¡Más Que un Sueño!

¿PORQUE CALLAR CUANDO LO QUE QUIERES ES HABLAR?

Muchas veces tenemos amigos y familiares en situaciones tan próximas o expuestas al peligro que pensamos que hablándoles podríamos protegerles, ayudarles o hacerles reflexionar antes una, situación dada, dígase un mal paso o una mala elección. En la vida hay momentos en que nosotros no podemos ni debemos opinar en las relaciones personales de los demás. Seguro que quien se siente en capacidad de poder tomar una decisión también tiene que sentirse en la misma disposición que tuvo para tomarla, como para afrontar los problemas y/o consecuencias que este conlleve.

A veces queremos advertir, sea por nuestra experiencia adoptada o por la magnitud del asunto, pero debemos dejar que ellos tropiecen, que caigan y que admitan su error, que reflexionen y que se levanten pero con una actitud diferente, con la de no fallar nunca jamás de la misma manera en que lo hizo una vez; tal vez esta nueva experiencia adquirida le ayude a adoptar otra posición frente al mismo problema presentado por segunda vez, tal vez en la próxima ocasión tenga una carta debajo de la manga para resolver la situación. Pero para esto muchas veces tenemos que vivir la experiencia nosotros mismo, en carne propia, no nos basta las experiencias ajenas ni nos interesan, a veces, solo cuando tropezamos pensamos en lo que nos advirtieron que podría suceder, pero que por ser insensatos no tomamos en cuenta, sino mas bien que ignoramos las advertencias que nos hiciere alguien a quien le interesamos y entonces, es cuando decimos: que tonta/o fui, pero descuida siempre hay una segunda oportunidad para remediar los males del camino de la vida. Solo tú decides cuanto sufres pero también tú decides cuanto ser feliz. Solo tú, sabes ahora el porqué callar, cuando lo que quieres es hablar.