Capítulo 3.

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─No lo creo. -grita una emocionada Himiko, seguida de los escabrosos abrazos a su amigo-cuñado.

─No se que decir, pero ser tío no me daría mal rollo. -sonríe un feliz Daichi. ─Pero...

─No empieces tú también, ya me bastó con Nanase. -se deja caer en el sofá un realmente demacrado Sousuke. ─Me pase toda la maldita noche pensando en cómo decirles a ustedes, imagínense cuando se lo tenga que decir a Mako. -todos suspiraron al unísono, mientras caen a los extremos de cada uno de los lados del moreno dejando a este en el medio del sofá de tres cuerpos, que para colmo es el favorito de Makoto.

─Creo que por el momento será bueno ocultarlo, y ver que pasa más adelante. -dice Himiko, rascándose la nuca y acomodando su cabello a un lado.

─Pienso lo mismo. -continua Daichi. ─Además, creo que se volvería loco si se entera después de ni siquiera recordar al padre de su crío. -se queda pensando el moreno menor.

─Dime... -suspira Sou. ─¿Te has puesto de acuerdo con Nanase para repetir las mismas palabras? -Daichi niega, sin entender lo que le dice su cuñado. ─Bueno olvida eso.

***

─Achu...Achus...-se escucha estornudar al castaño, mientras es observado por su mejor amigo.

─¿Estas bien? -pregunta Haruka.

─Si es solo que... bueno, no se me dieron ganas de estornudar de la nada. -dice, mientras toma un pañuelo y se limpia la nariz.

─Ya... -asiente el pelinegro, mira a cada lado. ─¿Y dónde están los demás?

─Dijeron que tenían algo que hacer urgente, luego vendrían hacia aquí. -dijo, lo más tranquilo el castaño.

─Hey hermano, ¿Has hablado o visto a Yamazaki? -pregunta de la nada Haru, dejando al castaño con una sensación de sorpresa extrema.

Mako se queda pensado, y si lo había visto, pero no realmente a su vez. El castaño había descubierto ya hacía dos noches que el moreno entraba en su habitación y se quedaba varias horas mirándole dormir. Por un lado se sentía extraño y por el otro, realmente una inmensa felicidad lo invadía. Pero... no sabía cómo tomarse en verdad todo eso.

─¿Mako? -grita un serio Nanase. ─¿Me estás oyendo? -el castaño sonríe apenado.

─Perdón, es solo que me quede pensando en algo. -sonríe tímido. ─Dime... Haru... ¿Yo realmente me enamore de Sousuke? -el pelinegro le mira y sonríe a su mejor amigo. Aunque en verdad le gustaría decir que no, no podía no cuando sabía que aquello valía mucho para todos.

─Bueno, recuerdo que al principio me pareció algo ilógico, pero... -sonríe el pelinegro para su amigo que le mira intrigado. ─Ese brillo en tus ojos era realmente único, desde que empezaste a salir con el idiota cambiaste no digo que me sentí un tanto raro, pero él te hacía, te hace feliz y por ello espero que todo vuelva a como era antes. Aunque procura esta vez cuidarte más y salir con tus amigos más seguido. -bromea con su típica seriedad, único en este chico realmente.

─Gracias, Haru. -se acomoda en su cama el castaño, sonriendo de felicidad por las palabras del pelinegro. Se sentía de alguna manera más seguro.

***

Los días habían pasado y luego de estar dos semanas largas internado Mako por fin había recibido el alta. Pero... un nuevo inconveniente se presentó...

─¿Qué? Pero...yo... -se quejaba es castaño, mientras era empujado lentamente por su hermana.

─No pensarás... no me hagas reír hermanito. -dijo, aguantando las carcajadas la castaña.  ─Vivirás en tu casa, ya hable con Sou. Ahora el vendrá pronto a recogernos. Pero no te moles tanto, me quedaré unos días con ustedes. -finalizó con una sonrisa, mientras terminaba de ordenar las pertenencias del castaño.

Makoto se sentía realmente apenado, deseaba que la tierra se lo tragase ya... Por lo que le habían dicho Sousuke trabajaba como profesor de Educación Física en una preparatoria no muy lejos de su respectiva casa. Además de que ayudaba como entrenador en el club de natación del lugar y sus alumnos estaban preparándose para una competencia importante. Muchas cosas nuevas se decían de aquel hombre y eso le intrigaba demasiado, pero a su vez sentía algo de miedo por lo que estaba por descubrir.

─Tengo algo de miedo. -susurro el castaño. Al salir por el gran elevador. Himiko pudo escuchar su comentario casi inaudible y le sonrió de forma que no tuviera de qué preocuparse.

─Sabes...lo mismo me dijiste el día en que te casaste con Sou. -sonríe. ─Estabas tan nervioso que antes de que entraras al registro civil, me miraste y me rogaste que te abrazara con fuerza. Me decías que estabas realmente aterrado. -volvió a sonreír, dejando escapar una carcajada. ─Pero, luego te repetidas una y otra vez que no te darías por vencido, ese era solo el comienzo ya tendrías muchas otras cosas más de las cuales aterrarte, como cuando Sousuke deja la ropa sucia en el cesto de la ropa limpia sin darse cuenta y luego vuelve a cambiarla de lugar. -ambos rieron. ─Te juro hermanito que como ese día todo saldrá extremadamente bien. -Himi le regaló una de sus mejore sonrisa a su hermano, lo apreciaba tanto que odiaba todo lo malo que le había ocurrido, pero aun así sabía que era como una nueva enseñanza del destino. Siempre después de algo malo vendría algo bueno, y al pensar en eso solo le venía a la mente ese pequeño o pequeña que se formaba en el vientre de su hermano mayor. Eso la reconfortaba. La ilusionaba y sabía que Makoto al saber de tal noticia lloraría, lloraría tanto... pero, de la emoción al saber que tendría al fruto de su amor con Sousuke. Si que era bello ver ese lado apartado de las desgracias.

─Bien... los estaba esperando. -sonrió un muy arreglado, bueno no tanto, Sousuke. ─¿Nos vamos?

─Uy alguien se arreglo, ¿viste hermanito? Sou se arreglo especialmente para ti. Aprovéchalo nunca se viste tan presentable. -jugueteo con sus manos la castaña mientras ingresaba en el auto frente suyo. ─Por cierto tú irás adelante yo voy atrás, vamos muévanse . Tengo trabajos que entregar en la facultad. -grito desde el interior del automóvil.

Makoto no paraba de mirar al moreno y el moreno no paraba de maldecir por lo bajo a su alocada, pero sincera cuñada. Qué más podía hacer, esa chica era única. Al notar que el castaño no se movía ni emitía sonido alguno, dirigió su mirada y ya después de tanto tiempo Sou recordó esa vez que Mako había aceptado salir con el. Esa expresión hacia mucho que no la veía.

─Mako... -dijo el moreno, ganándose la atención del nombrado. ─¿Vamos? -preguntó, con una suave sonrisa mientras sostenía la puerta del vehículo abierta, esperando el ingreso del castaño, que por alguna extraña razón que no entendía se había sonrojado. Pero que de inmediato asintió e ingreso al carro. Sousuke sonrió ampliamente.

─Lo recuperaré. -se dijo para sí. ─Te recuperaré cariño. -sonrió para sus adentros mientras rodeaba e ingresaba al vehículo, para volver a casa. Y donde por fin daría comienzo al plan de los recuerdos.

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Bien.... hola... jejeje siento que lloro, owww me emocione y dije vamos a poner esto, esto y esto y cuando me di cuenta, ya había terminado el capítulo. *3* Soy terrible.

Espero y les guste este tercer capítulo un tanto románticon. Me gusta lo románticom... -3- 

Bueno ahora sip me voy... jeje

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Chaito, los leo cuando me lean. 

¿Me Amas? (SouxMako) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora