If you walk away I walk away
First tell me which road you will take
I don't want to risk our paths crossing someday
So you walk that way I'll walk this way
And the future hangs over our heads
And it moves with each current event
Until it falls all around like a cold steady rain
Just stay in when it's lookin' this wayMaratón 4 de 4
Lauren
Me era imposible no dirigir mi mirada cada minuto hacia la castaña que se encontraba a tan solo una silla de distancia y que estaba tranquila comiendo el almuerzo que ella mismo había construido en tan solo un par de horas, suspiré mientras notaba como mi plato estaba casi intacto debido a que el hambre hace mucho no era parte de mi ser; mostré una suspiro de incomprensión ante el hecho de que el apetito llevaba sin aparecer en mí desde hace un par de días a tal punto que literalmente solo había comido cosas ligeras ya que cualquier otro tipo de alimento simplemente se desvanecía entre vómitos en mi baño dejándome mucho más débil de lo que había estado en algún momento.
Eso mezclado con las tres pastillas de Prozac que tomaba cuidadosamente en el día sin que nadie se diera cuenta buscando aquel efecto efímero de felicidad compuesta que me había dejado en un principio, hacían que mis días fueran fatigantes y más largos de lo que realmente deseaba.
Lo único que deseaba era que las vacaciones acabasen pronto para poder quemar mis horas en el colegio y no teniendo que soportar mis propias penas en casa, Keana había ido de vacaciones donde su tía por lo cuál llamarla no me parecía justo, así que literalmente me encontraba sola entre medio de mis propios miedos.
Sentía que por primera vez mi vida estaba perdiendo el rumbo y no tenía ni la más mínima idea de como regresarlo a su curso normal, era como si estuviera perdida en una autopista en media de la noche sin ninguna dirección a donde llegar.
—Come —sugirió Camila mientras tomaba un poco del jugo de manzana que estaba en su vaso yo suspiré dándome fuerzas para poder comer aunque sea un par de bocados de la comida, sin embargo, también podía notar como la morena me miraba con preocupación mientras removía el tenedor en el plato — Vamos —me animó con una sonrisa —Hice el plato que tú querías —refutó antes de acariciar mi mano con dulzura, yo intenté asentir pero realmente estaba frustrada porque no podía comer sin sentir como las nauseas se hacían presente, no obstante, conduje tres cucharadas a mi boca masticando lo mejor que pudiese para no sentir como mi cuerpo devolvía lo poco de comida que estaba consumiendo— Muy bien — agregó animada antes de servirme un poco de jugo en mi vaso — Intenta tomar un poco más de liquido para que se pase un poco el efecto de lo que sea que hayas consumido — mencionó frunciendo el ceño y yo asentí suspirando sabiendo que la decepción estaba siendo parte de sus palabras y aunque deseaba dejar de sentirme tan débil como me había sentido en las últimas dos semanas; cada esfuerzo que hacía para poder quitar de mi mente la necesidad de dejar los estimulantes que Sam solía venderme combinados con Prozac siempre se desvanecía cuando sentía como mi garganta se desgastaba entre las lágrimas de cada noche y la soledad que se ocultaba tras las sombras de la oscuridad.
—Gracias —fue lo único que pude decir mientras intentaba tomar un poco del jugo — Está muy rico — la alabé haciendo que una sonrisa apareciera en sus labios mientras ella terminaba de comer lo que había en su plato.
—Intenta comer otros tres bocados y de ahí lo dejas —contestó acariciando mi mano — Me imagino que lo último que quieres es sentir las nauseas que te están causando la comida — argumentó enarcando la ceja haciendo que quedara atónita frente a eso —Soy médico, no puedes mentirme así que toma un poco más de jugo y lo último de tu almuerzo — refutó antes de suspirar dejando su mirada en su plato que ya estaba por terminar, yo asentí obedeciendo a su orden y colocando las tres cucharadas en mi boca dándome cuenta que eso no era ni la mitad de lo que había en el plato, para luego terminar con el jugo que estaba en mi vaso.
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Perfect
De TodoFue en aquel momento cuando el tiempo se detuvo y las manecillas del reloj no se atrevieron a seguir girando, cuando me di cuenta de que la perfección no estaba en sus ojos, ni tampoco en la curva más bonita que tenía, ni tampoco estaba en su mirada...