Es mirarle a los ojos y sentir todos tus peores miedos, tus pesadillas más secretas hacerse realidad. Él no me mira con ira. Me observa como si fuera un objeto, una rareza. Intimida, y mucho. Hace que todo a tu alrededor cambie. Todo es oscuridad. Como si alguien o algo me hubiera apagado la luz, solo oscuradad, no veo, no voy en ninguna dirección. Me siento atrapada en una jaula imaginaria, no puedo pasar más de ella. Todo está pintado de negro. Intento liberarme, grito todo lo posible para que alguien me ayude. Puedo salir, se que puedo. Porque se que esto no puede ser real. Veo una puerta, apenas hay luz pero intento avanzar hacia ella. Casi estoy cerca de abrirla. Me choco, un cristal o algo que me impide seguir. Aporreo la pared, que a pesar de verla, se que está ahí. Me agacho e intento pensar.
《Esto no es real, es sólo una pesadilla. 》 pienso.
《Consigue salir, si puedes》me habla una voz.
《¡¿Quién eres y que quieres de mi?!》
《Quiero saber de lo que eres capaz》
《¿Qué se supone que hacer? ¿Cómo salgo de aquí?》
《Eso lo tendrás que averiguar.》
《¿Qué tipo de truco es este? ¿Por qué?》
《En cierto modo no es un truco. Yo soy el que te puede sacar y meter, a menos que tu salgas.》
《¿Por qué?》
《Eso, querida Mia, lo deberás de averiguar tú. 》
《¿Cómo sabes mi nombre?》
《Eres más inocente de lo que imaginé. Ahora intenta salir.》
《¿Qué? Necesito salir de aquí. No quiero quedarme aquí.》
Me quedo en el suelo, pensando en alguna solución. Si esto no es un truco , ¿qué se supone que es? ¿Alguien se ha metido en mi cabeza? Entonces esto no es real. Lo único que necesito es saber como salir. Gastar mis fuerzas pegando esa pared 'imaginaria' no me va a ayudar. Si se trata de mi cabeza tengo que buscar algo en mi consciente, lo que sea para que pueda salir. Me levanto, desquiciada.
¡¡¡QUIERO SALIR DE AQUI!!! SEA QUIEN SEA, AYÚDAME. ¿CÓMO PRETENDES QUE SALGA DE AQUI?
La ansiedad me invade, tanto rato aquí, aislada me asfixia. Esa voz no me ha vuelto a hablar. Y se supone que tengo que salir con mis propios méritos. Lo único que puedo es imaginandome saliendo de aquí, avanzando hasta la puerta. Miro atrás. Si esto no fuera producto de mi imaginación se me caería la boca a los pies. Juro que me estaba viendo a mi misma cogida de las dos manos en la cabeza. En posición como había estado antes. Ignoro a mi cabeza y mis pies siguen a la puerta. Que lentamente se va llenando de luz cada vez que la voy entornando. De repente todo se vuelve blanco. Miles de puertas aparecen a mi alrededor.
-Blanco, eh. -me ajetrea-. Blanco, ¿estás bien?
Poco a poco voy abriendo los ojos, estoy en la sala de karate, con el chico que había combatido.
-¿Qué me ha pasado? -me toco la cabeza.
-Perdiste el conocimiento.
-¿Qué? ¿Cómo?
-Te desmayaste.
-Perdona.. creo que tengo que irme. Necesito...descansar.
-¿Te acompaño? -me tiende la mano.
-Eh..no, gracias. Creo que podré sola.
-Mañana a esta misma hora aquí.
-¿Qué?
-Ya sabes, soy tu entrenador personal.
-Ah, si. Claro. -recogo todo-. Hasta mañana, supongo.
Todo esto es muy confuso. ¿Por qué me he desmayado? ¿Tanto me he cansado? ¿Por qué siento la sensación de haber olvidado algo? ¿Qué había pasado?
~.~.~.~.
Estoy apunto de recoger todo he irme a casa. La gente pasa, hablando de mi y riendose.
-Mia
No hace falta ni que me gire, se quién es.
-¿Qué pasa, Janni?
-No te vi en el almuerzo. -se apoya en las taquillas-. ¿Te ha pasado algo?
-No.
-¿Nada nuevo que contarme?
-No ¿Y tú, Janni? ¿Algo que ocultar?
-No...pero tú si que me estás mintiendo.
-¿Ah, si?
-¿Cómo es que te has apuntado a Karate y no me lo has dicho?
-Vaya, la gente si que sabe chismorear.
-Se que es cierto.
-¿Y si es falso?
-Aian te vio salir de ahí.
-Vaya, Aian. ¿Por qué no me sorprende? -giro la cerradura-. Mucho tienen que hablar ustedes ¿no?
-No te comprendo.
-No se, deberían hablar en sitios más privados. Aquí las paredes son finas, y con un poquito de voz, todo el mundo se entera de todo.
-¿Mia? ¿De qué hablas?
-Que te diviertas, canguro.
Cuando salgo del colegio. Intento divisar el coche de mi padre. Antes me había enviado un mensaje diciendo que me recogería. Reviso de nuevo y es un número desconocido el que me lo ha enviado. Pero..me parecia haber visto el número de mi padre ¿Pero qué...? Una moto aparece delante mía. Se quita el casco y me lo lanza.
-Sube, blanco.
La verdad es que no se si sorprenderme. Dado que es el único que no me a engañado todavía decido darle un voto de confianza. Ni fuerzas tengo ya para rechazar a nadie. Le sonrío y me pongo en el asiento trasero con el casco apretado.
-Sólo te digo una cosa. Espero que se te dé igual de bien el kárate igual que manejar esto.
-Tranquila, blanco. Conmigo estas a salvo.
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El amor del odio
JugendliteraturNo hay mucho que contar sobre de mi vida. Guardo rencor a un idiota hizo que mi existencia fuese más dura de lo que ya era. ¿Lo peor de todo? Que no puedo olvidarle y creo que jamás lo haré y gracias a él he aprendido a no confiar en los hombres, ni...