Salgo corriendo del coche, no pudiendo soportar más la tensión del ambiente.
La señora Johnson tiene una casa preciosa y siempre he soñado con comprársela cuando fuera mayor de edad, así podría venir a visitar a mis padres en vacaciones; ellos decidieron hace tiempo que cuando se retirasen laboralmente, se vendrían a vivir aquí.Me acerco a la puerta y llamo.
"Ding - Dong"
Escucho el característico sonido del timbre y ruidos detrás de la puerta, seguidos de unas pisadas.
Mientras tanto mi familia llega a mi posición y sin ninguna razón aparente Jacob me coge de la cintura y me pone en su hombro cual bolsa de basura.-¡¿Qué conchas?! -grito. -¡Jacob bája...! -el sonido de la puerta me interrumpe. Me retuerzo como un gusano e intento ver en esa dirección.
Los Riverwood ya han llegado, lo se porque he visto sus coches en la entrada. Por eso quiero saber quién ha abierto la puerta. Mis dudas son resueltas al escuchar la risa y la voz de la señora Johnson. -Me alegra que ya hayáis llegado, Jacob querido, veo que me has traído un regalo, puedes dejarla en el sofá. -abro la boca indignada. La mayoría de los integrantes de mi gran familia se ríe y yo soy sacudida cuando mi hermano mayor empieza a andar adentrándose en el vestíbulo de la casa.
-Muy bien J. ya has hecho la gracia. ¡Ahora bájame! -exclamo, sintiendo como la sangre me sube a la cabeza, me estoy empezando a marear y eso no debe ser buena señal. El se ríe y me tira al sofá.
-No tenéis ni idea de la cantidad de comentarios ofensivos que podría hacer ahora mismo. -la voz de mi tortura personal sonó en el salón y yo maldije internamente. Me giré y vi como la mayoría de sus hermanos y los míos estaban aquí, pero no había señal de sus padres ni de los míos.
Estaba segura de que el quería decir algo como: Por fin tratas a tu hermana como lo que es, basura.
Ya he asimilado que el siente algo por mí, aunque no sé si es tanto como lo que siento yo.
Por esa misma razón no entendía porque seguía haciendo ese tipo de comentarios y actuando como lo hacía.
Supongo que para mantener las apariencias.Emily le dio un codazo a su mellizo y el la miro con el ceño fruncido. -Mejor cierra la boca, ya vamos a tener suficiente por una noche con nuestros padres juntos en una misma habitación, no es necesario que vosotros montéis un numerito también.
-Ella tiene razón chicos, simplemente actuar como lo habéis hecho hoy mientras le arruinábamos la imagen a la arpía. -Crawford habló cansado y todos le miramos sorprendidos.
-¿Acabas de darle la razón a un Riverwood? -Jacob pregunto con una mezcla de sorpresa, enfado e intriga.
-No, le he dado la razón a un argumento obvio, además, tenemos que centrarnos en que vamos a decir cuando Camille se presente aquí amenazando con demandarnos. -los Riverwood contuvieron la respiración, al parecer no habían pensado en ese pequeño detalle.
-¿Puede demandarnos? -el miedo era evidente en la voz de Sofía.
-Claro que puede, pero no lo hará porque no le conviene. -hablé tratando de calmarle. Aunque no funcionó el lo absoluto.
-¿A que te refieres? -Aiden me preguntó y yo me giré para mirarlo a los ojos, mi respiración se cortó y nos quedamos mirando fijamente unos largos segundos en los cuales yo intentaba recordar cómo se hablaba.
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Guerra de Familias
HumorDesde que tengo uso de razón Los Thompson y Los Riverwood se han llevado mal. Dos familias con 12 hijos cada una, que luchan por demostrar cual es la mejor. Mi padre, Ben Thompson siempre ha dicho que relacionarte con un Riverwood es como cavar tu p...