[008] - Habrá sangre

4.2K 379 78
                                    

 Sam estaba sentado en la mesa de la cocina en la cabaña de Rufus, la computadora portátil abierta delante de él. Dean estaba recostado en el sofá con las piernas apoyadas sobre la vieja mesa de café, estaba leyendo el cuaderno en donde Kevin había escrito las traducciones de la tabletas. Y Anna estaba recostada en la otra punta del sofá, las piernas sobre su regazo mientras leía distraídamente el periódico de unos días atrás.

Dean suspiró y tiró su cabeza hacia atrás. —De acuerdo, he leído esto más veces que el Playboy que encontré en la bolsa de papá.

Sam alzó la cabeza con el ceño fruncido en forma reflexiva. —¿Anna Nicole?

Dean sonrió y asintió una vez. —Anna Nicole. Las buenas murieron jóvenes.

—Ambos hermanos enamorados de una Anna ¿eh? ¿Debo sentirme afectada? —la pelirroja bromeo sin darle mucha importancia y sin darse cuenta de la mirada que ambos hermanos compartieron—. Miren, podemos leer esto hasta que nos sangren los ojos. No se saca nada en claro —gruñó con fastidio mientras dejaba caer las piernas del regazo de Dean y se sentaba, interrumpiendo los pensamientos de los cazadores.

—Bien. ¿Entonces qué significa? —dijo Sam.

—Córtale la cabeza y el cuerpo quedará desconcertado —opinó Dean.

—Sí. 

—Bien, creo que ambos estamos de acuerdo en que la cabeza es Dick. ¿Correcto?

—Correcto.

—Y en resumen, tenemos que encontrar los materiales y preparar nosotros mismos un arma. Fin de la historia —Dean tomó su botella de cerveza de la vieja mesa, tomando un trago.

—Mira, tengo unas ganas locas de matar a Dick. Pero solo digo: ¿qué pasará después? ¿Qué pasará con el resto de los leviatanes? ¿Simplemente caerán muertos?

—No lo sé. Tal vez. 

—¿Tal vez? —dijo Anna, dándole una mirada de incredulidad—. ¿"Tal vez" te parece una buena respuesta en estos momentos?

—Un problema a la vez, ¿de acuerdo? —contestó Dean, mirándola.

—Bueno. Entiendo lo que Sam quiere decir. Pero no es una locura intentar averiguar cuál es la trampa antes de meternos en la guarida del lobo.

—Quizás esa sea la trampa —él volvió a subir los pies sobre la mesa, recostándose hacia atrás—.  Dios no nos está dando todos los detalles. ¿Sabes? Es la palabra es de Dios. No sé si conseguiremos algo mejor —ella apretó los labios con preocupación.

Dean puso una mano en su cabeza y sacudió su cabello mientras la atrajo hacia él. Ella no puso resistencia y se recostó contra su cuerpo, su brazo rodeó sus hombros para abrazarla. Anna miró a Sam, sus ojos se encontraron y pudo decir que él estaba tan preocupado como ella por lo que podría suceder.

****

Anna estaba inclinada sobre el lavabo del baño, enjuagando los últimos restos de pasta de dientes de su boca, cuando sintió ese frío familiar que siempre sentía cuando Bobby aparecía en una habitación. Su aliento era una niebla blanca y se enderezó lentamente, mirando como el espejo se empañó. Giró y allí estaba de pie el viejo cazador, parecía más pálido que de costumbre. —Hola Bobby. ¿Cómo te sientes?

—Más fuerte que nunca —dijo, tratando de despejar sus dudas—. Ahora, mientras ustedes tres han estado persiguiendo sus colas, he estado pensando en esa arma.

—Espera un segundo. ¿No crees que deberías ahorrar fuerzas?

— ¿Para qué?

—Solo digo que quizás deberías aflojar el ritmo. No tienes buena pinta.

entre los hermanos | supernatural¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora