Capítulo 10.

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—¿Nagisa? -pregunta emocionado el castaño, seguido del gran abrazo de su pequeño amigo, y observado divertido por todos a su alrededor. —Estas tan cambiado. -ríe el pequeño ante la mirada del castaño.

—Si, puede ser. Más si solo me recuerdas desde la Secundaria. Como ves he cambiado mucho. —Nagisa sonríe mientras mira a todos.

Nagi se sentía un poco agobiado por tal momento, miro con algo de pena a su mejor amigo y luego se dedicó a observar un poco a Sousuke que ante todo se podía notar aquella tristeza interna que tanto peleaba por esconder. Algo en el pecho del rubio le decía que nada bueno se avecinaba, pero que aun así trataría de ayudar a que todo fuera bien. O por lo menos eso trataría.

—¿Nagisa? -pregunta algo confundido Mako, notando como su pequeño amigo vuelve de lo más profundo de sus pensamientos.

—Nada, importante. -hace un ademán con sus manos. —Pero, espero me inviten a cenar, muero de hambre.

Todos los presentes se miraron el uno al otro antes de reír con entusiasmo. Sí, había pasado mucho desde que tuvieron este cálido encuentro. Solo faltaba Nanase, pero por lo que había oído del castaño hace unos días le dijo que estaría ocupado con algunas cosas por eso no lo verían mucho. Eso le pareció raro a Mako, pero con respecto a Sou le pareció la mejor noticia de todas.

Pero, aun así era una verdadera incógnita de los quehaceres del pelinegro. Que muchos en el fondo tenían ganas de descubrir. Aunque tarde o temprano todo se descubriría.

***

—Mako esto está estupendo, no has perdido tu mano en la cocina. -dice muy emocionado y babeando Nagisa, logrando que su amigo se sonroje una décima. —Entiendo porque este grandote te ama tanto. -señala divertido a Sou, el cual solo sonríe viendo como su esposo se vuelve un increíble tomate viviente.

—Ya Nagisa deja de molestar a Makoto. -lo regaña el moreno, mirando de soslayo al castaño.

—Bien, bien... No me dejas ser. -se queja el rubio, antes de volver a comer otra rebanada de tarta.

—No, está bien me hace feliz que halaguen mi comida. -interviene apenado Mako. —Por favor coman con tranquilidad.

Sousuke no para de mirar en todo momento a su pareja, siente algo raro en el. Últimamente pareciera que acepta todo bien su situación pero nada más que ello. Aunque al parecer para felicidad de Sou su lindo Makoto está reconociendo que el es su esposo. Como también los pequeños y vagos recuerdos de donde a estado acomodando con los años sus cosas. Si era buena señal. Además de aquello que le dijo sobre que presentía algo y luego miraba su algo abultado vientre. Según de lo que escuche de su psicóloga todo estaba marchando muy bien. Makoto pronto volvería al de antes, si muy pronto.

—¡Hey! ¿En que piensas, Soucito? -pregunta divertido el rubio, tomando una rebanada de tarta en el proceso.

—Ah, nada. Solo me acorde de algo. -dice tranquilo el moreno, regalándole una dulce sonrisa a su pareja.

—Por lo visto se están llevando muy bien, eso me tranquiliza. -comenta feliz Nagi, seguida de la risa de ambos chicos. —Aun así Mako mantenlo vigilado como en los viejos tiempos. -el castaño lo mira algo confundido. —Oh, si celabas mucho a Sou. ¿Verdad, grandote? -este suspira y asiente algo divertido.

—¿Era muy celoso, de verdad? -el castaño se queda pensando y luego mira un rato a Sou, el cual se siente algo nervioso bajo tal mirada. —Ya veo... -ambos le miran. —Ahora entiendo porque Himiko y Daichi hicieron aquella prueba.

Sousuke y Nagisa se miraron entre si, el rubio estaba más que perdido pero Sou de repente recordó aquella ocasión. Suspiro pesadamente y miro a Mako. Nagisa solo de imaginarse la situación comenzó a reírse, seguido de Makoto que aun así entendía el punto de aquello.

¿Me Amas? (SouxMako) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora