30. Cambios

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2 Años después



Los dos años no habían pasado en vano; las compañías Lee y Park llevaban una disputa por ser la mejor. Amely había tomado sus propias palabras como el mejor arma ante los Lee, pues se había defendido desde entonces con uñas y dientes, sacando así grandes proyectos que enriquecieron a la compañía Park, estando así bastante cerca de ser nombrada una de las Chaebols más jóvenes del país. Por otro lado y muy cerca se encontraban los Lee que día a día crecían monetariamente pero se iba apagando su credibilidad y intensidad en los negocios por ciertos fraudes al estado que habían comenzado a circular como una especulación. Sin embargo, nada había sido confirmado ni mucho menos investigado por la policía nacional ¿Acaso los Lee manejaban al país?

Eric y Natahsa trabajaban codo a codo con Amely, esa nueva chica que nació aquel día en Busan luego de ver lo detestable que había sido todo desde la muerte de su madre: "una nueva jefa" decían los empleados por la forma en que la asiática llevaba las cosas, con un control único que pocos logran a la edad de 21 años.
No obstante, no todos los cambios son buenos...

Canadá / 07 de Abril

Desde el fondo del despacho estaba una muchacha vestida de escolar con hermosos colores azulados, como aquel mar nocturno. Llevaba el cabello largo y suelto; mantenía un aspecto fresco y jovial, toda una adolescente de 16 años.
En sus manos estaba la revista Coreana de economía, esa donde los mayores empresarios hablaban de sus vidas y de cómo era tan "fácil" ganar dinero. En su portada estaba el rostro de Amely Salvatore, su media hermana.

Caminó enfurecida hasta el jardín de su mansión donde se encontraba su madre tomando el té con algunas amigas. Al llegar interrumpió la conversación de mala manera, siendo mirada por las presentes como una niña mal criada.

—Mamá ¿Qué es esto?

—Annie ¿No ves que mamá está ocupada? Ve a tu cuarto, has tus deberes —respondió la mujer.

—No ¡Exijo saber que significa esto!

Enojada, es como Graciel se levantaba de su silla, sin antes sonreír a sus amigas presentes y pedir disculpas por la interrupción. Tomó luego a su hija del brazo con cuidado y la llevo dentro de la casa, a la sala de esta misma.

— ¿Qué es lo que te sucede? Con tu padre pagamos un buen colegio para que tengas una educación adecuada, con modales que una señorita de tu clase debe adquirir, sin embargo vienes a mí, prepotente y altanera para exigirle a tu madre que explique algo de esa tonta revista, que más encima pertenece a su padre.

—Madre... ¿Por qué Amely está en esta portada? —contestó la menor con el ceño fruncido, interponiendo sus derechos ante su madre—. No es justo que mi padre me oculte cosas como estas. Yo tengo todo el derecho de saber que la entrometida de mi hermanastra hace de las suyas y perjudica a nuestra familia.

—Annie, esas cosas aún no deberían importarte —dijo tomando a su pequeña del rostro con suavidad, acariciando su mejilla para tratar de calmarla; no obstante, sus reacciones eran impedidas por el odio de la menor.

— ¡No! Yo soy la heredera y quiero saber a lo que me enfrento ¡Esa pérdida está viviendo una vida que no merece! Y tú la defiendes, madre... Después de todo lo que Claris hizo con ustedes.

—No te equivoques, Annie... Yo no he defendido a nadie, sólo me importas tú y esta reacción indebida que estas teniendo ahora; deberías controlarte

Amely (Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora