Give me all your pain
And love will set you free
Give me all your shame
Put all your weight on me
And I'll be the stone that you need me to beÚltimo maratón 4 de 4
Septiembre, 2017
Toronto, Canada
Lauren
—¡Camila abre por favor!—los gritos incesantes de un pasado que se había convertido en solo cenizas en el viento volvían tratando de derrumbar mi seguridad y mi tranquilidad, no obstante, entre las memorias que ya no eran parte de la realidad simplemente suspiré y mojé mi rostro para convencerme de que aquella escena solo era parte de los cientos de recuerdos que quería olvidar de mi memoria, aquellos que habían dejado su marca tan profunda dentro de mi corazón que se me hacía imposible dejarlos ir aunque así lo deseara.
El pasado no perdonaba y eso lo sabía mejor que nadie, por lo cuál me tomé unos segundos para ver mi reflejo en el espejo notando como aquella chica perdida de hace veinte años atrás, ya no existía de ninguna forma posible, tal vez éste era el momento que todos afirmaban que se hacía presente luego de una tragedia; ese momento donde te decían que todo iba a mejorar pero uno no creía que fuese posible.
Aún seguía sin creer en ello, pero sabía que si existían momentos tristes era solo por el hecho de que se habían desatado con anterioridad momentos felices que nos daban la diferencia entre ambos estadio. Por lo cuál en algún momento la tormenta debía cesar aunque fuese por un par de minutos para que esos momentos felices volvieran a aparecer, sin embargo, el miedo estaba presente cuando en mi interior sabía que esa deuda con el destino iba a atraer momentos tristes en algún momento de mi vida.
Acomodé mi cabello intentando que una sonrisa apareciera en mis labios, sin embargo, solo conseguí algo parecido a una mueca que a mi parecer se parecía tanto a una sonrisa que dudaba qué alguien no pudiese confundirlas.
Salí del camerín antes de comenzar a caminar hacia el lugar de la entrevista, estaba tan acostumbrada a éste tipo de lugares que ni siquiera las luces golpeando mi rostro lograron molestarme como si lo habían hecho la primera vez hace más de doce años.
— Y nuestro último personaje del día y quizás el que muchos esperaron pacientes durante todo el programa es la famosa escritora qué con más de doce años en el mundo literario, más de 15 libros bajo su autoría, 60 traducciones distintas al inglés y un éxito de ventas se ha acentuado como una de las favoritas en las librerías y en aquellos que hemos caído cautivados bajo sus libros. Demos una grata bienvenida a Lauren Jauregui — sonreí al escuchar mi nombre de parte de la chica de las entrevistas, aunque también estaba acostumbrada a ello, creo que jamás podría ser capaz de dejar mis nervios de lado y solo me senté en mi asiento con lo más parecido a lo que tenía a una sonrisa.
—Creo que es una descripción algo larga solo para decir mi nombre —comenté haciendo que la rubia riera por ello mientras mi vista estaba en las cámaras que se encontraban a tan solo unos metros de nosotras.
—A los simples mundanos nos gusta alabar a las personas que rompen nuestros corazones, es parte de nosotros — concretó irónicamente haciendo que todo el público riera y yo también lo hice dándole la razón —Es un honor tenerla con nosotras y más después que su último libro ha sido el que me ha provocado noches sin dormir y varias citas con mi psicologo—mencionó sin dejar el tono amable de la conversación —¿Qué nos podrías contar sobre las noches sin estrellas?—sonreí al escuchar el título del libro que había publicado hace tan solo dos meses y que sin duda alguna era mi favorito, había tardado años en poder llevarlo a cabo y apenas pude tenerlo sobre mis manos supe que mi carrera podía terminar en aquel momento y no me importaría porque tenía la prueba de todos los años que había invertido en la escritura con un simple pago que era aquel libro.
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Perfect
RandomFue en aquel momento cuando el tiempo se detuvo y las manecillas del reloj no se atrevieron a seguir girando, cuando me di cuenta de que la perfección no estaba en sus ojos, ni tampoco en la curva más bonita que tenía, ni tampoco estaba en su mirada...