en el estómago y no quería comer nada, sólo picotee un poco y básicamente tome todo el jugo de mora.
-Entonces... si tú mismo dices que su matrimonio no funcionaba y ya no la querías igual... porque te estás sintiendo tan mal?-, le dije en vos baja y revolviendo mi comida con el tenedor.
-Me siento mal Am porque... me desconozco a mí mismo, sabía que esto no funcionaba y no hice nada al respecto, es más, me he llegado a plantear la posibilidad de que yo sospechaba que ella tenía otra persona pero me importaba tan poco que... lo deje pasar... me siento mal porque aún sabiendo que esto no funcionaba quise tener un hijo con ella, como si un hijo fuera a arreglarlo todo y termine involucrándote a ti en eso...-, Max iba a continuar cuando lo interrumpí.
-No Max, no pienses así, estos bebés han sido lo mejor que me ha pasado en la vida y se que tú también los amas!-, el levantó su rostro y me sonrió y esta vez la sonrisa sí había llegado hasta sus ojos.
-No sabes lo que me tranquiliza que los gemelos vayan a estar contigo Am!, vas a ser una excelente madre-, el estaba siendo muy sincero, lo pude ver en sus ojos y le sonreí.
-Perdóname Am, por haber sido un imbecil las últimas semanas, yo... solo quería que ella no te molestará más, quería que te dejara en paz, pero nunca quise herirte... aunque se que lo hice-, Max volvió a agachar su mirada y un nudo se subió a mi garganta.
-Tienes que salir de esto Max, tienes que volver al auto y ganar las carreras, tienes que recuperar tu vida y tu tranquilidad!-, le dije tomándolo de la mano y asintiendo.
-P-pero tú te irás y mis hijos también-, habló entrecortado y en vos baja.
No sabía que decirle, yo le había prometido a mamá que viajaríamos en dos semanas, mientras hacía todo el trámite de la valoración médica, en ese momento tendría 27 semanas y era la última oportunidad de viajar.
-Puedes tener tiempo con ellos estás dos semanas y luego podrás venir a visitarlos-, eso fue muy duro de decir y trague entero el nudo que se había formado en mi garganta.
-Dos semanas Am?, solo... dos semanas?-, susurró, me miró con ojos tristes y con sus dos cejas levantadas, y yo asentí.
-Amelia yo... se que no lo merezco pero... podrías pasar conmigo esas dos semanas antes de irte a América?-, Max me miró con esa expresión en sus ojos que me derretía e hizo ese gesto con las cejas al que no podía decirle que no.
-Max, estoy aquí con mamá!-, trataba de buscar alguna excusa válida.
-Déjame hablar con ella si?-, esos ojos suplicantes... ahhhh como decirle que no!!! y asentí.
***
Mientras Max hacía unas llamadas de trabajo fui hasta la cocina donde mamá charlaba amenamente con Lola, la aparte un poco y hable con ella. Le conté lo que Max dijo, sobre Bianca y el acuerdo pre nupcial, mamá estuvo de acuerdo conmigo en que esa mujer era de temer y ambas agradecimos el hecho de que todo se había descubierto antes que los bebes nacieran... pobres mis bebes en su manos.
Mamá me conocía bien, ella sabía que yo no era capaz de dejar a Max estando así, sintiéndose tan mal y fue idea de ella que me quedara a hacerle compañía esa noche.
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ALQUILE MI VIENTRE y vendí mi alma
RomanceAmelia decide "alquilarle" su vientre a una pareja conocida, Maximiliano y Bianca. Max, su mejor amigo desde la infancia y piloto de formula 1, había alcanzado la gloria de su carrera cuando un trágico accidente lo mantuvo lejos de los circuitos po...