Alianzas.

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Su voz me despertó desde lo más profundo de mi mente. Oí su grito tan desgarrador. He tenido muchos sueños de ella siendo torturada o manipulada pero esto...Esto fue muy real, como si me hubiese transmitido su dolor desde donde estuviese.

Necesitaba aire, volar, encontrarla. Salí de mi habitación y me encontré a Janni en el pasillo. Estaba encogida y con las manos sosteniendo sus piernas.

–¿Tu también lo has sentido? —la voz de Janni apenas fue un susurro.

–Si, demasiado real.

–Yo...a veces puedo sentir sus emociones, muy pocas pero eso es debido a que soy su ángel guardián —su mirada se dirigía hacia la nada— pero esto...es algo parecido a la telepatía. He sentido algo más que emociones o sentimientos. He percibido como la golpeaban y como algo en su piel se desgarraba.

No esperé más y bajé las escaleras con las alas semiabiertas para empezar a volar. Cuando abrí la puerta le vi.

–Vaya, tan insensato como siempre.

–Rain —las palabras salieron como un rugido.

–Yo también me alegro de verte.

–Aian, —la voz de Janni me hizo dar un paso atrás — no ahora. Rain, pasa por favor.

Me eché hacia un lado para dejar la puerta libre y mis alas se plegaron hacia atrás, escondidas detrás de mi espalda.
Cuando Rain pasó delante mía no pude evitar soltar un gruñido de advertencia.

–Estoy empezando a dudar seriamente de tu naturaleza —soltó Rain con suficiencia— ¿Eres un "ángel" o un perro? Yo optaría por las dos pero creo que te verías más guapo con bozal.

Fui a pegarle un puñetazo pero Janni intervino y puso sus manos para separarnos.

–Esto es realmente serio —su aspecto ahora mismo era terrible, aparentaba más edad de la que en realidad tenía —¿Podéis siquiera estar unos minutos sin querer destrozar vuestras caras o la casa?

–Yo no fui el que gruñó —se encogió de hombros y se sentó en el sofá.

–Ya, pero bien que le has seguido el rollo —en respuesta mostró una sonrisa traviesa— Bueno, vale, veo que aquí yo soy la única razonable.

–Perdón Janni —dije, aunque realmente no lo sentí tanto.

–Rain, —suspiró, cansada. Ella tampoco había podido dormir esta noche y por un momento me dio la impresión de que se iba a caer ahí mismo — creo que sabes lo que ha pasado con Mia.

–Algo he escuchado, sí.

–Se la llevaron los ángeles caídos y ahora no podemos localizarla.

–Todo por culpa de nuestro queridito Aian que no sabe tener el culo quieto.

Me ofendió la forma que lo dijo, pero era verdad. No supe protegerla y tampoco pude evitar que se la llegasen. No había nada que pudiera decir para expiar mi culpa.

–Rain —dijo Janni elevando la voz— no estamos aquí para echar las culpas a nadie, necesitamos encontrarla.

–Tu eres su ángel guardián, —Janni apretó los dientes— ¿qué puedo hacer yo que tu no hagas?

–Sé que tienes contactos y quizás eso podría ayudar.

–¿Y qué gano yo con todo esto? Ya sabes que no hay nada en este mundo que sea gratis, hermosa Janni.

–Oh, no sé...Tal vez sea porque cuanto más tiempo pase Mia en las manos de ángeles caídos puede que su poder se corrompa o que lo utilicen en nuestra contra.

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⏰ Última actualización: Dec 17, 2017 ⏰

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