Dean gruñó cuando Anna lo empujó contra el primer altar que encontró. Estaba en una habitación que probablemente se usaba para los servicios de iglesia más pequeños.
Apoyó sus manos en el altar detrás de él mientras la pelirroja caía de rodillas y trabajaba en el botón de su pantalón. Una vez que estuvo abierto, tiró de ellos hacia abajo y lo llevó a su boca con estusiasmo.
Dean gimió y dejó caer su cabeza hacia atrás mientras ella lo tragaba casi por completo en su garganta, su lengua frotando contra la parte inferior de su eje antes de arremolinarse alrededor de la punta.
Sus manos fueron a sus caderas, sus uñas se clavaron en su piel mientras trataba de llevarlo aún más profundo.
—Joder, bebé —Dean gimió cuando levantó su mano para apartar el cabello de su cara.
Anna tarareó a su alrededor y él movió sus caderas hacia adelante con un gruñido. Mientras lo tomaba profundamente en su garganta, frunció el ceño y lo miró.
Gimió cuando sus ojos se encontraron con los de ella. Mantuvo su boca donde estaba hasta que tuvo que apartarse de él y jadear en busca de aire.
—Dios —gimió—. ¿Cómo te volviste tan jodidamente buena con esa boca?
Anna le sonrió y acomodó sus rodillas, emocionada por su elogio. —Práctica. A Sammy le gusta cuando practicamos.
Ella sonrió y dejó escapar una risa mientras se movía hacia delante y le mordía la cadera. Dean se rió de su estado de animo juguetón, tomándolo como una afirmación, le aliso el pelo de la cara y frotó su pulgar contra la mejilla.
—Eres tan... eres tan hermosa para mí.
Anna sintió que se derretía ante sus palabras y todo lo que podía pensar en hacer en respuesta fue llevarlo nuevamente a su boca y observar su rostro mientras movía su cabeza.
Dean gimió cuando la miró. Sus cejas se arrugaron y su boca se abrió. Él ahuecó su mandíbula en sus manos, sin guiarla ni forzarla, solo sosteniendo su cara para que no pudiera apartar la mirada.
—Eso es todo, bebé —gimió—. Sigue mirándome.
Anna lo llevó profundo otra vez, frunciendo el ceño mientras intentaba sostenerlo allí. Dejó escapar un sonido que era una mezcla entre un gruñido y un gemido, mientras tragaba a su alrededor. Su mano acariciando la longitud que no llegaba a tomar por completo.
Retrocedió con otro jadeo y le sonrió, orgullosa de su trabajo.
—Eres una niña tan buena para mí, bebé.
Lo miró esperanzada y se mordió el labio inferior mientras se movía en sus rodillas otra vez.
Ella, Sam y Dean habían aprendido rápidamente que los elogios eran algo tan importante para todos. Mucho más importante de lo que se imaginaban. Todos salieron adelante gracias a eso.
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entre los hermanos | supernatural¹
Fanfiction[DeanxOCxSam] (en edición) ❝No hay ángeles o demonios por encima de los Winchester para mi❞ Anna Miller se cruza con los hermanos Winchester y comienza a cazar junto a ellos. El problema empieza cuando ambos hermanos comienzan a te...