Sobreviviendo a Beethoven

Miss Kelly Cooper.

Pongo el violín en mi hombro y enderezo mi espalda lo más que puedo, tratando de parecer "casual". Pero obviamente no me sale.

Bufo resignada y me dejo caer sobre una de las bancas detrás de mí. Estamos en el parque de Beethoven.

—Es inútil, no soy buena para estas cosas... 

Es tan tonto que esté haciendo esto. Cuando acepte la oferta de Ben de posar para la pagina web de la escuela, no lo pensé bien. Debo admitir que lo hice como un favor para él, ya que era la única lo suficientemente amable como para aceptar. 

Donna aseguró que era de chicos nerd aparecer en la web escolar.  Y si que tiene razón, me siento muy estúpida haciendo esto mientras a mi alrededor todos los estudiantes pasan con un toque de risa en su rostro. 

Ben sonríe dulcemente y deja la cámara de la que se estaba encargando para acercarse a mí. Es demasiado paciente conmigo, eso me avergüenza.

—Te ves bien, enserio —toma asiento a mi lado—. Tal vez... solo... —arruga la nariz— debes soltarte un poco más, te ves muy rígida.

—El violín es un instrumento muy rígido —me excuso encogiéndome de hombros.

Y si que lo es. No me imagino tocando el violín encorvada y con las piernas sobre una silla. Requiere postura... una armonía de movimientos perfecta.

Una risa sutil sale de su boca.

—Si, si. Tienes razón en eso pero... cuando tocas no te sientes acartonada ¿verdad? —alzo una ceja y sacudo la cabeza, negando—. ¡Exacto! Las fotos tienen que mostrar lo que es el violín. Eso no lo logro yo tomando las fotos, solo tu.

Muerdo mi labio inferior.

—O sea... me pides que-

—Que toques lo que más te guste tocar, yo me encargo del resto —interrumpe.

Me levanto de mi silla y vuelvo a acomodar el violín en mi cuerpo. Tomo una bocanada de aire y asiento repetidas veces, mirando a Ben.

—De acuerdo, hagámoslo. 

***

Mi sonrisa se ensancha al ver las fotos que Ben me tomó. Debo admitir que son muy buenas. Yo me veo bien, el fondo se ve bien y aunque en la mayoría tengo los ojos cerrados, puedo comprender lo que él habló de transmitir un sentimiento en las fotos.

—Son perfectas. 

Me devuelve la sonrisa.

—Es que tuve una gran modelo —bromea—, y eso que dijiste que no eras buena para esto. 

Lo golpeo en el hombro suavemente, riendo.

—Creo que los créditos son del fotógrafo —ríe—. Y debo admitir que me divertí —me encojo de hombros. 

—Yo también Ally —me rodea con su brazo, acercándome a él—. Definitivamente tenemos que repetirlo. 

Sonrío.

—Definitivamente si. 

Aunque conocía a Ben desde inicio de año, no habíamos compartido casi. Ahora puedo decir que me agrada, y mucho. Es muy dulce, inteligente y lindo.