Capítulo 25.

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El día había llegado a su fin, esa noche Daichi pidió quedarse con su hermano en el hospital aunque no era bueno por su estado insistió tanto que terminó con la paciencia de todos. Haruka dijo que se quedaría también, estaría en el auto por cualquier cosa, había alquilado un auto hace unos días por temas del trabajo. Estaba preocupado por Daichi y su mejor amigo, siente el enojo de su parte, también la rotunda decepción, eso le dolía mucho y se lamentaba a cada segundo dentro de aquel automóvil todo lo malo que pasaba en su vida. Mientras intentaba pensar en que cosas podría decir Makoto sobre todo lo que habían dicho. 

─No me siento realmente muy sorprendido, ya esperaba algo de esto. -dice el castaño,mirando a su hermano sentado a su lado. No sabía muy bien cómo reaccionar ante todo esto, pero intentaba decirle algo que tampoco lo lastimara. ─Supongo que ya sospechaba de algo antes. Puede que sea eso. -Makoto hablaba quedo pero Daichi ni siquiera podia mirarlo. 

─Lo siento hermano. -se vuelve a disculpar el menor. ─Yo no quería nada de esto, solo paso y se me salió de las manos. -dice nuevamente angustiado. 

─Relájate, no quiero que te disculpes. -suspira el ojiverde, mirándolo con ternura. ─Te enamoraste, todo cometemos locuras por amor. -sonríe en lo último, y piensa en esos recuerdos tan bonitos que volvieron a él hace unos días. Además, el rostro de Rin era lo primero que llego a su memoria, se notaba que había hecho todo aquello por amor. Makoto sentía pena por todos, si Haruka estaba enamorado de aquel pelirrojo y su hermano solo fue un pasatiempo, le molestaba ese título para su hermano menor, significaba que había sido solo un reemplazo. En qué pensaba su mejor amigo...

—No te enojes con el, fue mi culpa la verdad, fui yo quien se metió más haya de dónde debía. Y luego esto... -se tocó el abdomen, estaba algo abultado.

—No digas eso, Haru no es una persona sin corazón, se que ninguno quiso terminar así. -Mako tomó las manos de su hermano y le sonrió. ─No pienses en nada tonto, te amo eres mi pequeño hermano y el tio de mi bebe. -dice y la mirada de Daichi se enternece.

Makoto se levanta de su lugar y abre se sorprende al ver como abren la puerta dos enfermeras del turno noche trayendo con ellas una nueva cama a la habitación. La acomodan y dejan allí. Ofrecen una sonrisa y por cualquier cosa que las pueden llamar. El castaño se hace una idea de quién pudo pedir este favor, despues de todo la jefa de enfermería es amiga de Haruka hace varios años. Sabía muy bien que el cuidaría de Daichi con su vida, no importase que, tambien seria un gran padre, pero... aun asi lo que tuvo con aquel tipo. Hablaría con el más tarde sin Daichi presente.

─Vamos a descansar, con tantas cosas hoy es mejor que te recuestes y duermas. -ambos sonríen y despues de un rato Daichi ya se encontraba completamente dormido. 

(...)    

─Pense que no podías venir. -la voz apagada es tan triste de oír.

─No lo iba hacer, pero cuando dijiste el aeropuerto, no pude dejarte ir así. -los bellos ojos del pelirrojo se iluminaron, lamentaba todo esto, si tan solo se hubieran conocido antes... Si tan solo todo fuera diferente en sus vidas.

—Todo está bien Haruka, no tenemos más que decir. Todo pasa por algo y la verdad, todo esto me a ayudado a recapacitar en muchas cosas. -sonrie sinceramente. —Te agradezco por el cariño y amor que me recordaste aún quedaba en mi. -el pelinegro asiente y el deseo de tomar las manos del otro lo atormenta. —Has sido muy paciente con alguien como yo, Sou también me ayudó mucho en algunas cosas. Les agradezco tanto a ambos. -mira hacia los grandes ventanales la oscuridad de aquella madrugada, nunca podría ser olvidada. Esta persona tampoco desaparecería nunca de sus recuerdos, de su corazón tan poco grato para el amor. —Cuida de ese chico y su bebé, se nota que te ama. No lo lastimes, me sentiría muy culpable si fuera así. Sé que en el fondo lo amas, se nota en la forma que lo miras solo que ese amor terminará de aparecer cuando entiendas todo como es. -Haru quería decir algo pero no podía, simplemente ya no valía de nada.

—Los cuídare con mi vida. -ambos se sonrieron. Estaba claro él dolor y él alivio entre ellos, aunque fuera por un instante está charla había ayudado mucho.

(...)

No podía creer todo esto pero sabia que iban en un camino correcto. Sousuke estaba exausto esperando noticias y cada que sonaba el móvil perdía la cabeza. Ya no aguantaba la angustia y desesperación, sabía la verdad y deseaba que sus sospechas sean confirmadas de una vez. Esperaba noticias pronto quería por fin sentirse bien consigo mismo y recuperar a sus amigos después de tanto sufrimiento. Sabía que todo no iría muy bien más que nada por el estado en el que se encontraba Reí en estos tiempos. Pensar en el pasado y recordar cada momentos vividos entre todos y el ahora que tienen que atravesar sin dudas es demaciado.

Además su bello Makoto llevando el fruto de su verdadero amor en su vientre a pesar de tantas tragedias y pesares el seguía en pie a su lado. Agradecía la bondad de quién los cuida por darles esta oportunidad. Se moría de ganas por estar a su lado ahora mismo pero tenía que resolver esto cuanto antes no quería que algo malo pasará. No debia de complicarse nada para ninguno, no debian de seguir estos actos tan horrendos para sus vidas. Sus amigos debian estar bien y todos tenian que lograr tocar la felicidad con un gran abrazo fuerte. Sousuke sentia que pensaba demás pero era un deseo genuino para el y sus amigos, no podría vivir en un mundo donde sufrieran y perecieran ante malas acciones. Mas sabiendo que su dulce y noble Makoto sufriría por eso, no era justo. Pero ya estaban cerca si su corazonada no fallaba pronto encontrarían una respuesta a todo este lió. 

Por otro lado un preocupado rubio observaba a la persona que le robo el corazón hace muchos años, era como ver a alguien completamente diferente ya desde su comportamiento y forma de pensar. Ese Rei que conoció una ves había dejado de existir tiempo despues de aquel accidente, no quiso por mucho creer aquel cambio pero los echos y acciones del otro decían mas que suficiente. Tenia que tratar de aguantar un poco mas por su bien por el de ambos, esta locura no dudaría para siempre pero mantendría las aguas tranquilas hasta ser rescatados por fin.

Tenia muchas ganas de volver con todos y ayudar al amor de su vida cuanto antes, aunque no sabría como mirarlo luego de que todo esto pase, como pararse delante de el y escuchar sus constantes insultos o quejas. Si que amar podia ser tan pesado. 

─Tenemos que salir de esto juntos. -acaricio la mejilla del otro y sintió como sus manos se aferraban mas a el, le dolía tanto aun poder sentir algo por él. ─Déjame ayudarte esta vez, por favor. -murmuro cerrando sus ojos y esperando que sus palabras hayan llegado más haya de todo este desastre que se había convertido sus vidas.

Quizás pronto el milagro que tanto pedía estaba a punto de llegar o en algún momento daría señales mas claras de su llegada.     

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Wouuuu si lo se por fin!!!!

Aquí nuestro Vigésimo quinto capitulo.

Espero os guste aunque sea algo cortito. 

Ya saben como siempre digo. 

VOTEN Y COMENTEN. _3_

Los leo cuando me lean. -w-)/ 


¿Me Amas? (SouxMako) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora