Music starts playin' like the end of a sad movie,
It's the kinda ending you don't really wanna see
'Cause it's tragedy and it'll only bring you down,
Now I don't know what to be without you aroundJulio 1995
Camila
—La estrella finalmente vivió por siempre con su mariposa porque jamás la olvidó, pasó toda la eternidad con aquellos recuerdos que había compartido con su mariposa y fue feliz con ellos —le conté dulcemente mientras André acomodaba mejor su cabeza sobre mi pecho mirando atento a cada una de mis palabras, a pesar de que su audífono aún estaba presente y sabía que podía escuchar ruidos ambientales; su audición se iba perdiendo entre medio de esos silencios que él adoraba pero que a mí solo me llenaban de miedo al no saber lo que sucedería cuando finalmente todas las opciones para que tuviera una vida normal se desvanecieran —Porque sabía que aunque no habían sido felices juntas, al menos había tenido la oportunidad de tener un breve momento de felicidad y a veces eso es mejor que un felices por siempre —terminé antes de besar su cabello haciendo que un par de risitas sonoras nacieran en sus labios de la forma más adorable que tenía, André me abrazó con todas sus fuerzas antes de darme un beso en mi mejilla dejando que todo su amor se esparciera en el fondo de mi corazón.
—Me encanta el cuento, mami —mencionó animado con sus manos y yo suspiré ante ello, sin embargo, no quería discutir esta noche por lo cuál simplemente asentí acariciando su cabello —¿Hoy no trabajas? —me preguntó enarcando la ceja y ésta vez pude escuchar como su esfuerzo por hablar se hizo presente, yo me di vuelta hacia él acariciando su mejilla y llenando de besos su rostro.
—Hoy no, mañana tengo doble turno así que te quedarás con papá todo ese tiempo — André frunció nuevamente el ceño por esa respuesta hasta que yo comencé a hacerlo cosquillas debajo de su pijama azul de cohetes — Vamos, adoras estar con papá —refuté haciendo que él riera por cada acto de cariño que salía de mí — Además irás a visitar a los abuelos con él, deberías estar más emocionado que enojado —concreté enarcando la ceja sabiendo que a él le emocionaba de sobremanera poder ver a los padres de Thiago aunque a mi realmente no me interesaba, nunca tuvimos una buena relación especialmente con su madre que jamás me aceptó como la esposa de su hijo, no obstante, nada de eso era importante cuando veía como amaban con todo su corazón a André.
—Te extrañaré — dijo intentando que la voz saliera de sus labios, lo miré por unos segundos sabiendo que cada vez se le hacía más difícil utilizar el habla para comunicarse especialmente porque solo con nosotros era capaz de hablar. Muchas veces solo se quedaba en silencio con otros niños porque tenía miedo de que ellos se burlaran por el hecho de que sus palabras sonaban con mayor dificultad que al resto es por esto que Thiago y yo habíamos decidido que al menos en el preescolar estaría en un colegio con más niños con dificultades auditivas para que pudiera relacionarse normalmente sin sentir la presión de que él era distinto a los niños en general y que no había más como él.
—Puedes hablar con señas, amor —le sugerí rendida ante ese esfuerzo, André sonrío ante ello antes de comenzar a sentarse en el borde de la cama para que pudiese ver mejor los gestos que realizaba y también para que él pudiera leer mis labios con mayor facilidad ó mis gestos —Pero intenta hacerlo más despacio de lo normal para que logre entender —respondí esforzándome por seguir la conversación a través de las señas, mi hijo sonrío ante ello sabiendo que si a él le dificultaba hablar a mí me parecía casi imposible lograr tener una conversación rápida con él con las manos porque realmente era muy mala en ello. Thiago siempre había sido mejor en ese tipo de cosas y no dudaba en comunicarse con André sin necesidad de que disminuyera la rapidez de sus señas, no obstante, yo trataba de utilizar todos mis momentos libres para practicarlas y mejorar mi vocabulario porque sabía que en algún momento sería finalmente obligatorio para comunicarme con él.
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Perfect
RandomFue en aquel momento cuando el tiempo se detuvo y las manecillas del reloj no se atrevieron a seguir girando, cuando me di cuenta de que la perfección no estaba en sus ojos, ni tampoco en la curva más bonita que tenía, ni tampoco estaba en su mirada...