entre los hermanos | supernatural¹

[005] - El cielo no puede esperar

Sam suspiró mientras miraba las páginas que Kevin le había dado. Estaba repleta de dibujos  hechos a mano en rojo y negro, con palabras, símbolos y números.

—Esa es tu "gran noticia" —preguntó  Sam mientras Dean se apoyaba contra el extremo de la mesa de la biblioteca y miraba páginas similares—. ¿Es esa tu traducción de la tabla en... garabatos?

—Es cuneiforme —les aclaró Kevin desde donde estaba sentado. Ellos lo miraron—. Me daba contra la pared traduciendo la tabla al inglés. Pero encontré un códice antiguo que une las secuencias de los ángeles en escritura cuneiforme protoelamita y pude traducir la tabla y las notas al elamita, que está...

—Garabatos —aseguró Dean.

—Está extinto —aclaró Kevin con un suspiro.

Antes de que alguno de los hermanos pudiera decir algo, Anna llegó caminando a la biblioteca con una de las camisas tipo leñadoras de Sam. Una sonrisa brillante adornaron sus rostros cuando la vieron.

Kevin miró por encima del hombro para ver qué había animado a los Winchester. Rodó los ojos y volvió a sus notas cuando vio que era ella.

A Kevin le gustaba Anna, de hecho, ella era su favorita, su problema no era con ella en absoluto. Su problema era cuando estaban los tres juntos. Por separado, o en parejas, podía manejarlo pero cuando los tres se juntaban era una sobrecarga de afecto, susurros secretos, bromas y miradas de complicidad.

Ninguno de ellos ocultaba lo enamorados que estaban el uno con el otro, sobre todo los hermanos. Y Kevin lo odiaba. Probablemente porque estaba celoso.

Los tres tenían algo que siempre había deseado. Una familia. Leal y unida. Y no importaba lo mucho que los tres le dijeran a Kevin que era parte de su familia, él sabía que nadie más entraba a ese circulo.

Ni siquiera Cas era parte del "clan Winchester". Solo estaba en el círculo exterior. Atascado allí con él.

Kevin no tenía dudas de que los tres morirían por él, pero sabía que no estaba sentado en lo más alto de la pirámide. Eso significaba que, por mucho que le gustaría pensar que Anna moriría por él, sabía que nunca sucedería.

Sam y Dean nunca la dejarían sacrificarse por Kevin. Al igual que ella y Sam nunca dejarían que Dean se sacrificara. Y Anna y Dean nunca lo dejarían a Sam.

Porque no importa lo que digan, sacrificarían al mundo entero para salvarse mutuamente. Incluso si eso significaba que el círculo de "familia" se vino abajo.

Anna se acercó al mayor de los hermanos primero y Kevin vio como los brazos de Dean se deslizaban fácilmente alrededor de su cintura. Se inclinó para mirarla y besar sus labios.

Él siempre fue modesto con sus afectos frente a cualquiera que no fuera ella o Sam. Kevin podía saber cuando Dean se ponía celoso y posesivo porque le daba besos y toques persistentes frente a extraños.

Cuando estaba contento y se sentía seguro, era modesto. Pero no importaba lo moderado que fuera en sus toques, no había forma de que Dean ocultara la completa adoración que tenía en sus ojos cuando la miraba.

La gente que nunca los había visto, solo debía observar a Dean Winchester para confirmar lo enamorado que estaba de Anna.

Anna y Dean compartieron una broma interna y una risa tranquila antes de que ella se moviera hacia Sam.

El menor de los hermanos la atrajo hacia él con una sonrisa, tomó la cara entre sus manos y le dio un beso que haría sonrojar hasta a una estrella porno.

En contraste con la forma en que Dean se comportó, Sam no fue de ninguna manera modesto en sus afectos. La tocó y besó sin importarle quien estuviera en frente.