Ambas nos quedamos en silencio a la vez que nos girábamos lentamente hacia la puerta, nunca había sentido tanto alivio acumulado en mi cuerpo después de sentir como mi corazón iba a mil. Valeria y yo suspiramos a la vez con alivio al ver que era Becky la que estaba en la puerta, porque ambas sabíamos que ella, por muy mala que fuera la situación o la decisión que alguna de las dos hubiera tomado, si le pedíamos que no dijera nada ella no lo haría, porque es la persona más madura y comprensiva que puede existir en el mundo entero.-¿Pensáis responderme o vais a quedaros mirándome todo el día? porque para seros sincera dentro de una media hora tenemos que estar en el coche de camino al lago. -dijo ella con una sonrisa en la cara. Y solo por esa sonrisa, supe que todo iba a ir bien, siempre y cuando no hubiera alguien más que nos hubiera escuchado hablar de un tema tabú dentro de la casa.
Una vez más solté un suspiro y me dispuse a contestarle. -Se que si te lo pido no vas a decir nada, así que por favor no digas nada de lo que vayas a escuchar aquí. -le dije bastante seria, porque la verdad es que si alguna otra persona de esta casa se enteraba estaríamos en serios problemas. -Lo digo en serio, no puedes decir absolutamente nada. -Valeria parecía estar apunto de morir de un ataque de nervios y lo mejor era dejar clara la seriedad del asunto cuanto antes. Este tema le envolvía 100% a ella y por eso era ella la que tenía que sentirse más cómoda cuando empezáramos a explicar lo que pasaba.
-Vaya, si que tiene que ser serio, esta bien, prometo no decir nada -hizo una pausa- Ahora, ¡Dime ya de quien estas enamorada! Llevo mucho tiempo esperando esto. -dijo emocionada. -Porque obviamente no iba a ser Paula la primera en enamorarse. -no me ofendí, porque era verdad, había quedado bastante claro en la familia, que hasta ahora no me había interesado por nadie. No le veía el punto a tener novio con 15 años. ¿Para que sirve? ¿Para ir al cine cogidos de la mano? No gracias, las manos acaban sudando y eso es asqueroso, además, para ir al cine tengo amigos y hermanos.
-Vale, pero no grites, ni te desmayes, ni me odies -Valeria estaba apunto de mearse en sus pantalones, por lo que Becky asintió con una sonrisa para tranquilizarle -Aaron Riverwood -lo soltó tan rápido que casi ni lo entiendo, pero creo que Becky si porque en el momento en el que la más pequeña de la habitación terminó la frase ella abrió los ojos tanto que parecía que se le iban a salir de las cuencas.
-¿Qué? ¿Como? ¿desde cuándo? -Becky balbuceó.
-Si te soy sincera no se desde cuando, pero creo que es desde hace más tiempo del que yo me imaginaba. -dijo mi hermana pequeña volviendo a su faceta tímida. Becky le puso una mano en el hombro y contra todas las expectativas sonrío.
-Bueno, sabéis que si alguien de esta familia se entera se desatará la tercera guerra mundial ¿verdad? -nosotras simplemente asentimos -Y también sabéis que habéis tenido suerte que haya sido yo la que haya escuchado vuestra conversación. -volvimos a asentir. -Vale, pues teniendo en cuenta todo eso. -soltó un grito descomunal que me hizo odiarla por unos segundos. -¡Mi hermana pequeña esta enamorada! esto es increíble. -tenia una sonrisa más grande que la del gato de Cheshire y desbordaba felicidad. Obviamente sin darse cuenta de que estábamos intentando que nadie se enterase y ella acababa de gritarlo a los cuatro vientos. De repente se giro hacia mi y me dijo- Y tú ¿Para cuándo? Porque tienes 15 años y ya va siendo hora.
-Yo para nunca. -Becky quitó su sonrisa de repente y me miró confundida -Primero que nada, no estoy interesada en una relación ni en ningún chico. Segundo, en el caso de querer estar con alguien creo que sería imposible. Ningún chico se acerca a mi, es como si llevase encima un repelente anti chicos. Un repelente llamado Ethan y Jacob. -rodé los ojos. -Amenazaron a todos los chicos de mi curso para que no se acercaran a mi.
-Suena a algo que ellos harían. -Becky soltó una risita. -¿Qué hay de los chicos de otros cursos?
-Ninguno se ha acercado. -me encogí de hombros a la vez que lo decía, como si fuera la cosa más simple del mundo, que en realidad sí que lo era.
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Guerra de Familias
ComédieDesde que tengo uso de razón Los Thompson y Los Riverwood se han llevado mal. Dos familias con 12 hijos cada una, que luchan por demostrar cual es la mejor. Mi padre, Ben Thompson siempre ha dicho que relacionarte con un Riverwood es como cavar tu p...