Capítulo 23.

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Un tanto alejado de Tokyo, en la pequeña ciudad de Kochi, en la región de Shikoku, una bella isla para quien la visitara. Situada en una de las costas más lejana, entre un grupo de pescadores que vendían sus productos, recorría entre ellos comprando lo que podía un pequeño y delicado rubio. Compro lo necesario y volvió a las tiendas de verduras no muy lejos, termino de comprar todo y volvió a esa pequeña cabaña a metros del mar y resguardada entre los grandes árboles del bosque no tan lejano. Cuando llegó el estaba allí, sentado y observando al mar, una tristeza lo invadió. No sabía cómo acercarse o siquiera ayudar de otra forma que no sea mentir.

—Ya regresaste amor. -le ayudo con las bolsas y le dio un pequeño beso en los labios. Se sentía sabor a alcohol, parecía no querer dejar aquello.

—Si, había mucha gente en el mercado. -sonrió forzosamente como lo hacía hace varias semanas. —Ven dentro, prepararé algo así comemos. -el otro asintió y lo siguió. —Sabes hoy que fui para aquellos lados, vi que muchos necesitan ayudante y pensaba en que yo...

—No. -la respuesta era muy clara. —Con lo que gano está bien para los dos. Quiero que te quedes aquí, cuando llegue de trabajar quiero que me recibas, esperes por mí y nada más. Entendido. -el más bajo solo asiente, no podía discutir otra vez. Con otra sonrisa lo miro y fue a la pequeña cocina.

Ya estaban por cumplir dos meses en ese lugar, no es que fuera malo ni nada pero, la incomodidad para Nagisa era la peor parte. Después de aquel día, todo fue un caos, no creía en todo lo que estaba pasando. Todo aquel teatro que se había armado, no sabía cómo mirar al hombre que lo acompañaba. Cómo fue capaz de planear todo aquello, con precisión y tanta frivolidad. Cada una de aquellas cosas que dijo las cumplió. Simplemente no le importó más nada que ellos dos, quería volver a estar juntos pero a qué precio. Al darse por muertos por algo que casi no tenía lógica ya. Reí seguía siendo el mismo desde después de su accidente, quería que todo fuera como él quería y su corazón tan noble de antes había quedado en el olvido. Nagisa lloro un poco otra vez cuando cortaba las cebollas, eran los únicos momentos en lo que podía llorar. También cuando el se iba al trabajo que consiguió hace unos días, está cabaña la pudo alquilar bajo palabra por su trabajo como pescador. Parecía estar cómodo con todo esto, solo pedía cada día de una forma brusca que nunca sea capaz de alejarse de nuevo de el. No quería tener que hacer realidad lo que fabricó para los demás. Unos escalofríos invadía al menor. Se dejaba arrastrar por toda esta mentira que había el peliazul construido con mucha frivolidad. 

Después de cenar el peliazul salió a su trabajo, se lo veía animado. El rubio no podia entenderlo realmente, hacia tiempo dejo de entenderlo por completo. Vio el anillo en su dedo anular,sonrió como tonto al volver a tenerlo allí, pensó que lo había perdido ese día que decidió dejarlo. Pero, Rei lo había conservado y apenas pudo se lo volvió a colocar en su dedo y le juro que esta vez no volvería a sacarselo, aquello a erizar cada parte de su cuerpo. Ese hombre que una vez conoció hace mucho dejó de ser el mismo. Lo extrañaba mucho, y tambien se sentia mal por no haber sabido manejar las cosas antes. Quería de nuevo aquel hombre que tantos suspiros le había robado en su adolescencia. Deseaba a su Rei de vuelta y abrazarlo, decirle cuanto lo amaba. Deseaba con fuerzas cada una de estas cosas.

Suspirando camino hasta la pequeña sala y prendio la television, no agarraban muchos canales pero algo era algo, quería ver si aun los siguen buscando o simplemente se quedaron con ese final. Al buscar algún canal que agarre bien la señal, encontró sobre una reversión de lo que les había pasado a los desaparecidos de Tokyo, eran ellos al ver las fotos. Contaron todo lo que había pasado y al parecer Rei era culpado por todo, mostraron sus antecedentes y eso partía en dos el corazón del rubio. Se sentía muy mal para seguir viendo, pero las fotos y testimonios de sus padres y algunos amigos lo intrigaron, el último que apareció fue Sousuke, y se sintió con aire de esperanza al escuchar sus palabras.

─"Estoy muy dolido con todo esto, aun no puedo creer en nada de lo que me han dicho los forenses y el perito policial. Espero obtener mayor información sobre lo que les paso a mis amigos, no creo que todo haya ocurrido tan como lo pintaron, Rei era de temperamento fuerte pero nunca sería capaz de asesinar a quien más ama." 

Unas lágrimas se escapan del menor, se sentía orgulloso de sus amigos, él sabía que no se quedarían tranquilos con algo asi. Su Rei no era un asesino, él no era ese tipo de monstruo.

***

Sousuke había estado investigando, leyendo muchos artículos y casos que habían transcurrido hace muchos años, todos eran casi del mismo tema y aunque le parecía tonto sentía que lo que estaban viviendo ya lo habia leido en algun otro lado. No entendía el cómo o el porqué de esto, pero tenia claro que algo ocurría y lo descubriría tarde o temprano. 

Ese dia se lo había pasado la mayor parte del día con el computador y aquello documentos que le había mandado su amigo de China, estaba claro que algo no cuadraba bien, lo descubriría cueste lo que cueste. El único aliado que tenia era el tonto de Haruka como él decía, pero no se encontraba muy de ánimos para nada, hace unos días descubrió que Daichi estaba en su casa y por lo visto esa tonta aventura no estaba por buen camino, no sabía si era verdad sobre los sentimientos del mayor, y tenia mucho miedo por el menor que era muy inocente para alguien como él. 

Se sentía algo identificado con aquello, recordaba como había iniciado su relación con Rin aquel tiempo, era muy inocente y se dejó llevar por un amor que no valía para nada. Miro la foto de su esposo en el pequeño portarretrato de su escritorio. Se sentía en parte muy feliz por pasar por aquella cruel experiencia, pudo encontrar el verdadero amor despues de aquello y aunque creyó que no tendría oportunidad con tan bello ángel se equivocó de sobremanera. 

Ahora tenia su bello esposo y el milagro único de ser el padre del fruto de su amor. Extrañaba tener a su castaño en casa, ver sus bonitos ojos y escucharlo reír como siempre, ese día que se descompensó y tuvo aquel sangrado su corazón casi se frena por el miedo. Quería romper todo y se sentía mal por no poder hacer mas nada que esperar fuera de aquella sala para que le dijeran si ambos estaban bien. Se sentía muy patético al respecto, y sabía que el castaño tambien se habia aterrado de sobremanera, el temor por perder a su hijo era el peor de todos. Pero gracias al cielo ellos dos estaban bien y solo necesitaban esta aislados del estrés y los feos ratos que estaban a su alrededor.

─Tiene que tener un fin todo esto. -murmura el moreno, tomando en sus manos el vigésimo, o trigésimo archivo. Pero esta vez algo le llamó la atención, el caso era sobre la pareja de casados los Kinomoto, el esposo había creado una escena de crimen muy conveniente tanto que el caso duró más de 30 años en ser cerrado de verdad. El hombre había conseguido dos cuerpos casi descompuestos de la funeraria en la que estaba empleado, tenia una restriccion para con su esposa y tenia que esta alejado de ella por lo menos a 1000 metros. Era una locura, pero tenia que ser asi, además su matrimonio estaba más que roto. Con aquello cuerpos y su esposa secuestrada en una de las islas más alejadas del país, llevó a cabo el macabro plan, hizo pasar dos cadáveres como él y su esposa, al estar tan carbonizados y la poca tecnología de ese tiempo declararon que eran ellos aunque quedaban cabos sueltos, el caso quedó suspendido. Unos años despues, descubrieron que estaban resguardados en una de las islas más deplorable y por los pocos recursos apenas era objetivo para la justicia. ─Es esto. Mierda es esto, Rei maldición, de verdad seguiste esto. -se tomó del cabello y lo agito un poco sin poder creerlo. Quizás estaba equivocado, pero todo podia ser. No perdía nada con intentar algo más... 

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WWWOOOOOOUUUUUU ESTO ESTÁ INTENSOOOO!!!!!

Vigésimo tercer capítulo. Espero os guste, a mi me encanto, no sabia que aun podia imaginar tantas cosas. jajaja

Bueno la continuación del especial Navidad, Año Nuevo y 600 seguidores. (/3\) 

Espero de verdad que os guste y como ya saben, bueno siempre digo.

VOTEN Y COMENTEN. *3*)/

Los leo cuando me lean. :3   

¿Me Amas? (SouxMako) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora