Capítulo 19.

125 16 6
                                    

-Necesitamos hablar. -dice más que decidido el pequeño moreno.

-No empecemos, ya hablamos. -responde el pelinegro, ante aquel par de ojos un tanto lejanos. -Tengo que ir a trabajar, ve a casa Daichi.

-Esto es importante Haruka. -habla desesperado. Ante aquello el pelinegro se giró observando la llorosa mirada del menor.

Una extraña sensación se acoplo en él, miro al chico frente suyo. Sus lágrimas luchando por salir, y aquellas pequeñas ojeras que adornaban tan sincera mirada. Algo no estaba bien, nunca actuaba de aquella manera.

-Bien, llamaré y diré que llegaré un poco tarde. -acepta y se pierde unos minutos por una de las habitaciones mientras Daichi se queda parado en la gran sala.

Durante ese pequeño lapsus el menor busco y rebusco en su mente las mejores palabras que decir. También tomo de su mochila unos papeles, los cuales leyó y releyó aún no creyendo todo aquello. Tenía miedo, mucho pero antes de hablar con su hermano tenía que poner al tanto a quien estaba tan implicado como él. Era doloroso pero tenía que afrontar esto.

-Ya me dirás... ¿Qué ocurre? -pregunta quedó pero intranquilo. Notando la intranquilidad del otro, Haru comienza a preocuparse seriamente. -Daichi...

-Lee esto. -dice rápido Daichi, entregado un sobre al pelinegro. El cual toma y observa sin entender. -No te enojes... -murmura el menor, desesperando al otro que comenzaba a leer los papeles en sus manos.

Sin decir nada, todo el cuerpo del pelinegro se estremeció. Se acomodó como pudo en uno de los sofás detrás de si. Aún estupefacto volvió a ver aquellos papeles. Para volver la mirada al chico frente suyo, quien se notaba cohibido, con la mirada al suelo y el terror irradiando era decir poco. Aquello estaba más que remarcado en ambos. El miedo los dejo en un infinito abismo.

-No puede ser...

-Yo aún no lo creo. -murmura Daichi, conteniendo las lágrimas. Esto era mucho para el. La presión lo estuvo consumiendo durante muchos días.

-¿Cuánto... -intenta preguntar Haru.

-Un mes... -hace una pausa. -Yo no pensaba decírtelo. -ante aquellas palabras Haruka se paró de golpe.

-Serias capas de hacer algo así. -grita indignado. -Daichi...

-¿Porque querrías saber? ¿No estás iniciando una relación con ese sujeto? Solo seríamos una carga para ti, puedo con esto solo. Si te lo dije es para que luego no andes armando tonterías. -habla entre leves gritos, estaba enojado, frustrado por como todo estaba yendo. -Te doy la chance de que puedas conocerlo y todo lo que quieras, solo no intentes de meterte en mi vida y lo que haga. -aquellas palabras golpearon con fuerza en el pecho del pelinegro.

-No puedes no dejar que me ocupe de ambos. -Daichi sonríe de lado. -No seas idiota, no pienso dejar que solo tú te valgas cuando sabemos que aún ni siquiera te has graduado de la universidad. ¿Crees que podrás de aquella manera? -el menor solo miro hacia otro lado, no estaba seguro pero tampoco lo necesitaba. No quería ser una carga para el. -No eres una carga Daichi, eres mi responsabilidad. Vivimos mucho juntos, y esto es un acto de ello. Te quiero y siempre lo haré. Tu...

-Pero, no me amas. -suelta el menor. Dejando paso a sus lágrimas, ya no aguantaba más, no sabía si era por su estado o simplemente ya está cansado de todo. Solo necesitaba llorar. -Crees qué es fácil para mí. -hipea, antes de sentarse. -No puedo estar mucho tiempo junto a ti, te conozco Haru, se que intentaras estar en todo y me pone feliz pero también harás que me enamoré más de ti y eso me destroza. -no puede continuar, su llanto comienza a entorpecer su respiración. -Estoy... Cansado de esto...

¿Me Amas? (SouxMako) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora