33. Tú & Yo

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—Estoy saliendo con alguien, Amely...

Las palabras hicieron zumbido en su oído, como si un insecto estuviera revoloteando.

Clavo la mirada en él tratando de entender que tan importante era aquella noticia que hacía que su rostro se iluminara de tal forma. Inclusos sus ojos brillaban como luciérnagas en la oscuridad; era impresionante el amor que plasmaban sus palabras y su sonrisa.

« ¿Acaso eso es amor verdadero? » pensó mientras la sangre se iba a su cabeza y empuñaba las manos queriendo golpear a todo el mundo, pero ¿Por qué? ¿Tanta importancia tenia esta noticia?

—Es un secreto para todos en la compañía, ya que como sabes, somos famosos y del mismo grupo. Sería muy espantoso para todos que los fans se enteraran de algo así, por lo tanto no debes comentarlo con nadie.

Amely no podía entender porque causaba tanto dolor sus palabras. Era injusto que él sonriera de esa manera cuando ella se sentía de lo peor, o al menos así lo pensaba.
Rápidamente su estómago respondió a todas sus dudas; tenía un revoltijo del desayuno que causaba efecto justo ahora. Aparte, el corazón no ayudaba, ya que lo comenzado a restaurarse se partía con facilidad.

—Y ¿No vas a felicitarme? —dijo Bin estirando los brazos, esperando un gesto que correspondiera su felicidad.

Pero no fue así, más bien fue todo lo contrario. La pelinegra dio un paso hacia atrás a la vez que su mirada se perdía en la de él, no podía entender como la noticia la dejaba noqueada.

No entendía como las personas podían amar.

Entonces su cabeza dio vueltas como si de una borrachera se tratase.


2005


—No pertenecemos a este mundo

— ¿Por qué dices eso?

—Porque solo somos tú y yo contra toda la especie humana que quiere lastimarnos. Si lo piensas puede ser muy cierto —dijo un adolescente Bin mientras miraban en cielo desde la azotea, recostados en el suelo—. Tú eres la hermosa genio del arte, todos quieren tener tu talento y audacia. Y yo... Yo soy el bicho raro que golpean por ser lo que soy.

Amely carcajeo estruendosa  apretando sus manos contra su estómago pues las palabras del menor fueron graciosas pero a la misma vez muy ciertas —Tú no eres un bicho raro —respondió girándose para quedar su vista al cuerpo ajeno. Desde aquella posición podía contemplar la belleza ajena y el estupendo hoyuelo en su mejilla. —Eres MI bicho raro.

Él sonrió a gusto ante las palabras de su mayor, pues sabía que todo era un amor puro, de esos que no encuentras en todas partes, ese que es capaz de terminar con el mundo entero para salvarte: El amor fraternal.

Acto seguido se ladeo al igual que ella para quedar en frente, mirando aquellos ojos negros y grandes que combinaban perfectamente con su tono de piel; Amely era tan hermosa que podía cegarte. 

—Prometo que siempre seremos tú y yo...

—Estoy segura que será así...

Sus manos se unieron mientras se sonreían mutuamente.

Inocentes.

Delicados.

Aturdidos por esa sensación de apego que sólo ellos podían entender, ya que ambos estaban quebrados, dolidos, atrapados en sus propias realidades. Si el dolor pudo unirlos y fortalecer aquellos lazos que pocos entenderían, entonces ¿Cómo podía terminar mal?

Amely (Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora