Capítulo 22.

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La semana había corrido muy deprisa. Todos seguían alterado con lo que había ocurrido, el mundo parecía detenerse muy seguido en estos momentos. Todos parecían con los días tan tristes y melancólicos. Makoto estaba entre el caos de todo esto con su pequeño, y ahora se quejaba mentalmente por haber sido tan ingenuos los últimos meses con quien es su esposo. Se sentía como un crío cuando la semana pasada le hablo sobre algo que tanto le costaba decirle, y como parecía siempre Sou quedaba con el innegable título de buen corazón. 

Ese día estaba tan nervioso, pero por fin había salido de sus labios aquellas palabras, esa noticia que seguro se la estaba guardando para el mejor de los momentos antes de su accidente. Había estado casi media hora viendo al moreno allí parado frente a él, con intriga pero también con suma calma, era muy extraño para Makoto pero de un momento a otro soltó todo y le mostró aquellos análisis, también su foto y como había recordado tal noticia.

Estaba embarazado y la explicación del porqué o cómo fue la peor para el, Sousuke solo lo escuchaba con una mirada tan amorosa como feliz, radiante. Makoto aun no sabía cómo asimilar todo aquello. Y se sentía perdido en todo lo que estaría pasando por la mente de su aun no tan conocido esposo, aunque los recuerdos llegaban como un sue;o a le costaba en algunas cosas más los sentimientos que volvían a nacer cada dia que transcurrían juntos. Makoto sin duda se estaba volviendo a enamorar de este Sousuke y agradeció el hecho de poder pasar por esto una vez más, sin una vez se enamoró de esta persona porque no podría volver hacerlo. 

La cuestión fue que Sou sabía todo pero intento ser amable y comprensivo por su estado, le confesó la verdad porque no quería quedar mal con él y tampoco le gustaba mentirle de esta forma. Le dijo que estaba muy feliz, era el hombre más feliz con escuchar esta noticia de sus labios, la esperaba hace mucho y agradecia poder por fin haberla escuchado. Makoto casi llora por sus palabras y hasta Sousuke casi derrama unas cuantas lágrimas cuando recordó todo lo que había pasado en tan poco tiempo. Cada uno pensaba mucho al respecto con la opinión o pensamiento del contrario, siempre pensando en lo malo antes de lo bueno que podría resultar aquellas verdades. Eran especiales, se amaban que era imposible contra un amor asi ya sea cual sea la noticia, la respuesta, la mentira y la verdad.

Makoto ahora permanecía mirando fijamente por aquella ventana de hospital, esperando que todo fuera bien y volver a casa. Hace dos dias habia sido el funeral de sus amigos y le dolió mucho no asistir, el moreno le reto cuando este quiso ir de todas formas. Su doctor había dicho que por el sangrado era recomendable que no se moviera de allí. El bebé estaba bien pero las emociones fuertes y la preocupación no eran bueno para ninguno de los dos. Aunque el castaño entendía esto, sentía pena por no poder decir un adiós más personal. Aunque intento pelear no logró más que solo enojar a los demás. Ahora estaba allí, Sousuke tuvo que ir al instituto por unos temas con sus nuevos horarios y por lo visto ya tenia que volver a trabajar su licencia ya estaba por terminar. Eso significaba que lo vería solo en las tarde noche cuando viniera a verlo, eso lo desanimaba mucho. Pero no quedaba de otra, pero si volvían a casa le gustaría revisar sobre su trabajo en la Universidad, la ultima vez le pareció más que conocido todo aquello asi que quizas como realizar su trabajo había regresado sin tanto esfuerzo. Necesitaba distraerse de todo el caos que era su mundo en esos días. 

─¿Qué ocurre hermanito? -la sonrisa de Himiko despierta al perdido Makoto. 

─No es nada, solo pensaba en algunas cosas. ¿Te llamo Sou? -ella niega, pero luego de pensarlo un rato le comenta algo al cataño. 

─Sabes hermano, tengo una pregunta que hacerte. -el castaño mira a su hermana confundido pero le deja hablar. ─Bueno, Daichi está enamorado de alguien y la verdad por lo que pude enterarme esa persona apenas y si lo quiere como una persona especial. Pero eso no es amor y aunque nuestro hermano lo sabe, se que sufre mucho por eso. También hay algo más pero eso tendrias que hablarlo con él, sé que no tendría que decirte sobre esto. Mucho menos con tu estado pero necesitaba que estuvieras al tanto de algo, sabes como siempre fue Daichi desde pequeño. -suspira un poco melancólica la castaña. Mira a su hermano mayor con esa mirada de ayudalo por favor se que tu podrás. 

─Gracias por decirme esto Himi, yo hablaré con él cuando venga, es raro que aun no haya llegado. -sonríe y toma la mano de su hermana. ─Has estado cuidando muy bien de todo, estoy muy orgulloso de ti mi dulce Himiko. -su hermana sin pensarlo se acurrucó en un delicado abrazo con su hermano mayor, sentían que cada día volvían a ser los mismos de siempre. 

***

Daichi estaba mirándose al espejo muy nervioso, cada dia que pasaba se ponía hasta más paranoico. En ocasiones se veía realmente gordo y despues delgado, tenia mucho temor de que su embarazo empezara a notarse. Los nervios crecían más y más cada día, además Haruka estaba actuando algo raro. En estos días le pidió de repente que convivieron un tiempo, aprovechando la internación de Makoto para probar algo. Hasta sin pensarlo Nanase le pidió tener relaciones, Daichi se negó al principio pero termino siendo vencido por aquellos azulados ojos y esa suplicante voz. Se volvía loco con solo uno de sus roses. La culpa también lo invadía, si estaba pasando todo aquello podia llegar a ser que aquel sujeto lo había rechazado por su hijo o solo se sintió mal por romper algo que nunca fue más que el calor de una cama en noches de frío. Estaban actuando como algo que sabía nunca serían, pero el pelinegro intentaba probar algo diferente a pesar de lo que hablaron aquella vez. Se sentía agradecido y a la vez tan desdichado. No quería sufrir, tampoco que el sufriera.

─¿Qué haces ahí? -la sólida voz del mayor se escucho en la habitacion. Daichi se bajo la remera y noto al otro sonreír, camino hasta estar a su lado.

─No hacía nada. -estaba colorado y corrió la cara para que Haru no logre verlo. Que vergüenza pensó. 

Nanase tomó lugar junto a su delicado acompañante, vio su delicado cuerpo y sonrió, era muy lindo se dijo. Sin preguntar lo abrazo desde la espalda y le tomó las manos para colocarlas sobre su abdomen. Las entrelazo, Daichi estaba más que avergonzado, no sabía qué hacer en aquella situación. Su corazon latia a mil por hora, estaba nervioso y realmente no quería enamorarse mas del, no podia hacerlo, solo era asi porque estaba confundido y su bebé lo atraía. Si todo se resumía en eso. 

─Te verás muy adorable cuando este pequeño empiece a crecer, serás un gran padre Daichi. -apoya su mentón en el hombro del otro. ─Te lo aseguro al 100%. Intentar serlo también, te lo prometo. Se los prometo. -acarició suavemente el estómago del menor, este apretó sus ojos para que ninguna lágrima escapara. Se sentía tan abatido con todo eso. Todo daba vueltas y no sabia que hacer al respecto. 

─Se que harás hasta lo imposible Haruka. -el mayor lo abrazo mas fuerte y se noto la sincera sonrisa.

No era fácil, eso estaba más que claro, pero nada estaba siendo fácil para ninguno. Daichi pensó en su hermano mayor, en sus conocidos, su abuela, su preciada hermana, sus tantos seres queridos. Quería respirar, quería ayudar, quería tanto pero no sabía por dónde empezar y eso lo llevaba a un laberinto sin salida.

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AQUIIIIIIIIIIIIII NUESTRO VIGÉSIMO SEGUNDO CAPÍTULO!!!!

Qué emoción, verdad??? Esto esta tan ahhhhh

No se ni como describir los episodios de mi propia novela. jajjaja

Bueno mejor me callo y les dejo otro cap especial Navidad, Año nuevo y 600 seguidores. /w\) qué de cosas verdad. jajaj

Bueno, ya ya... como saben...

VOTEN Y COMENTEN. -3-)

Los leo cuando me lean. *3*)/   

¿Me Amas? (SouxMako) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora