-Aian, ¡que me sueltees! -grito con todas mis ganas.
-No estás en condiciones de exigir nada. -puedo ver como se le forma una sonrisa en su boca.
-Juro que pagarás por esto.
-Y yo lo estaré esperando. -sonríe de nuevo.
-¿Y dónde se supone que me vas a llevar? ¿A tu casa?
-¿Mi casa? -sonrie-. ¿Es qué quieres ir ahí?
-No estoy bromeando, ¡llévame de vuelta! ¿Qué te hecho yo? -me estaba sacando de mis casillas-.¡Déjame en paz!
-Me temo que eso es imposible. Ya estás metida en algo que yo quería evitar.
-¿Qué dices? Deja de decir idioteces y llévame a casa.
-Por más que insistas no voy a llevarte a tú casa.
-¡Mi familia me necesita!
-Tu misma te necesitas.
Estoy por contestar pero decido callarme, total, si él no me va a hacer caso. ¿Por qué se comporta ahora así? Aian es un completo misterio. Pero no tanto como Rain. Él si que intimida, por su mirada o por la forma es que te hace sentir que estas en el infierno, literalmente.
-¿Quién era ese chico?
-No te importa.
-Dime su nombre.
-Pregúntaselo tú.
-Mira, lo que has escuchado antes...estaba cabreado. Janni no tiene nada que ver con esto. Y no soy tu niñera.
-Oh, ¿y ahora rectificais cuando el daño ya está más que hecho? Vaya, si que sois lentos.
-Mia...
-No. Parad de tratarme como una niña. No sabéis lo difícil que es mi vida.
-Lo sé.
-¿Tú que vas a saber? No me conoces
No me contesta. Quizás no tiene nada mejor que decir y cierra su pico. Tantos problemas me dan dolor de cabeza. ¿Por qué a mí? Parece que el mundo me ha maldecido y ahora estoy pagando las consecuencias. Este silencio me incomoda, pero tampoco tengo ganas de hablar ni sacar de nuevo un tema del que luego tenga que arrepentirme, así que voy al grano.
-Vale, ahora que ya me tienes "encerrada" ¿qué es lo que quieres?
-Es difícil de explicar.
-Intentaré comprenderte.
De nuevo no me contesta. ¿Qué me oculta? ¿Qué es lo que no quiere decirme?
-Ya basta. Ahora mismo me vas a decir lo que me estás ocultando.
-No creo que estés en condiciones de exigir nada.
-Aian...
-Mia, nos sabes de lo que eres capaz de provocar.
-¿Qué quieres decir?
-Lo único que quiero es protegerte.
-Ojalá te dejara hacerlo, pero no me puedo permitir ser débil.
-Todos tenemos una debilidad.
Es verdad, todos tenemos una debilidad. La mía no saldrá a la luz. Nunca. Aian intentará descubrirla, pero ya veremos si le permito ver más haya de mi escudo. ¿Qué quería decir con que no sé lo capaz de lo que puedo provocar? Mi vida todavia sigue siendo un misterio incluso para mi. ¿Quién soy? ¿Por qué me persiguen una especie de gente mafiosa que quiere matarme? ¿Por qué mi madre no me hacia caso? ¿Qué pasó en el pasado? No entiendo nada.
Unos 2 minutos más tarde Aian aparca su moto en su estacionamiento y me baja de la moto. Coge unas esposas y me encadena a él. ¿De verdad es necesario todo esto? Empiezo a pensar que esto es una broma para tenerme en su cama.
-Vale..¿quieres que juguemos a las esposas o qué? -bromeo.
-Lo siento, solo quiero que no te escapes. Y si tu quieres, yo no te privaria de ese capricho. Aunque ahora no estoy para juegos.
-Claro, ahora actua como si esto no fuera para tenerme en tu cama.
-Que pesada eres, que no.
-Pues dime tú que pensarias de un chico que te secuestra en la entrada de su propia casa , la ata a una moto y la trae a su casa para luego encadenarla a él.
-Vale, suena mal, pero no es eso lo que pretendo. No quiero que huyas después de lo que te voy a contar.
-¿Eres un asesino?
-Bueno...no me consideró un asesino. Más como un héroe.
-Claro....y yo soy Catwoman. -bromeo-. Eres el héroe de todas las chicas que no utilizan bragas, para tu fortuna.
-Yo no lo considero así, y si en todo caso, me gustaría ser tu héroe.
Un dolor de cabeza hace que me balance y caíga al suelo. Por suerte mi cara no se ha besado el suelo gracias a Aian que me ha cogido a tiempo. La vista se me nubla y empiezo a sentirme mareada.
<<Salvanos, nos van a matar>>
<<Salvadora, haz que nos vean tal y como somos, no somos pecadores, no hemos hecho nada. Sálvanos.>>
<<Nooo, nuestras alas. Ellos las quieren. No nos permitas caer. ¡Socorro!>>
Mi mente está llena de voces, suplicantes y dolidas. Pero...¿qué me está pasando? ¿Estaré loca? ¿Eran las voces reales? Todo me da vueltas. Ya ni se en que creer. Lo único que puedo hacer es caer, caer como siempre lo he hecho. Caer en la soledad.
~.~.~.~.~
Poco a poco voy cobrando sentido a donde demonios estaba. Estoy en la casa de Aian, que el me trajo a la fuerza.Ya no tengo las esposas. Pero esto no es igual a la otra vez que visité su casa...
-Vaya, ya te has despertado. -dice una chica rubia.
-¿Quién eres?
-Perdona, soy Catriana. -me tiende la mano.
-Encantada. -le sacudo la mano, desconfiada-. Soy Mia Bewt.
-Ya se quién eres.
-¿Ah si?
-Aian está muy pendiente de ti. Se toma su trabajo muy enserio.
-Hermana. Cállate. -dice Aian.
-¿Trabajo?
-No la hagas caso.
-No, ¿estas siendo mi...?
<< Me duele, duele. Soy inútil. No sirvo para nada.>>
<<Ahora nos quieren matar.>>
<<¡Duele, haz que pare!>>
Las voces me empiezan a marear. Cogo mis manos y empiezo a chillar. ¿Qué está pasando? Mejor dicho, ¿qué me está pasando?
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El amor del odio
Teen FictionNo hay mucho que contar sobre de mi vida. Guardo rencor a un idiota hizo que mi existencia fuese más dura de lo que ya era. ¿Lo peor de todo? Que no puedo olvidarle y creo que jamás lo haré y gracias a él he aprendido a no confiar en los hombres, ni...