Anna estaba esperando junto a un viejo coche blanco, fuera del aeropuerto. Su pie golpeando el suelo con impaciencia esperando a Sam y Dean. Ambos estaban dentro del hangar de aviones privados, cambiando el maletín de Dick con otro falso.
Ese era el plan de ella, había querido entrar y hacerlo pero los dos se habían negados rotundamente. Su excusa era que los hombres heterosexuales siempre se distraen mirando mujeres bonitas, ella discutió todo el viaje contra el estúpido pensamiento de Dean.
—Yo podría ayudarlos. En serio.
—No vamos a discutir de nuevo esto Anna. Es peligroso —Dean se acomodó las gafas mientras hablaba.
—¿En serio, Dean? ¡Sam! No soy una niña, vamos.
—Dean tiene razón. Es mejor si nos esperas aquí. Si las cosas se complican será mejor que estés afuera para ayudarnos.
—Además, eres caliente como el infierno. El secuaz de Dick querrá seducirte. Está en la naturaleza de un hombre —estaba tan atónita con la explicación de Dean que ni siquiera contestó—. Espéranos aquí.
Él besó su frente, antes de irse junto a Sam. Ella simplemente los miró alejarse, vestidos como empleados del lugar, con sombreros de seguridad y gafas. Después de lo que pareció una eternidad, suspiró aliviada al verlos salir del hangar, con el estuche en la mano.
Abrió el maletero del coche, a medida que se acercaban a ella. Sam colocó la valija dentro del auto, mirando hacia todos lados para asegurarse de que nadie los hubiera notado.
—¿Y ahora qué? —preguntó Sam después de que se despojaron los chalecos, cascos y lentes, arrojándolos junto al maletín.
—A mirar lo que hemos conseguido —dijo Dean.
Anna se adelantó, destrabando las abrazaderas de la maleta gris y abriéndola. Había un objeto rectangular grande dentro de él, envuelto en un paño viejo y sucio. Levantó la tela, encontrándose con una losa de barro. —¿Acabamos de... robar un trozo de arcilla?
—Es una buena pregunta —dijo Dean—. Aunque, ¿por qué no respondemos esto a pocos miles de kilómetros de aquí? Ahora, ¿dónde está Charlie?
****
La pelirroja había estado llamando al celular de Charlie todo el viaje, pero cada vez que sonaba atendía el correo de voz, así que los tres decidieron volver a Richard Roman Enterprises. Las puertas de cristal delanteras estaban astilladas, pero todavía seguían enteras, era una señal de que algo malo estaba pasando.
Anna salió del coche, incluso antes de que se detuviera, con la botella de bórax en la mano y los hermanos siguiéndola de cerca. Comenzó a correr hacia la entrada tomando impulso y atravesando la puerta astillada a toda velocidad, rodando por el piso y poniéndose de pie con una agilidad increíble.
Dean hizo lo mismo con la otra parte de la puerta con Sam corriendo tras él. Charlie estaba en el suelo junto a la entrada justo detrás de ella, sosteniendo su brazo derecho. Había un hombre recostado también en suelo, cerca de ella. Dick estaba a unos cinco metros adelante y había un guardia de seguridad saliendo de su puesto y corriendo hacia ellos, en dirección de Dean.
—¡Anna! —gritó Charlie. Ella la miró y señaló con la cabeza al hombre que estaba en el suelo, a su lado—. ¡Es uno de ellos!
Abrió la tapa del bórax, girando hacia él y lanzándole el líquido en la cara. Dean golpeó al guardia de seguridad al mismo tiempo que el hombre que estaba delante de Charlie se desplomó al suelo gritando, acunando su cara entre sus manos.
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entre los hermanos | supernatural¹
Fanfiction[DeanxOCxSam] (en edición) ❝No hay ángeles o demonios por encima de los Winchester para mi❞ Anna Miller se cruza con los hermanos Winchester y comienza a cazar junto a ellos. El problema empieza cuando ambos hermanos comienzan a te...