[PAUSADA Y EN MUDANZA] Maestra... ¿Todo bien?

Capítulo 1

- Estarás bien, dulzura...– Dijo en tono conciliador.

- Gracias.... ¿Sabes? Pude venir sola.

- No iba a dejarte.

- Querías una excusa para sacar el convertible, así Jack y Alexander no te regañan porque no haberlo usado.

- Shh...

Llevaba mi bolso nuevo, cortesía de Michelle.

- No tienes que ir a dejarme, te dije que puedo llegar sola.

- El profesor Jonathan fue amable y te dio un Tour, también sé que puedes cuidarte sola. Pero necesito hablar con mi padre, en Dirección. ¿Por qué dejar que mi princesa camine?– Tomó mi mano y besó mis nudillos, haciéndome sonrojar.

- No cambias, Helena.

Me vió con malicia al detenernos en el semáforo. Una mirada digna de una diosa perversa.

- Te equivocas querida... Soy mucho peor ahora.– Mordió ligeramente mi meñique, haciéndome quedar aún más roja.

Éste será un día muy largo...

~~~

Las inscripciones fueron hace 3 semanas. Todo el trabajo duro lo hicieron Helena, Angie, Jack, Michelle y Dely. Ellas no habían dejado hacer casi nada.

Desperté muy temprano y un desayuno de pancakes con sirope y fresas me esperaba.

Angie se encargó de mi cabello, Jack de mi maquillaje, Helena de mi ropa, Michelle del desayuno, Dely la merienda.

Tendría clases hasta el mediodía.

Helena no había dejado su costumbre con la ropa. Temí que mi atuendo fuera demasiado para un primer día, con esa camisa negra tan ajustada, esos pantalones azules tan ajustados, el chaleco de igual color y la diadema negra que recogía mi cabello. Lo único familiar era la cómoda sensación de las botas de cuero negras tan gruesas.

El camino fue callado. Helena me dejó frente a mi sede. Me dio mi horario y me dió un beso suave.

- Nos vemos. Revisa tu celular, nos veremos pronto.

- Hasta luego, Helena.

Empecé a caminar con la frente en alto, intentando no parecer una chica nueva, como si llevara 5 semestres y no me muriera de nervios, atrayendo miradas curiosas.

Hasta que...

- ¡Ten un lindo día, amor mío!– Gritó Helena, para luego irse.

Mi cara debía estar coloreada de rojo, pero seguí caminando hasta el edificio, negándome a sentirme avergonzada por las muestras de, después de todo, es mi novia.

En el patio de la sede veía a mucha gente.

Mi ansiedad social se hacía vigente.

Abracé mi horario plastificado, deseando que la tierra me tragara y me escupiera lejos.

Me senté como si nada, dándole una sonrisa a los chicos mas cercanos, aunque no la devolvieron.

Eran apenas las 7 am. Me pregunté si llegaba tarde, así que fui a preguntarle a los vigilantes del edificio.

Son hombres de aspecto hostil, pero les saludé con la mayor educación posible.

- ¿Qué quieres?– Dijo el más joven.

- Me preguntaba si no podría decirme si la profesora de la clase de en... Instrucción en Diseño I esta en clase...

- Cómo se nota que eres nueva...– Dijo con mofa.