SABER GUARDAR UN SECRETO

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A veces es mejor desahogarse con las páginas en blanco que esperan a ser mojadas por las finas gotas de tintas que desprendiese algún lapicero. Tomando por alguna persona que escondiese algún secreto, u/o que haya cometido algún percance y teme ser descubierto. O que simple y llanamente carezca de palabras para socializar convencionalmente con los demás. Los seres humanos somos débiles y queremos demostrar nobleza cuando flojea nuestro carácter, cuando terminamos mal lo que bien por alguna causa comienza. Lo que quiero decir es... que toda persona tiene un mejor amigo a quien le cuenta secretos, pero a veces ese amigo/a no es tan conservador como esperamos. Ese amigo se lo cuenta a otro amigo, y el otro a otro, y así se va armando el chisme, el secreteo, el no se lo digas a nadie más solo yo sabía esto, y demás.

En mi caso se me ha hecho muy difícil el encontrar a un confidente cien por ciento leal, capaz de llevar secretos relevantes hasta la tumba y por esta razón amo el poder esconder mis sucesos con hermosos versos, amo adornar con palabras mis experiencias; poder transmitir lo que siento sea bueno, malo y hasta increíble. Me gusta desahogar mis penas con las tintas de lapiceros que se gastan y se gastan al desplegarse sobre el blanco papel. No es para que todos entiendan lo que escribo, ya que en ocasiones como lo hiso Jesucristo me gusta escribir en parábolas, metáforas y/o alegorías. Es para que los más inteligentes sepan interpretar mis versos y quieran palpar mis sentimientos mas allá de las letras. Habrán personas que se cansaran de leer un libro y nunca entenderán a cabalidad su contenido, sin embargo otros con solo darle una sola y única lectura pueden quedar enterados de la información que este posee.

Yo amo vivir la vida y a ustedes contar mis secretos, hacerlo de la mejor manera que se hacerlo, con mis paginas blancas y tinta de lapicero, con mis notas le voy describiendo mi vida, mis amores, mis sucesos, experiencias cercanas, también los momentos tristes con ustedes les comento. Cuando tengo desamores, cuando ya vivir no quiero, pero vuelvo y me reanimo al poder analizar lo que han hecho mis manos con las letras que releo.

Ya para finalizar este capítulo me pregunto si puedes descifrar este acertijo que una vez me realizo un amigo y que le hicieren los dioses una vez a Ulises el griego según mi amigo: ¿Que es más pequeño que la punta de una aguja, más grande que el universo, los muertos la comen y si los vivos la comen se mueren? (R. Nada) Nada es más pequeño que la punta de una aguja, nada es más grande que el universo, los muertos nada comen, y si los vivos no comen nada se mueren.

Recuerda: si no consideras el poder guardar un secreto, mejor no lo escuche, realmente te convierte en prisionero/a de lo que sabes.

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