-Muy bien, ahora que ya hemos firmado una especie de tratado de paz, puede alguien explicarme ¿como es que teníais el numero de las demás y sabíais exactamente el sitio al que debíais ir? -Ethan preguntó con incredulidad.Rayos, no había pensado en ese pequeño detalle.
Miré a las demás con pánico, intentando encontrar una excusa. -Resulta que Paula y yo tuvimos que hacer un proyecto de biología juntas este año y necesitamos intercambiar números para cuadrar horarios. -Menos mal que Alice sabe pensar bajo presión. -Sobre lo del sitio, simplemente hemos improvisado sobre la marcha.
-Eso tiene sentido. -asintió Jacob.
-Vale, ¿qué creeis que podemos hacer para librarnos de la rubia con botox? -inquirió Jaxon emocionado.
-En primer lugar, teneis que tener en cuenta que, mala hierba nunca muere. -empezó a explicar el mayor de mis hermanos. -Lo que quiere decir que por muchos intentos que hagamos, Camille no va a dejar de existir. Lo que podemos hacer es demostrarle quien manda aquí. -todos los Riverwood asintieron comprendiendo el punto de mi hermano.
-Ya se lo demostramos una vez. No será tan dificil hacerlo una segunda. -sonrió orgulloso Crawford.
-Según mis cálculos Camille estará en el spa. Llevan una semana con lo de la feria, así que ella ya estará cansada e irritada, pensará que le van a salir arrugas, por lo tanto estará con alguna mascarilla rara en la cara y luego se hará algo en el pelo. -Nick psicoanalizó la situación mirándonos a nosotros, mientras los Riverwood le miraban impresionados.
-Podemos cambiar sus productos del pelo, así entrará en crisis y tendrá que volver a su pueblo, para que unos peluqueros bien pagados se lo arreglen. -Completó Valeria. Aaron le miró sorprendido, claro, el conocía la parte tímida y tierna de mi hermana, no la traviesa.
-Eso nos dará tiempo para elaborar una mejor estrategia de juego. -mis hermanos asintieron de acuerdo conmigo.
-¿Soy el único al que le da miedo que hayan pensado en algo tan rápido? -preguntó alucinado Zack, el segundo varón más pequeño de los Riverwood. Solté una pequeña risa y mis hermanas hicieron lo mismo, pero nadie le respondió.
-Genial, ya tenemos con que empezar, andando. -Habló Ethan con determinación y todavía incomodo por estar ayudando a los Riverwood.
Todos los demás le siguieron el paso saliendo del bosque en dirección al centro del pueblo. Yo iba a hacer lo mismo cuando alguien me agarró de la muñeca, me giré confundida y nerviosa esperando encontrarme con Aiden pero me llevé una sorpresa al encontrarme con Aaron. Le miré confundida esperando a que hablara.
-Necesito que me ayudes. -estaba nervioso y eso le hacía cien veces más tierno de lo que ya era. Le sonreí tiernamente y asentí esperando a que prosiguiera. -Quiero pedirle a tu hermana que sea mi novia, pero no sé cómo hacerlo, nunca he tenido novia y esto es más agobiante de lo que pensaba. Además, ahora nuestras familias van a pasar más tiempo juntas y con vuestros hermanos cerca va a ser mucho más difícil, parecen unos leones alerta para devorar a su presa.
Me reí y le puse ambas manos en sus hombros incitándolo a que se relajara. -Tranquilízate, es muy tierno por tu parte que me pidas ayuda y no dudes por un segundo que voy a dártela. Por mis hermanos no te preocupes, ¿Conoces el dicho, perro ladrador poco mordedor? Eso se aplica a ellos de cualquiera de las maneras.
El me sonrió mucho más aliviado -Gracias, en serio, no quiero hacerlo mal porque cabe la posibilidad de que me diga que no y... -no le dejé terminar y le miré totalmente indignada.
-¿Como puedes pensar que te va a decir que no? Esta loca por ti y está deseando que se lo pidas. -Le sonreí y él hizo lo mismo. Escuchamos una voz a nuestras espaldas y ambos nos giramos para encontrarnos con Aiden. Mi corazón se aceleró y empecé a ponerme nerviosa.
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Guerra de Familias
HumorDesde que tengo uso de razón Los Thompson y Los Riverwood se han llevado mal. Dos familias con 12 hijos cada una, que luchan por demostrar cual es la mejor. Mi padre, Ben Thompson siempre ha dicho que relacionarte con un Riverwood es como cavar tu p...