El sonido del timbre constantemente siendo apretado y alguien aporreando la puerta consiguió despertarme.
Fruncí el ceño y gruñí completamente enfadada; había llegado a casa a las tres de la mañana porque me había quedado con Aiden más tiempo del esperado.
Abrí los ojos lentamente, intentando acostumbrarme a la luz que entraba deslumbrante por la ventana; cuando lo conseguí dirigí mi vista a la mesita de noche, donde estaba mi reloj, volví a gruñir cuando vi la hora, eran las ocho de la mañana. ¿Quién en su sano juicio se ponía a hacer tanto ruido a estas horas?
Me levanté de la cama lenta y perezosamente y fui en dirección a la puerta, al salir al pasillo me encontré con Andrea y Valeria saliendo del cuarto de esta última y a Becky y Nick saliendo de sus cuartos.-¿Esperáis a alguien? -pregunté en broma, intentando calmar el ambiente tenso que había desde ayer.
-Creo que es para mi. -todas miramos a Nick interrogantes esperando a que se explanara más en la explicación. -Puede que le haya mencionado sin querer a Alice eso de que nos mudamos. -las cuatro abrimos los ojos como platos con una sincronización escalofriante y de forma increíble también gritamos lo mismo a la vez.
-¿Qué? -el se rasco la nunca nervioso y salió corriendo escaleras abajo con nosotras detrás.
-¡Lo siento! Se me escapó sin darme cuenta. -el timbre seguía sonando según bajábamos y una vez llegamos a la puerta nos miramos los unos a los otros sin saber qué hacer.
-¡Abrir la puerta! ¡Sabemos que estáis ahí, os hemos escuchado!
Oh mierda.
Esa era la voz de Aiden y estaba hablando en plural. Eso no era bueno, era malo, muy malo.
-Estamos muertos. -susurró mi mellizo con miedo.
-Sí, tu definitivamente lo estás, porque voy a matarte yo misma y ahora mismo. -no sé cómo lo hizo, pero Andrea gritó en un susurro. Intentó lanzarse a su cuello pero Valeria y Becky agarraron su brazos a tiempo y le pararon. Nick se apresuró a abrir la puerta antes de Andrea consiguiera soltarse. Toda la familia Riverwood, exceptuando a los más pequeños y a los padres, entró en manada, causando un efecto parecido al de una estampida.
Aiden se dirigió hacia mi con el ceño fruncido y una expresión furiosa, se acercó tanto que yo retrocedí un paso de forma inconsciente, dejando a mi cuerpo actuar involuntariamente. -¿Me podrías explicar que es eso de que os mudáis? ¿Y porque no me lo dijiste ayer?
-Yo... -me callé sin saber exactamente como salir del lío en el que me había metido.
-Aaron. -miré a mi derecha como Valeria intentaba acercarse al chico y este mismo se alejaba bajando la cabeza decepcionado. Se pudo ver el dolor en el rostro de mi hermana, como si acabaran de dispararle en el pecho, destrozando su corazón con el rechazo.
-¿Jaxon? ¿Estás enfadado? -la voz de Andrea salió suave, casi con miedo a la reacción del chico que estaba enfrente suyo.
-¿Que si estoy enfadado? ¡Claro que estoy enfadado! -gritó el en respuesta. -Cuando por fin consigo que admitas que sientes algo por mi, resulta que te vas a miles de kilómetros. -gruñó. -¡Y encima ni me lo dices!
Nick estaba demasiado avergonzado para siquiera mirar a Alice y Becky sabía que lo mejor era dejar que Matthew se calmara. Aiden decía que los Thompson nos caracterizamos por la facilidad con la que se nos puede leer, pero los Riverwood se caracterizan por su carácter y temperamento.
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Guerra de Familias
HumorDesde que tengo uso de razón Los Thompson y Los Riverwood se han llevado mal. Dos familias con 12 hijos cada una, que luchan por demostrar cual es la mejor. Mi padre, Ben Thompson siempre ha dicho que relacionarte con un Riverwood es como cavar tu p...