Capitulo 3. La decision

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Max y yo habíamos llegado de las pruebas, el ya había firmado el contrato y cada día yo veía más cerca mi regreso a América, después de todo había viajado para la rehabilitación de Max únicamente!... si, como no... hola sarcasmo!.

Max estaba haciendo prensa para fortalecer más los músculos de su pierna y yo miraba por la ventana del gimnasio.

-Max!, creo que ha llegado la hora que regrese... a casa, ya sabes, estás bien ahora-, mordí mi labio inferior, de verdad me dolía irme otra vez.

Max frenó la máquina y se incorporó, se limpió el rostro con la toalla, la colgó en su cuello, bebió del agua de su botella y al fin camino hacia mi... dio tantas vueltas sin hablar que sabía que para el también era difícil.

-No tienes que irte Am, aún no estoy del todo bien y...-, le interrumpí antes que terminara.

-Patrañas Max!, estas muy bien, mentalízate en eso okay-, fui fuerte, el no podía pensar de forma negativa.

-Cielos!, pobres tus pacientes Am-, sonrió y lo imité.

-Ya, hablando en serio, sabes que aún te necesito aquí!, al menos quédate hasta... no se, pasa Navidad aquí y ya veremos si?-, hizo ese gesto con los ojos y las cejas... demonios!, cuando iba a aprender a decirle que no.

Sonreí y el me abrazo... el sabía que eso era un Si.

Ese Diciembre hubo una gran pelea en el matrimonio Fernández - Lombardo y Bianca pasó la Navidad con sus padres en Italia. Nosotros recibimos las visita de los padres de Max que estaban más que contentos de volver a verme y que Max estuviera bien de la rodilla.

"No se porque Max no se casó contigo Amelia", dijo la mama de Max mientras cocinábamos la cena de Navidad, su comentario hizo que me subiera un nudo a la garganta y tuve que ir al baño. Después de un par de lagrimas y de componer mi maquillaje volví a la cocina, terminamos la cena y esa noche terminó siendo una de las mejores navidades que he tenido.

Max tiene una especie de fijación con comer M&M mientras ve alguna película y pude notar que no tenía ninguno de los dispensadores con forma de los personajes así que le regale el más grande que encontré... después de todo que se le puede regalar a alguien que lo tiene todo!.

-Disculpa lo poco Max, la verdad es que lo tienes todo menos eso-, le dije un poco apenada.

-Bromeas?, como te acordaste de eso?, es perfecto!, además tú ya me diste el mejor regalo, viniste aquí y me ayudaste, más de lo que siquiera llegue a pensar!-, me abrazo y me dio un beso en la cien.

Quisiera decir que su regalo fue como el mío pero obvio no, me regalo una pulsera en oro rosa con dos dijes, una M y una A. Cuando niños hicimos unas pulseras en cordel con nuestras letras y las llevábamos como pulseras de la amistad... puede ser más perfecto?, cómo diablos se supone que lo supere si hace eso, no quiero ni imaginar el día que me vaya.

Bianca regresó de Italia antes de año nuevo y hubo reconciliación... yehhhh, hola de nuevo sarcasmo.

Decidieron buscar candidatas para alquilar el vientre, lo cual resultó ser bastante agotador, entrevistas y desilusiones a la orden del día. Eso sin hablar del papeleo que prepararon los abogados.

ALQUILE MI VIENTRE y vendí mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora