[008] - Como pasa el tiempo

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La relación que Anna estaba manteniendo con Sam era normal. Tan normal que apenas si había algún beso durante el día. Ella quería perdonarlo, más que nada. Quería que su relación vuelva a ser como antes del purgatorio, donde todo era amor y cariño, pero el recuerdo constante de él abandonandola era más fuerte.

Con Dean había tenido algunos momentos de debilidad también, desde su desmayo era como si él se resistiera a tocarla o decir algo que pudiera lastimarla. Todo eso hasta que apareció Charlie. Trabajaron en un caso donde estaba involucrada y pese a que se conocían muy poco, fue ella quien ayudó a que Dean y Anna arreglaran sus sentimientos.

Igualmente nada se comparaba a cuando Emily y Charlie se conocieron. Automáticamente tuvieron una buena relación, y Anna no estaba completamente segura pero creía haber visto a su hermana coquetear con la otra pelirroja. No era que le molestara, estaba feliz por ella pero no dejaba de estar sorprendida.

Eran las tres de la madrugada y Anna se paró frente al espejo en el cuarto de baño del motel, maldiciendo a su mente por ser tan inquieta. Lanzó un suspiro y se inclinó sobre el lavamanos para salpicar agua en su rostro. Cuando unas gotitas de agua fría se deslizaron por su cuello, se enderezó y casi saltó cuando vio el reflejo de Sam en el espejo detrás de ella.

—Lo siento —dijo con una risa nerviosa—. No quise asustarte.

—Probablemente no debería estar detrás de mí y en silencio. Eso es espeluznante—usó la parte inferior de la camisa que llevaba para limpiarse la cara cuando se giró para mirarlo.

Él asintió. —Tienes razón.

Anna asintió y se preguntó por qué era todo tan incómodo de repente. Aclaró su garganta y se apoyó en el fregadero. —Tampoco puedes dormir, ¿eh?

Sacudió la cabeza y se rascó la parte posterior de su cuello. Ella se maldijo mentalmente por babear sobre el bulto de su bíceps cuando lo hizo. Se restregó los ojos con una mano y suspiró.

Anna abrió la boca para volver a hablar o hacer cualquier cosa que rompiera la incomodidad. —Mira, yo...

—Lo siento, es solo... —Sam habló al mismo tiempo.

Ambos se rieron y él dio un par de pasos hacia ella. La pelirroja abrió ligeramente sus piernas para que él pudiera pararse más cerca de ella. Pero él se detuvo antes de llegar tan lejos, haciendo que su corazón se hundiera y las estúpidas inseguridades volvieron a flotar en la superficie.

Fue estúpido Anna nunca había sido tan insegura con él antes. Pero desde que se fue con Amelia... sabía que era hora de dejarlo ir, pero no podía. Le resultaba tan difícil sentirse segura con Sam cuando la mitad del tiempo ni siquiera sabía lo que estaba pensando o sintiendo cuando se trataba de ella.

A veces pensaba que sería más fácil si él actuará como solía hacerlo. Si él sólo actuó como loco por ella como lo hacía Dean. Pero no lo hizo. Y sabía que desear eso era egoísta e injusto.

—Te extraño —Sam habló de repente.

Anna se mordió el labio inferior involuntariamente. —No sé a qué te refieres. Estoy aquí.

—Sabes a lo que me refiero. Nos extraño. Como éramos. Te extraño. Y... y cómo solías mirarme. Yo sé que lo arruine. Sé que seguí arruinando todo incluso después de que dije que no lo haría. Y lo estoy intentando Realmente estoy...

—Dios, Sam, simplemente para —lo detuvo. Anna hizo una pausa y Sam se giró ligeramente cuando escuchó a Dean moverse en su cama. Ella suspiró—. Deja de culparte a ti mismo. Deja de hacerme sentir culpable por estar enojada contigo. Tenía todo el derecho de enojarme.

entre los hermanos | supernatural¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora