Amely (Proceso)

14. Compromiso

Habían pasado dos semanas de lo acontecido, tanto Amely como Bin no se refirieron al tema, tampoco su alrededor quiso preguntar, desde la ultima conversación con su amigo, Bin se había enfocado el doble en quedar entre los 6 integrantes de la nueva agrupación. Por otro lado, la pelinegra seguía con su vida normal y común, yendo y viniendo del trabajo a la casa, desviando los domingos su camino para estar con YoungMi. 

El sábado se acercaba, en casa del joven Kim todo estaba listo, la ceremonia comenzaba a las 19:00 horas, toda la familia estaba invitada, incluso también estarían alguno amigos, los más cercanos. Las personas vestían de su mejor manera, menos el joven que se rehusaba a usar un traje y no porque no fuera de su agrado, sino, porque odiaba lo que sus padres estaban haciendo. 

—Deberías vestir de mejor manera, hijo, es tu compromiso —dijo su madre ordenando la ropa del joven que se miraba a un espejo que lo reflejaba de pies a cabeza. 

—No es necesaria tanta formalidad, la conozco desde que eramos niños —mientras hablaba tomaba su cabello con una liga negra dejando que algunos lienzos de cabello taparan su ojo derecho. 

—YoungMi... Sé que lo haces por tu padre, pero si piensas un poco más en ello te darás cuenta que Erika es la mujer para ti. Ella es una chica de familia, con clase, ordenada, muy inteligente, este año terminara la universidad —suspiró—. Hijo, pienso que si le das una sola oportunidad terminaras muy enamorado de ella. 

El joven chasqueo la lengua desviando su mirar de los ojos de su madre, estaba cansado de escuchar lo mismo cada vez que se hablaba de Erika; sabía perfectamente como era la joven, sabía que era una estupenda mujer, envidiada por muchas otras por su belleza e inteligencia, pero él sea había enamorado de una joven que era todo lo contrario a Erika ¿Cómo podía con eso? si Amely estaba todo el día en su cabeza. ━No me pidas amarla, madre.━  murmuró siendo atrapado por las suaves manos de la mujer en su rostro, lo acariciaba despacio, con el amor que solo una madre puede otorgar. Entendía a su hijo, pero sabía que el tiempo curaba todas las heridas, ya que en su juventud también había sido casada por un acuerdo económico, también había sufrido por besar a un hombre que no amaba, sin embargo, la llegada de YoungMi había cambiado todo en su vida, había aprendido amar a su esposo. 

━Dejemos que el tiempo hable por si solo, hijo.━  terminó por decir tomando la mano de este, era la hora de bajar juntos para recibir a su futura esposa. 

 Al llegar al salón los invitados miraron al joven con una gran sonrisa, algunos lo felicitaban por su compromiso, aunque la mayoría sabía que iba hacer un matrimonio arreglado. Él sin mucho encanto respondía con una venia y una sonrisa falsa que desaparecía cuando las personas desviaban las miradas. Sus manos sudaban sin explicación alguna, estaba asqueado de que todas las personas estuvieran en ese lugar con la hipocresía en la cara, era insólito. 

Comenzaba a beber una copa de champán cuando la llegada de sus futuros suegros junto a su hija se hacía presente con bastante elegancia. Todos comenzaron aplaudir y halagar lo hermosa que se veía Erika en esa falda y como su maquillaje ligero la hacía ver tan natural. YoungMi sólo chasqueo su lengua y desvió la mirada hacía otro sitio, sin embargo la voz de su padre llamando a su nombre lo hizo regresar. 

━¡YoungMi! ven aquí, saluda a tus futuros suegros.━ se acerco sin chistar con una mano en el bolsillo y la otra sosteniendo su copa. Saludo con una leve venia para luego regalar una sonrisa, mientras que la joven lo observaba con sus mejillas teñidas de un color escarlata, ambos se miraron a los ojos por unos segundos, actos seguido se saludaron con una venia corta.