Capitulo 35. La pelea

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De la agencia llegaron dos niñeras, la señora Feith y la señora Carmen, ambas de unos cuarenta y algo, debíamos probarlas por unos días y ver si nos agradaban.

Max era súper exigente con las niñeras, todo el tiempo estaba al pendiente evaluándolas. Mamá y la señora Carolina se encargaron de enseñarles todo como nos gustaban las cosas y yo para ser honesta tenía mi atención únicamente centrada en mis bebes.

Ese día estaba sentada en la silla mecedora con Amy pegada a mi pecho, le tarareaba una nana para que se durmiera ya que Max Junior estaba llenito y durmiendo, cuando escuché una algarabia proveniente de la primera planta.

La señora Carmen entró corriendo a la habitación de los gemelos y me dijo que Max se estaba peleando con un hombre en la sala. Le entregué a Amy y salí lo más rápido que pude a ver lo que sucedía.

-Maldito infeliz, la dejaste después que me prometiste que ibas a estar con ella siempre-, el hombre intentó pegarle un puñetazo en la mandíbula a Max pero el lo esquivo.

-Carlo cálmate, tratemos de hablarlo quiere?-, Max trataba de razonar con el hombre, tenía sus manos levantadas como diciendo que no iba a pelear.

Pero qué diablos le pasaba a Max, como es que un hombre viene a la casa y lo golpea y el no se quiere defender!.

-Lola llama a la policía de inmediato-, le dije terminando de bajar las escaleras.

-No Lola, no llames a nadie-, le dijo Max que esquivaba más golpes.

Como que no?, qué diantres le pasa a Max?

-Lola llama ya o te las verás conmigo-, dije en tono de severidad.

-Si señora, ya mismo-, dijo ella corriendo a buscar el teléfono.

-Y ahora estás con esta, la que se suponía iba a tener los hijos por Bianca-, dijo el hombre a Max,
-es una zorra, se metió entre ustedes-, espetó el hombre furioso mirándome.

Ahora sí, esto tenía que ver con Bianca y me había insultado a mi!, ahora iba a saber quién es Amelia González.

Camine hacia el hombre que me miraba atentamente, me puse delante de él y su sonrisa de suficiencia termino de colmar mi paciencia y me termine de enfurecer. Apreté mi mano derecha muy fuerte y las uñas se enterraban fuerte en la palma produciéndome dolor. Saque toda mi fuerza y lo golpee en la nariz.

El hombre calló al suelo y se tomaba la nariz con la mano, de entre sus dedos el líquido carmín se escurría a chorros y el empezó a lloriquear.

En el instante que la furia empezaba a disminuir sentí un fuerte dolor en el abdomen y me doble. Max y mamá vinieron a mi encuentro, me llevaron al sofá y el dolor fue disminuyendo lentamente con el reposo.

Lola y Feith llevaron al hombre al sillón, Feith le trajo una toalla y Lola una bolsa con hielo. El se quejaba que le había roto la nariz y yo me sentía orgullosa de ello.

-Quién es usted?-, le dije mirándolo severamente.

-Es Carlo, el papa de Bianca-, dijo Max

-Conque el papa de Bianca eh!-, le dije con una sonrisa retorcida,
-y vino aquí a reclamar por su hija, supongo?-, un poco de sarcasmo no quedaba mal.

-El la dejo en la ruina y se metió contigo, la pobre está destrozada-, hablaba raro por la nariz tapada.

-Pero supongo que ella no le dijo a usted lo que ella hizo o si?-, levante una ceja y lo mire sería.

ALQUILE MI VIENTRE y vendí mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora