Fiery Άγγελος.

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Retrocedo. Ya no se que pensar. Ahora puede que esté asustada. Debo alejarme de Aian y así mis sueños no se harán realidad.

—¿Qué pasa? -Aian intenta tocarme-. Mia, ¿por qué te alejas?

—Nada..-tenía que largarme, como sea-. Lo siento, tengo que irme a Karate. Perdón.

Me levanto y recojo todas mis cosas. Noto la mirada de Aian en mi nuca. ¿Sería capaz de matarme? ¿Y por qué? Esto ya me está cansando. Que todo el mundo quiera matarme no es nada deseable. Estoy justo en la puerta. Sólo necesito largarme. No puedo. Hay algo que me lo impide. Miro hacia atrás y veo el rostro de Aian muy triste. ¿Qué? Nunca le he visto así. Me da mucha pena dejarlo así. Puede que me arrepienta pero...quiero evitar esa cara.

—Aian.- su cara parece asombrada-. Vente conmigo.

—¿No te ibas a Karate?

—Si. Pero quiero que me acompañes.- sonrio-. A lo mejor puede que te guste.

—¿Dudas de mi hombria? 

—No lo dudo, lo creo.

—Veamos como peleas, Yhen .

Otra vez. Yhen. ¿Qué era eso? Quiero preguntarlo pero..No me atrevo. No se por qué. Hay algo raro en esa palabra que me da escalofríos. Otro idioma es, eso seguro. Abro las puertas del gimnasio y no hay ni rastro del profesor y Rain. Se supone que él sería mi entrenador. Que decepción.

—Voy a cambiarme. 

—Espera. - me coge del brazo- . Tú no necesitas un traje para pelear conmigo.

—El caso es que dentro de poco vendrá mi entrenador. Asi que tengo que vestirme.

—Claro. - me suelta- . Tómate tu tiempo.

Cogo algo de mi mochila y desaparezco en los baños. La verdad, me da algo de verguenza  luchar con Aian con esto. Solo tenía mi sujetador y encima el traje. Nada de camisetas. Por el pantalón no me preocupa. Da igual. Ato muy fuerte mi cinturon blanco y voy de nuevo al gimnasio. Aian sonrie.

—Qué. -replico -. ¿A caso no has visto el típico uniforme de Karate?

—Te ves muy mona.

Con la cara hecha un tomate giro la cabeza hasta tener asegurado que mis mejillas toman de nuevo su color. ¿Qué demonios? ¿Por qué me sonrojo? Me dirijo hacia él y como respuesta a su cumplido le lanzo una patada baja. Aian cae al suelo. Pero se incorpora. Sacudiendo su culo.

—Con que quieres jugar ¿eh?

—Entrenar. -corrijo- . ¿No hemos venido a eso?

—Puede que yo no.

Por un momento su comentario me ha desconcertado. Hago una pequeña trenza de lado para que no me moleste. Creo saber a lo que se ha referido Aian pero decido no darle importancia. Una vez lista hago el saludo, me inclino y el me imita. Le lanzo patadas al aire pero con su mano las detiene en seco. Yo no paro hasta que él se hecha hacia atrás.

-No está nada mal para ser un Kyus.*

-¿Sabes Karate?

-Sé un poco más que tú.

Ahora solo he estado haciendo movimientos Juntai Kaiso. Es decir, métodos de calentamiento. Con Aian tenía pensado hacer eso. Ya que él sabría (o yo suponía) boxeo. Le dejaría sorprendido y puede que no se volviera acercar a mí. O eso pensé. He subestimado a Aian. Estio al frente el brazo, gro la palma para terminar el movimiento y miro hacia abajo. Mi objetivo es darle en la garganta. Pero me detengo pensando en lo bruta que soy. Me echo hacia atrás y esquivo todos los golpes que he recibido. La mano me duele. Todavía no estoy preparada y eso me da rabia. Aian aprovecha mi distracción y me tira al suelo con una patada baja. Siento el dolor de mi espalda corriendo por mis venas. El dolor se hace insoportable. Se acerca y pone tu peso sobre mí. Me ha ganado. Eso también me da rabia. Sus ojos brillan. Por un momento se vuelven violetas y juro estar viendo que veo la muerta reflejada en ellos. ¿Me iba a matar? ¿ En serio? Mueve su mano y la situa al lado de mi garganta. Se mueven inquietos. No se que hacer, si moverme, gritar, defenderme... Tengo la certeza de que Aian va a poner sus manos en mi cuellos y no va aparar hasta que mis pulmones dejen de darme aire. Él parece dudar. Sus ojos vuelven a la normalidad y se posan en otra parte. Bajo la mirada para ver dónde está mirando. Por un lado estoy aliviada de no ver esos ojos y por otra estoy avergonzada. 

-Fiery Άγγελος.

-¿Qué? ¿Es griego?

-Si. Y dudo que lo entiendas. - me mira con una sonrisa picarona- . Me ha encantado ver tu...verte. Esta clase a sido la mejor, sin duda.

Mis mejillas se tornan de color rojo y  se llenan de calor. No se si es debido a lo furiosa que estoy o por lo que ha dicho Aian. Me voy a tapar pero Aian me coge las manos y las pone contra el suelo, encima de mi cabeza. Mi pecho esta un poco descubierto dejando a la vista un poco de mi sujetador y carne. ¿Qué pretende hacer Aian? ¿Se está riendo de mí?

-Suéltame.

-Suéltate.

Aian me está provocando, lo sé. Intento darle una patada en sus partes pero me lo impide bloqueando mis piernas. Forcejeo mis manos. Mis esfuerzos son inútiles ya que él me supera en fuerza. 

-Suéltame.

-Con una condición.

-¿Cuál? -siento curiosidad y rabia - . Demasiado tarde para jugar como los niños Aian.

-Déjate domar.

¿Domar? NO soy un perro o un caballo. NO soy un juguete con el que él puede entretenerse. Intento moverme de todos modos, seguida por la ira. Me duele la espalda y el dolor de las manos aumenta con la presión de fuerza que ejerce Aian. Siento que mi cuerpo ha sido pateado. Aian va acercando su cabeza más a mí. ¿Quiere besarme? Pues no es una bonita forma de hacerlo. Es más , si lo hace le odiaré para toda la vida. Janni. Janni. ¿Dónde estarás para detener al estúpido de tu amigo de la infancia? Cierro los ojos. Mi cabeza va a explotar. Antes me he dado un golpe en la cabeza pero no creo que sea eso.

>>Te ayudará.<<

>>No confies en él. Quiere matarte.<<

>>Quitará tus preciosas alas. Las necesitas.<<

>>Sálvate de la impureza. Tú eres la única superviviente.<<

>>Pecado. Naciste del pecado pero para nosotros eres un milagro.<<

-YA ESTA BIEN. DEJAD MI CABEZA EN PAZ. 

Abro los ojos y Aian solo está a centímetros de mi boca. Tiene los ojos muy abiertos. Sorprendido. Aprovechando que está aturdido intento escapar pero él reacciona enseguida. Parece ser que esto es un juego para él. Y para mi ya es acoso. Quiero llorar. Prometí no hacerlo. Nunca más lo haría. Me lo prometí. Aian se dirige hacia mi oido.

-Tranquila Yhen. -rie como si fuera un chiste- . No voy hacerte daño.

-Pues déjame ir.

-No puedo. Te irás conmigo.

-Ella no va a ir a ningún lado. -oígo la voz de Rain en la entrada- . Suéltala. O serás al primero que mate.

-Ya veremos.

*Kyus : es un vocablo japonés utilizado tanto en las artes marciales japonesas como en otras prácticas tradicionales japonesas como son el ikebana, el juego del go o la ceremonia del té para designar las diferentes etapas en la progresión de un debutante antes de la obtención del grado de dan.

El amor del odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora