Sousuke ingresaba a su casa con tranquilidad cuando de repente es arremetido por quien menos se lo esperaba, Daichi tenía sus brazos alrededor de él y con sutileza colgaba igual que damisela. El moreno sin entender nada, se creyó estar soñando y solo atino a quedarse petrificado.
—¿Sentiste algo? -se escucho una pregunta a lo lejos, mientras el colgado se descolgaba y el moreno volvía a un estado peor que el anterior. Ahora, estaba mucho más confundido. Si es que se podía estarlo.
—¿En verdad, no has sentido nada? -la voz de Daichi resuena junto a los canales auditivos del mayor en cuestión más perdido que un cachorro sin su olfato. No sabía que estaba sucediendo.
—Ya les e dicho que no, están asustando a Sousuke. -suspiro, cansado el castaño que llegaba a recibir al nombrado confundido. —Bienvenido Sou. -este reacciona de inmediato.
—Ya estoy en casa. -responde muy feliz el moreno, mientras es seguido de la mirada de sus alocados cuñados y por extraño que pareciera el sonrojo de su pareja. Que si no mal recordaba... No le tenía en claro aun si estaban juntos como un buen matrimonio o solo estaban esperando para volverle loco.
—Bueno, nosotros nos tenemos que ir. -grita, desde sus espaldas la castaña, seguida de su hermano, y sin esperar nada escapando como prófugos del hogar de su hermano mayor y cuñado.
—Pero... ¿Qué les ocurre a ese par? -pregunto algo perdido Sou, seguido de un confundido Mako que solo movió sus hombros en señal de no saber.
—¿Has cenado algo Sou? -esa pregunta, volvió al moreno de un fuerte jalón a la mismísima tierra. Sólo atina a negar como respuesta, Mako sonríe y camina hacia la cocina.
—Bueno, prepararé algo. -y desaparece en dirección de la cocina. Sousuke solo no sabe que decir, aquello le trajo tantos recuerdos. Y como si fuera de vida o muerte sigue al castaño hasta dicha cocina.
La mirada de Sou se pierde entre la personificación del amor de su vida, y defiende con cuidado; grabando, memorizando, canalizando y reconociendo cada centímetro del precioso castaño frente suyo. Su vida, su todo...
—Sabes... -el moreno vuelve de sus pensamientos. —Creo, haber recordado algo... -se nota una leve sonrisa en el castaño. Sousuke no sabe que decir, pero el brillo en sus hermosos ojos confirman su emoción. —Fue un vago recuerdo, donde estamos desayunando y yo por alguna rara razón estaba comiendo como loco, bromeabas diciendo que comía demasiado últimamente y esas cosas... -susurra, se había sonrojado y eso no paso desapercibido para el moreno, que sonrió en respuesta.
—Eso es bueno, creo que puede ser hace 2 o 3 meses atrás donde te dije que comías demasiado, pero solo eran bromas. Te veías adorable en esas ocasiones. -Sou se carcajeó un poco. Notando a su vez como Mako reía de igual manera.
—¿Porque sería que comía tanto? -pregunto de la nada. Sousuke miro con asombro al otro y trataba de pensar en algo que responder , pero pareciera que sus ideas se habían olvidado de el. —Es raro siento que era por algo muy lindo, pero no logro saber que era. -el moreno le observa unos minutos y las preguntas primordiales no dejaban de invadir su mente. ¿Tal vez el ya lo sabía? ¿Se abra enterado, pero como? ¿A que se refiere realmente?
—Creo que lo sabremos cuando recuperes tu memoria cariño. -dice Sou, ganándose una mirada asombrada del castaño. Era la primera vez que el moreno le llamaba cariño. Eso sí que no lo esperaba. —¿Ocurre algo? -Makoto gira la mirada y un leve sonrojo se asoma en sus mejillas. El moreno solo sonríe...
...
Rin no podía creer lo que le estaba pasando y como por culpa de aquellos idiotas había perdido al único hombre que le había interesado en su vida. Sousuke había sido el primero en buscarlo y no solo para una noche o pase libre de juegos, el siempre había sido sincero, pero el pelirrojo no había respondido de igual manera. Eso terminó con su relación, además de la llegada de aquel castaño en sus vidas.
—Bien, aquí tienes tu dinero precioso. -susurra en su oído un hombre mayor que el no quería volver a ver en su vida. Saliendo por aquella puerta que era la entrada de toda su desgracia.
Eran más de las 4 am, no quería estar más en aquel apartamento que ni siquiera era suyo. Tomo una ducha dejando en el olvido todo lo hecho en aquel lugar, se cambió rápidamente y salió. Llegó a un pequeño bar donde parecía que nadie estaba en condiciones de ver ni su mismo reflejo si le tuviera en frente. Suspirando ingreso y se acomodo en la barra donde estaba quien más le entendía en esos días.
—Buenas Rin. ¿Te has aburrido con tu última víctima? -pregunto divertido aquel peliazul. Y dejando un vaso frente suyo.
—Solo son idiotas que caen ante mis encantos. -sonríe altaneramente el pelirrojo, seguido de una mirada en blanco por parte de su compañero.
—¿Y tu? ¿No has estado aburrido? -pregunto juguetonamente Rin.
—Por el momento no, pero lo tendré en cuenta. -le guiña un ojo y camina hasta un nuevo cliente que acaba de llegar a la barra.
Rin mira al vaso frente suyo, realmente se odia con todo su ser. Mira su reflejo y solo puede ver a un miserable que no sabe lo que es el amor verdadero, ni lo que es dar todo por el otro. Pero quien lo culpaba el nunca fue así y no era gracias a los juegos de la adolescencia sino que por ser el único hijo varón muchas obligaciones le fueron incrustada a su corta edad, pero todo acabo cuando decidió decir la verdad...
La sexualidad fue la gota que derramó el vaso, ser gay no era bueno para la imagen de su tan destacada familia y por ello terminó siendo enviado al extranjero, pero al no ver cambio en este aspecto decidieron desplazarlo y darlo por muerto. Nadie sabía de su existencia, nadie fue capaz de volverle a llamar y mucho menos su pequeña hermana que tanto le adoraba. Aunque ahora que lo pensaba era mejor así, no quería vivir en una familia donde el perjuicio y el dinero eran primordialmente la primera lección en su educación... Suspira olvidando un poco de aquello que tanto daño le hacía...
—Otra vez por aquí... ¿Sera el destino? -bromea una voz que tanto conocía el pelirrojo, ya que aquel hombre ante su presencia no desperdiciaba segundos en hablarle. —¿Que ya me has olvidado? -dice dolido. —Tan caliente que te veías nuestra última noche. -se queda pensando. —Pensé que te había flechado... -suspiro.—Bueno, la próxima haré algo mejor para que no me olvides.
—Ya cállate. Eres molesto. -se escucha una risa a su lado.
—No le han comido la lengua a nuestro pesecito... -responde burlonamente el otro. Acariciando los cabellos del pelirrojo.
—No me jodas, Nanase. -grita cansado, mucho vuelven la mira, el solo agacha la mirada y se vuelve a sentar.
—Perdón, pero es inevitable... -Rin mira a otro lado, ese sujeto le ponía nervioso. Cuando le conoció la primera vez nunca pensó que podría llegar a tener tal personalidad escondida. Y para su mala suerte el la había conocido...
—Me siento a morir. -se dice a si mismo el pelirrojo mientras siente como aquellos dedos acarician su cabello y le produce escalofríos que nunca antes había sentido.
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7w7 volvi... Holisss...espero que les guste este noveno cap. A mi me gusto algo. 7w7 esta intrigante.
Bueno eso no se que más decirles...
Si tienen alguna linda opinión ya saben...VOTEN Y COMENTEN.
Bueee me voy...
Los leo cuando me lean... Chaito *-*/
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¿Me Amas? (SouxMako) ||TERMINADA||
Fanfiction¿Qué ocurriría si te enteras que tu antigua pareja te intentó secuestrar? Además, de que durante el acto sufrieron un terrible accidente... Luego de ello... ¿Qué ocurriría si unos días después despiertas y te enteras que estás casado? Además, ¿qué...