Chica nueva.

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Tres días han pasado desde que me enfrente con Drean. En ese tiempo mi madre tuvo tiempo para descansar, pero se puso a trabajar muy rápido. Yo sigo sin saber esa obsesión que tiene con su oficio, pienso que no es sano. He estado trabajando en la bolera y acumulando más clientes "generosos" a la tienda. Janni me ha dado la bara todo el rato con que no me intentara pelear con Drean. Tampoco, por ahora, planeo hacerlo.

-¿Que te pasa Mia?. - dice Janni.

-¿Eh?

-Llevas toda la clase mirando a la ventana.

-Ah si, no tenía ganas de escuchar a Topers.

-¿En qué pensabas?

-En nada.

-Vamos, te conozco. No creo que sólo estabas perdida en tu coco por no querer escuchar la linda voza ronca de nuestra querida Topers.

-Mi madre.

-¿Ha vuelto a estar mal?. -dice con tono preocupado.

-No es eso. Me preocupa que vuelva a caer mala.

-Tranquila. Seguro que ahora tendrá más cuidado.

-No, no lo hará. La conozco.

-Jovencitas, harían el favor de callarse, estoy intentando dar una clase que, veo que ustedes no les importa.

-Pues vale.. -susurro.

-Bewt, ¿he oido mal? ¿O es su impertinencia la que habla?

-Vieja sorda... -susurra Janni.

-No, profesora, ha escuchado usted mal. Lo que quería decir es que puede continuar con su clase.

-Eso quería oír. -dice con orgullo.

Janni mira a la profesora con odio y la clase vuelve a la normalidad,  excepto por mi "todavía falta de atención". Sigo pensando en mi madre y en un remedio para su obsesión. ¿Pero que tendría que hacer para que se relajara? ¿Romper todas las computadoras? No podría estar tranquila ni aunque lo lograra...

~.~.~.~

-Que si, Janni. ¿Y qué más te dijo? ¿Coméme?

-Bueno...prácticamente lo pedía. Aunque estoy a dieta esa bolsa se veía tan....

-Ya veo, no tienes fuerza de voluntad.

-¡He! Que tenga una debilidad del momento no significa que tenga fuerza de voluntad.

-Y dime, ¿cuántas bolsas te has comido?

-Cuatro.....¡Es que eran muy pequeñas!

No aguanto más y estallo en carcajadas. Me da un codazo en señal de que deje de reírme pero es tanto tiempo que me he aguantado la risa que no puedo parar. Miro al frente, viendo a Janni lanzar cuchillos con la mirada. Dirijo mi mirada a esa persona. Drean, al otro lado del pasillo coqueteando con chicas de tercero y mirándome con malicia. Le observo y veo que no se ha ido ileso de mis golpes,  eso me hace sonreír. Risas y voces masculinas se escuchan desde otro pasillo. Miro involuntariamente el pasillo. El grupo de Aian. Por un momento nuestras miradas se cruzan y noto su mirada de indiferencia y esa sonrisa de suficiencia. Eso, me cabrea  bastante. Paso a su lado y le piso el pie. Su sonrisa se desvanece y aparece cierta rabia en sus ojos.

-Upss, cuánto lo siento. -digo irónicamente.- Pensaba que había aplastado un bicho.

-Yo creo que el traje de putita se te subió a la cabeza. Mejor quítate los tacones y bajate de tu nube Rena.

Puedo escuchar como su pandilla dice "uuuooooh" . ¿Así piensa que me va afectar? Una cosa que tengo ya asumida es que lo que digan los demás me la resbala.

El amor del odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora